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PRESENTACIÓN

En esta nueva edición de Revista San Gregorio se cumple nuevamente con uno de los objetivos marcados por el comité editorial de la misma como es el de avanzar hacia la cultura del debate académico. Aparecen textos de la mayor actualidad de la realidad política, social, económica y educativa del contexto ecuatoriano; así como artículos provenientes de otros contextos como la frontera con Colombia, el caso de los refugiados en Timor, actualizaciones desde el pensamiento crítico-reflexivo desde las disciplinas antropológica o sociológica y estudios de casos de construcciones interculturales en México, España y Latinoamérica.

Consecuentes con el desarrollo educativo evidenciado por los estamentos de educación superior en Ecuador, los cuales marcan la meta de la cultura de la excelencia académica, la Revista San Gregorio se posiciona en este 2016 como una de las de mayor visibilidad en la región. Esto es debido principalmente a la calidad de su amplio comité científico, conformado en su mayoría por PhDs de universidades de referencia en Iberoamérica; y debido asimismo al alto nivel de cumplimiento en la inserción en diversas fuentes de datos, repositorios e indexaciones internacionales, lo cual cumple el objetivo de difundir la ciencia y el debate académico en el país y en la región.

Cerramos este 2016, además, con la publicación de 2 números en formato digital relativos al rediseño curricular en Ecuador y al campo de la socio-antropología de la salud y la enfermedad, monográficos producidos gracias a las exitosas colaboraciones en redes académicas en las que la Revista San Gregorio va alcanzando un significativo avance tanto a nivel local como global.

En el próximo 2017 se verán actualizaciones en la Plataforma Open Journal System de la revista, la cual defiende no solamente el acceso abierto a los contenidos sino el apoyo a la economía del conocimiento, pues una de las máximas del comité editorial de esta revista es que este, si no se comparte, no sirve. En ese sentido, dichas actualizaciones servirán para llegar a un público amplio de lectores y autores que ha venido aumentando significativamente, evidenciando a la Revista San Gregorio como una de las más importantes referencias académicas en la región.

RECTOR USGP

Abg. Marcelo Farfán Intriago

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Consecuencias del Plan Colombia y las Secuelas de la Descampesinización en la Frontera NOrte de Ecuador:

Conflicto, Desarrollo y Protagonistas

 

RESUMEN

ARTÍCULO RECIBIDO: 19 DE AGOSTO 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 5 DE DICIEMBRE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

Consecuencias del Plan Colombia y las Secuelas de la Descampesinización en la Frontera Norte de Ecuador: Conflicto, Desarrollo y Protagonistas

Consequences of Plan Colombia and the Aftermath of the Depeasantization on the Northern Border in Ecuador: Conflict, Development and Protagonists

 

ABSTRACT

En el presente ensayo expongo una aproximación sobre cómo en la frontera norte del Ecuador, y como consecuencia del Plan Colombia, se ha ido gestando una descampesinización planificada que provoca múltiples tensiones afectando enormemente la vida y desarrollo de las familias campesinas de este cordón fronterizo. Tomado como estudio de caso del sector del Cantón General Farfán, Provincia de Sucumbíos, en un período de tiempo que va del 2006 hasta el año 2015, este estudio se pregunta sobre la afectación de las familias campesinas de la frontera colombo-ecuatoriana debido a las fumigaciones del Plan Colombia.

Palabras claves: Descampesinización; Plan Colombia; desarrollo campesino; relaciones de desequilibrio; políticas neoliberales

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

In this essay I present an exploratory approach on how, on the northern border of Ecuador has been growing peasant life, and the problems that hinder its development, taking as a case study the area of Canton General Farfán, Province of Sucumbíos, in a time period ranging from 2006 to the present 2015, this study is it over the involvement of rural families of the Ecuadorian border due to the fumigations of Plan Colombia, in a territory where the Ecuadorian State did not present with plans sustainable Agriculture in time, in which irregular warfare has exhausted human relations, where long the crops were destroyed in the fighting against the guerrillas, while paramilitary and regular forces of Colombia and Ecuador remained threatened population It is regarded with suspicion.

Keywords: Destruction of the peasantry; Plan Colombia; rural development; relations imbalance; neoliberal policies.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Alvaro Martino Mantilla Herrera

Universidad de Salamanca, España

alvaromantillah@gmail.com

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INTRODUCCIÓN

Este trabajo se centra en mostrar cómo se ha ido gestando un proceso de descampesinización que ha afectado a las familias que habitan a lo largo del río San Miguel, frontera norte y límite natural entre Ecuador y Colombia. La violencia que se enquista en ese territorio guarda relación con el largo conflicto armado de la frontera norte colombo-ecuatoriana, sumado al Plan Colombia de erradicación de cultivos por fumigaciones, el entorpecimiento de los créditos agrarios y la falta de políticas agrarias por el estado ecuatoriano a las familias campesinas. Estos procesos, entre otros, han llevado a un empobrecimiento económico y a una fragmentación social de esta frontera norte en Ecuador.

En los años cincuenta, la guerra fría se encontraba en su apogeo y el temor o la esperanza de la propagación revolucionaria de corte socialista a Latinoamérica por diferentes sectores era algo concreto. Las tensiones sociales no sólo aumentaban en el continente1. A ello se sumaba la larga crisis del modelo agroexportador de los años treinta, y el poco o nulo compromiso de las oligarquías nacionales por invertir en sus países. Respecto de esto último, “las oligarquías internas (agroexportadoras y latifundistas) eran enteramente cómplices de esa inserción dependiente de sus países en el mercado mundial, un encaje en la economía-mundo capitalista que contribuía directamente a la concentración de renta en muy pocas manos” (Polo, 2016, p.9). Las Naciones Unidas2 promulgaron en 1956 la Misión Andina para el Ecuador, que hace su ingreso con la finalidad de “integrar a las comunidades indígenas y campesinas a la vida nacional”, realizándose una estrategia de avanzada para ir captando a las comunidades3 en un proyecto “civilizatorio” y de “domesticación” modernizadora. Tanto en 1964 como en el 1973 se concretaron proyectos de reforma agraria en el Ecuador, los que lograron eliminar en parte las relaciones no asalariadas en el intercambio productivo (Huasipungos), necesarias para el nuevo panorama económico de corte nacionalista e industrializador que consistía en “la adopción de un modelo de desarrollo industrialista fundamentado en la sustitución de importaciones, y en teoría en la capacidad de consumo del mercado interior” (Bretón, 1999, p.274). Aquí se trata, como lo señala también Guzmán (1976)4 , de ideas sobre desarrollo que se basan en desequilibrar de alguna forma las relaciones de desigualdad entre los países que ocupan la periferia económica con respecto al centro, fortaleciendo el rol de los Estados sobre los mercados.

Nuestra reflexión es que, desde los enclaves capitalistas, el llamado “desarrollo” como una linealidad evolutiva o la expansión de riqueza, necesita de sectores empobrecidos para el usufructo de su fuerza de trabajo, a los más bajos costos según el modelo imperante. En este sentido, Latouche (2007), señala lo siguiente: “Está claro que el desarrollo económico solo puede llevarse a cabo apoyándose necesariamente en la pobreza (…). La presión de la necesidad sirve como motor para poner a trabajar a los seres humanos, mientras que crear la indispensable demanda de masas pasa por la exacerbación de nuevas necesidades” (Latouche, 2007, p.57).

Por ende, también estas reformas sirvieron para desactivar los movimientos campesinos y sus exigencias (Barsky, 1984, p.127)5 , pero sin alterar la acumulación de la tenencia de tierra por parte de los sectores de la antigua oligarquía, siendo su estrategia la colonización. Como lo consigna la literatura especializada:

La concentración de la tenencia de la tierra se ha modificado en forma mínima, a pesar de la considerable expansión de la frontera agrícola desde el año 1948, y de las leyes de reforma agraria de 1964 y 1973, como lo demuestran los datos censales mencionados de 1954, 1974 y 2000. Las raíces tradicionales de la inequidad social se mantienen casi inalteradas” (Larrea, 2004, p.34).

A raíz de esta presión por tierras, y una reforma agraria inconclusa, la estructura de poder determinó dirigir los esfuerzos para no repartir la tierra en posesión de los terratenientes y encaminar su política a la ampliación de la frontera agrícola en los trópicos húmedos, como lo señala Bretón;

La colonización de los bosques tropicales de la costa y del oriente amazónico sirvió con eficacia para desactivar buena parte de la movilización social que en aquel entonces se centraba alrededor del sistema latifundista del altiplano andino (…) la iniciativa del Instituto de Reforma Agraria y Colonización (IERAC) redundó en una ampliación de la superficie agropecuaria nacional del orden de cuatro millones de hectáreas entre 1964 y 1984 una ampliación sin precedentes que atenuó las presiones sobre la hacienda (Bretón, 1999, p.284).

El presente trabajo se ha realizado metodológicamente sobre un proceso de tipo etnográfico, exploratorio, a través de múltiples entrevistas y se ha participado en diversas actividades de las comunidades y reuniones con organizaciones de base y dirigentes en las comunidades de Santa Marianita, Monterrey, 5 de Agosto y San Pedro el Cóndor, a 35 kilómetros aproximadamente de Lago Agrio.

Debemos considerar que el equipo de investigadoras/es fuimos impactados en su totalidad por el alto grado de desarticulación social que observamos en los territorios y comunidades de la frontera norte de Ecuador. Nos impactó el miedo de las personas, la pobreza, y la situación de abandono que experimentaban. En esta dirección, participamos de que “una de las riquezas de la investigación cualitativa es que aparta esa idea de “falsa neutralidad” de la investigación y nos muestra que detrás de un estudio siempre hay un investigador con ideas previas sobre lo que se va a estudiar, que se acerca a esa realidad por unos motivos” (Piñeiro, 2015, p.84).

Las preguntas que nos planteamos principalmente versan sobre: ¿Cómo el conflicto armado estaba afectando a las familias campesinas de la frontera norte? ¿cómo era la realidad agraria que vivían estas familias?, ¿cuál era el grado de integración-desintegración social que manifestaban las personas en sus relaciones sociales cotidianas?

El primer ingreso, en el año 2006, junto al equipo de seis personas (dos psicólogos, un médico, dos educadores, y un trabajador social) fue para realizar un diagnóstico con la población infantil del lugar. Luego, el año 2007 se volvió a ingresar para trabajar con niñas y niños de las escuelas unidocentes, Santa Marianita, 5 de Agosto y Monterrey. En el año 2008 ingresamos para trabajar con las mujeres e intentar sumar a los hombres de las comunidades. También se realizaron test proyectivos con dibujos de niños de la población afectada y se pasaron algunas baterías para observar los niveles de depresión, ansiedad y otras tensiones psíquicas que pudieran existir. En el año 2010 se realizaron reuniones con dirigentes de la Federación de Organizaciones Campesinas del Cordón Fronterizo Ecuatoriano (Forcofes), organización que agrupa a las/los campesinos del cordón fronterizo para evaluar la situación en la que se encontraban.

A continuación, se indicarán algunas cifras significativas que posee la frontera. El núcleo del estudio es General Farfán, que se encuentra en Sucumbíos. La extensión de su territorio es de 3.139.80 km2 y la división administrativa y política comprende a Lago Agrio como cabecera cantonal. Según el último censo (INEC, 2010)6 , sus habitantes son 176.472 personas, el 44,58% habitan el área rural. También debemos considerar que, del total de la población, el 7,6 % se declara perteneciente a alguna de las nueve etnias dentro de la provincia.

El nivel de analfabetismo de Sucumbíos según censo 2010, es del 6,79%. Sobre datos de pobreza, el porcentaje de personas con necesidades básicas insatisfechas es de 87,05%, esto es 153.618,8 personas en Sucumbíos. El hacinamiento crítico es del 30,8% y en extrema pobreza el 33,2%. Es destacable señalar que en esta provincia de Sucumbíos se ubica gran parte del potencial hidrocarburífero del país, con 438 pozos petroleros, esto es el 53% de la región. “La producción de Sucumbíos corresponde a la extracción de petróleo y gas natural. Esta provincia aporta al producto nacional con el 4,8% y al nivel regional representa aproximadamente el 50%” (Fontaine, 2003, p.76). Considerando lo anterior, debemos agregar que según datos INEC (Censo, 2010), 40.479 personas de la región no se encuentran aseguradas y que, de esta cifra, la mayoría son mujeres, además de 83.647 mujeres que habitan en la provincia solo 21.253 son económicamente activas, en comparación con los hombres que, de 92.848 personas en la región, 50.237 son económicamente activas, lo que incrementa la brecha de desigualdades de la región de Sucumbíos.

Si a la realidad descrita le sumamos que en Ecuador, un 93 % de las personas que reciben el BDH [Bono de Desarrollo Humano] son mujeres; que de los aproximadamente 570 mil adultos mayores jefes de hogar, el 36% son mujeres y ejercen las tareas de cuidados dentro del hogar; y, que el 94.3% de los hogares pobres monoparentales en Ecuador tienen jefatura femenina; se hace indispensable formular políticas públicas con un fuerte enfoque de género y etnia que posibilite la igualdad de los derechos tanto de hombres como de mujeres (Maldonado, Lara y Maya, 2016, p.102).

En la provincia de Sucumbíos, todos estos datos ni siquiera se discuten, pues las políticas sociales solo son asistencialistas, sin planes estratégicos de género para la región que, a la sazón, debería ser una de las más ricas del país en cuanto a inversión pública. Estamos ante una frontera difusa en sus límites, con lugares “invisibles”. Muchos de sus habitantes no se auto reconocen completamente ecuatorianos o colombianos, también algunos del lado ecuatoriano se han ido a la guerrilla y otros tantos, según lo que conversamos con las familias campesinas, participan en plantaciones de coca o a veces intervienen en el tráfico de personas, lo que acá, para las familias de la frontera, no es más que facilitar la llegada de nuevos grupos familiares hacia el lado ecuatoriano que se encuentra dolarizado desde el año 2000.

El trabajo infantil en esta frontera no es tema a discutir o considerar demasiado y contradice las normativas de la OIT, pues todos los niños deben trabajar diariamente para ayudar a la subsistencia de su núcleo familiar.

Más allá de las cifras, las vivencias.

En este trabajo fui entrevistando a diferentes personas, entre ellos Don Dany , dirigente de FORCOFES, federación que agrupa a 105 organizaciones. Don Dany es un hombre de un metro sesenta, delgado y firme en su caminar, de ascendencia afro, con una mirada penetrante. Don Dany (D)7 llegó en el año 1971 a la zona, recuerda que la colonización fue producto de la extracción petrolera principalmente. Cada persona podía quedarse con un pedazo de tierra que luego iría siendo organizado por el nombre de este organismo (IERAC).

D.- (…) no había prácticamente más de 18 chocitas así, chocitas digo porque solo eran de una sola persona que entraba a su chocita de paja y era su sitio de dormir, (…) ya digo, 18 familia que era que, 18 personas, no familias, personas, porque en ese tiempo nadie tenían la familia acá (…) poco a poco se fue ya tumbando la montaña y haciendo, poniendo de aquí un palito aquí, otro palito allá, marcando cada uno sus lugares, así se fue haciendo el pueblito de Lago Agrio por eso que el pueblo de Lago Agrio no fue planificado para hacerlo, fue hecho así nada más, por los que entramos a colonizar y fuimos marcando cada uno su pedazo que uno quería, hasta donde quería ahí no había mas que un solar, por eso Lago Agrio tiene solares que tienen hasta 120 metros de fondo (…) y de aquí allá es mío, ahí se quedaba a usted nadie le decía nada (…). Para organizar los terrenos, el Gobierno a través del IERAC comenzó a intervenir en esas zonas de colonización.

Continúa Don Dany:

(…) Si efectivamente cuando yo llegué pues a Lago Agrio, al oriente ecuatoriano en ese tiempo era la provincia de Napo, todo eso era la provincia de Napo era el IERAC (…), bueno yo llegué antes de que este el IERAC, pero con eso de la colonización ya el IERAC de Quito pues daba, mandaba delegados para que ellos vayan a … a poner ya orden, porque la gente estaba entrando a coger las tierras donde iba la carretera para los pozo petrolero, ya la gente entraba a posesionarse y comenzaba hacer sus trabajos, entonces ahí ya el IERAC pues toma posesión también y va el IERAC pues ya, ya linderándose y legalizándole ya los terrenos,(…) Ponían también límites y hacían la topografía (…), usted llega hasta aquí, le daba dos mil metros de fondo por ciento, doscientos cincuenta metros de ancho y eso era una finca completa de 50 hectáreas que cada uno podía tener, entonces si pues, ya el IERAC tuvo algunos años de ahí ya se cambió el IERAC pues, entró el, INCRAE; INCRAE entró ya pues a reemplazar al IERAC pero, INCRAE, este no tuvo mayor alcance y luego le cambian y ahora es el INDA quien está (Dany, comunicación personal, 25 de septiembre, 2010).

La señora María Inés es de la comunidad San Pedro el Cóndor. Junto con Don Dany han creado dos estructuras organizativas dentro de FORCOFES, una de mujeres llamada “8 de Marzo” y otra “COSOFRON”, que agrupa a 9 organizaciones del cordón fronterizo.

María Inés (M) es una mujer pequeña, de cuerpo firme producto del trabajo constante en la finca a las orillas del rio San Miguel.

M.- La organización de mujeres eh… nosotros hemos formado esta organización con fines de trabajar unidas, las mujeres, en bienestar de las familias, porque hemos estado muy fregados en la frontera por las fumigaciones, no tenemos producción, no tenemos recursos, entonces hemos visto conveniente unirnos para trabajar, así sea en cualquier cosa, pero unidas para tener, para solventar las necesidades (María, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

Las familias del cordón fronterizo no poseen recursos para reembolsar las inversiones en semillas, animales, por la destrucción de sus suelos. Muchas familias han tenido que cruzar el rio San Miguel para cultivar la coca y mantener a sus familias, la arroba de hoja está a unos 10 dólares.

Las personas de la frontera relatan que sus necesidades estaban cubiertas antes del 2000, no había escasez de consumo. “En cuanto a su proceso de trabajo agrario, es aún lo más cercano al tipo mixto, una parte de la producción se destina a ser vendida a la ciudad de Lago agrio y otra reducida es para las propias familias” (Weitz, 1973, p.58).

Breve mirada a las fumigaciones

Como señala el estudio de la Comisión Científica Ecuatoriana8, sobre el sistema de aspersiones aéreas (2007), las fumigaciones comenzaron en el año 2000, con Glifosato concentrado al 43,9%, (por encima de las fórmulas comerciales 41%), más dos surfactantes POEA y Cosmoflux. Esta mezcla es denomina Roundup Ultra, aplicada en 23,4 litros por ha. A modo de antecedente, en enero del 2001 se aplicó una cantidad de 678.600 litros de Roundup Ultra sobre 29.000 ha.; en el 2002 se aplicó 3.000.510 mil litros de glifosato a 150.000 ha.

El estudio de la Comisión Científica (2007), indica que en Ecuador se hicieron pruebas genéticas sobre las afectaciones9, realizándose a mujeres de las comunidades del cordón fronterizo colombo-ecuatoriano, en las provincias de Sucumbíos (Ecuador) y Putumayo (Colombia). Los resultados fueron, que el daño genético en estas mujeres es de un 800% por encima del grupo control establecido por el laboratorio de Quito. Y un 500% superior a los daños encontrados en población de similares características en la Región Amazónica, a 80 km. de la zona de estudio.

Por otro lado, el suelo agrícola afectado por las aspersiones quedó dañado en sus componentes bioquímicos, la organicidad del subsuelo quedó contaminada al igual que se comprobó la toxicidad de las aguas de los ríos y esteros, el glifosato fue absorbido por la tierra dejándola improductiva, también las napas subterráneas absorbieron el toxico, y los animales de granja, peces, moluscos, aves y frutales quedaron contaminados.

Cuadro n°1.- Destrucción agrícola y ganadera a causa del Plan Colombia. (ANEXOS)

Como se puede ver en el cuadro que identifica las experiencias de los campesinos de la Frontera Norte, sus cosechas han quedado dañadas. Un total de 2.560 hectáreas entre café, cacao, yuca, arroz, entre otras, han quedado inutilizadas y 11.828 animales muertos, estas son cifras abrumadoras para familias que viven en situaciones de precariedad constante y que no poseen dinero para reponer las perdidas.

Los campesinos de los diferentes sectores visualizan su situación de la siguiente forma. Don José (J.), representante de la comunidad Santa Marianitas, hombre de 34 años, vital y dirigente de la comunidad nos señala los problemas que viven.

“¿Cómo tú has vivido el tema de las cosechas?” se le pregunta a J:

J.- Bueno, más sería desventajas porque aquí solo se está sobreviviendo desde que ha habido el Plan Colombia para acá, ha sido un caos, porque antes de eso uno sembraba una hectárea, cosechaba sus 35 a 40 quintales y hoy en día uno siembra una hectárea unos 5,6 quintales ya la tierra no produce, o sea, sólo se hace tusa, no se hace maíz, si no está con los químicos encima, ya no puede cosechar nada y así simplemente ha caído también más se ha perjudicado también más la vaina de la caída del café porque, anteriormente todos vivíamos del café (José, comunicación personal, 9 de octubre, 2010).

Don Felipe (F.), de la comunidad “5 de Agosto”, de unos 57 años, ante la pregunta de “¿Cómo ha ido avanzando la situación en la comunidad por la destrucción de la tierra para erradicar los cultivos de coca?”, nos cuenta.

F.- A ver, para el 2005, esa hectárea de arroz que le mencioné que producía de los 45 a 50 quintales, al igual que la hectárea de maíz en el 2005, en el año exactamente en el año 2004, 2005 llegó a producir cinco y seis quintales una hectárea de ambos productos, de ambos productos, de sandía digamos que se perdió por que nadie ya sembró, porque eso es cultivo más frágil, entonces ya, eh…, trabajar la tierra para sembrarle una planta de maíz o una mata de arroz ya no era productivo, porque usted lo que gastaba trabajándola a 60 dólares para trabajar una hectárea eso no le producía lo que usted sacaba para…, ni siquiera para la limpia (Felipe, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

Sobre el daño a la productividad también recogemos el testimonio de la señora María, que nos hace ver la situación de quiebre al que se ven expuestas las familias campesinas del cordón fronterizo, no surge, si hay una intencionalidad, un interés en esa frontera, para que desaparezcan estas familias campesinas, quizá que migren y despejen el área para que se utilice con otros fines no agrarios familiares, esto es una pregunta importante. Lo claro es que las situaciones contextuales han dejado a estas familias en una situación de insostenibilidad y por parte del estado no hay ninguna clase de ayuda sostenida en políticas de fomento que compense el desastre que viven a diario.

- ¿La productividad fue en el 90 más o menos, te acuerdas en el año del 90 más o menos, eh… era buena, muy buena, mala o muy mala?

M.- Era buena pues hay siquiera nos daba unos 30 a 40 quintales por hectárea de café (…) En el 2005 ya no teníamos nada, ya los cafés ya se habían muerto pues, ya estamos hablando ya, uuuhh, si es desde el 2001 que comenzó las fumigaciones, o sea, pero no nos dábamos cuenta porque iban decayendo los cultivos, porque ya no maduraba. Después viendo que los animales se morían, la gente se enfermaba, los niños enfermos, los animales muertos, entonces no pues dijeron esto es del tal Plan Colombia, eso es lo que está afectando por eso. De ahí para acá si el café iba muriendo, amarillando la mata y muriendo, la pepa iba quedando pequeñita, no servía, hasta, hasta, cuando llegó a valer un dólar y medio el quintal, hasta cuando ya no teníamos para que juntarlo (María, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

La descampesinización, pauperización de los procesos productivos

Las mismas estructuras políticas que fomentaron la Alianza para el Progreso, la Misión Andina en Ecuador, y diversos planes de desarrollo con una mirada de problematización centrada en lo interno (Barsky, 1982, p.83), son las que con la otra mano intervienen destruyendo las economías campesinas del sector fronterizo. Ya en los años ochenta se había intentado hacer algo similar en Bolivia (Viola, 1999). Estas violencias se reproducen con lógica fractal, desde lo macro hacia lo micro, en las relaciones geopolíticas, económicas y sociales. Sin embargo, lo que está en juego puede ser aún mayor, existen varios factores que se conjugan en esta situación, podemos aventurar una hipótesis como la descampesinización planificada, que es algo latente. Cientos de campesinos han abandonado sus comunidades para dejar el territorio, puede ser que grandes consorcios transnacionales tengan serios intereses en hacer de la Amazonía la “Gran Finca” de abastecimiento de carne para los países del centro económico, o la macro estancia para el monocultivo, como se observa cuando uno recorre el río Napo desde El Coca hasta Nueva Rocafuerte, límite con Perú. En todo el recorrido de unas nueve horas en lancha, se puede ver que ya no hay selva o bosques primarios, ni multicultivos, sino haciendas ganaderas, “El gobierno del Ecuador, por intermedio del Banco Nacional de Fomento, ha otorgado crédito preferencial para las actividades relacionadas con la ganadería a través de la entrega de préstamos con bajo interés para la compra de ganado y el cultivo de pastos” (Pichón, 1993, p.363).

D.- Ehh, en, antes de la fumigación había 84 familias, después de la fumigación quedan 24 (…). Y ahorita subieron vuelta a 36 pero luego han ido vuelta en desmedro nuevamente y estamos ahorita con 19 familias en el lugar de, de mi recinto (Dany, comunicación personal, 25 de septiembre, 2010).

Por otra parte, ¿por qué razón no existe una reflexión profunda sobre esta migración? Una posible respuesta es que hay intereses de por medio. La lógica de los sectores capitalistas sería atraer población a los centros de consumo y a bajo costo, los jóvenes en su mayoría han emigrado de las comunidades campesinas, y son mano de obra no calificada y a bajo costo en las ciudades, por ende, que exista esta migración favorece a los centros económicos. Immanuel Wallerstein lo explica así:

Cada vez que hay un estancamiento cíclico en la economía-mundo, uno de los resultados al fin de estos períodos es una movilización acrecentada de los proletarios urbanos contra la declinación del poder de compra. Así se crea una tensión que los capitalistas resisten. Ante la organización de descontento obrero surge la reorganización de la economía-mundo que puede lanzar nuevos productos, y ante la falta de demanda aumentarían los salarios, pero ¿Cómo hacer para que el nivel de ganancia, apropiación plusválico no disminuya? (…) Para compensar esta caída de plusvalía relativa, (…) [se puede] transferir algunos sectores de actividad económica que no son más muy rentables, hacia zonas donde hay una población rural importante, una parte de la cual podría ser atraída a nuevas localidades urbanas de producción, por salarios que representan para ellos un trabajo industrial mínimos (Wallerstein,1995, p.5).

Recapitulando, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Ecuador, en el año 1950 la población rural representaba el 72%, en el año 2001 fue a penas del 38%, por el contrario, la población urbana en la misma fecha fue de 4718.276 (INNEC, VI Censo de Población y vivienda, 2001). Desde el año 2007, dos de cada tres ecuatorianos viven en centros urbanos.

Planes, ONG´s y vivencias de los campesinos en la frontera norte

Las iniciativas en política social son difíciles de implementar, debido a que existen intereses desde la administración central, que no están ligados a las familias campesinas propiamente tales, sino a los negocios con las grandes empresas que poseen intereses en la zona. Esto está claramente reñido con las nuevas orientaciones del deber ser de las políticas públicas a nivel latinoamericano, que intentarían insertar modelos más neutrales y con una sensibilidad social territorial mayor.

La nueva visión de las Políticas Públicas se plantea, por ejemplo, que poseer un plan social significa acceder a una posibilidad de trabajo y capacitación, no necesariamente estar obligado a mantener un pensamiento político o bien a someterse a las decisiones de los llamados punteros políticos o referentes, lo cual abarca la posibilidad de no compartir plenamente las significaciones y las prácticas sociales de la política (Castrogiovanni, 2016, p.38).

Pero estas conductas de madurez política aún no ocurren en el contexto territorial de la frontera norte, que es eminentemente clientelar, apegado las tendencias de favoritismo de los tenientes políticos, caudillos y grupos de poder.

En los últimos años las políticas neoliberales, como la importación del maíz o el fomento del monocultivo (ley N° 7 de 1994, Reformatoria de la ley de desarrollo Agropecuario) han copado el sector agrario en la zona oriental amazónica del Ecuador. En el documento de Políticas Agrarias en el Ecuador 1990-1996 ya se hace patente que todo lo concerniente a franja de precios, o regímenes para mejorar la competitividad en la agricultura era relacionado con el sector exportador y de grandes propietarios, nada se dice sobre la protección del Estado a los pequeños campesinos.

M.- Lo cultivado perdimos, teníamos una hectárea de maíz, teníamos media de arroz, el café todo, todo el café se jodió pues ahí ya, eso ya no quedó nada. - ¿Nunca ha recibido algún bono de ayuda, de fomento algo así? – No, nunca. (María, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

D.- Ya, verá ehh, la finca que yo tenía la hacienda tenía 57 hectáreas como tenía deudas con el Banco pues tuve que ir fraccionando, vendiendo, vendiendo, vendiendo y hasta lo último pues ya le…, a las personas que vivían ahí les posesionaba una, dos, hasta cinco hectáreas y yo estoy que hasta ahoritas solo con unas 14 hectáreas me quedé de todo ese terreno, el resto del terreno pues tuve que entregarlo al Banco para que el Banco lo venda porque no pude pagar ya la deuda (Dany, comunicación personal, 25 de septiembre del 2010).

J.- Bueno las deudas llegaron un poco exprimidas, hicimos un paro los mismos dirigentes de la FEEP que en ese tiempo estaba Don Justo (…) ya lo llamamos a él a conversar que por lo menos nos perdone la mora, que nos perdone los intereses, aunque el capital lo devolvamos, nunca dijeron eso, ni un solo centavo, ni mora, ni interés, eran tan tercos y ellos vinieron a constatar, a los dos, tres días de la fumigación ellos vinieron a ver, mandaron carros, ellos llevaron las fotografías reales de tal fumigación, pero nunca nos perdonaron un solo centavo (…) - ¿Y porque Crees que FEEP no quiso?.-Bueno según ellos, que en primer lugar el señor que vino era europeo, era un español, ¡puta que el rígido que quería hasta el último centavo de mora!, ósea no entendía las razones (…) (José, comunicación personal, 9 de octubre, 2010).

M.- Así ellos han sacado préstamos para, en el Banco para ganado, para potreros, como con la fumigación se les murió el pasto entonces quedaron endeudados tuvieron que vender el ganado, el ganado se les enfermó, se les murió. - ¿Y con qué Banco? -Nomás con el Banco de Fomento (María, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

También en las comunidades de la frontera norte, por desarrollo se ha entendido la llegada de un cumulo de proyectos de corta vida. Observamos in situ esta situación, en la que, al no existir políticas y planes a largo plazo del Gobierno Central o el Gobierno Local, solo quedaban los proyectos, tenues cascarones de lo que debería ser una reflexión profunda sobre el desarrollo de los campesinos de la frontera norte (Paniagua, 1992).

Así como hace mención Alberto Paniagua, la privatización y el libre mercado se imponen, “la nueva ley de inversiones para el agro, que trae como elemento central la apertura o liberalización del mercado de tierras, es una clara señal de la opción por una desvinculación progresiva del Estado con respecto a las relaciones económicas prevalecientes en el campo” (Paniagua, 1992, p.214).

De esta forma se concreta el círculo vicioso en el que las ONG´s serán las responsables como entidades privadas de intentar dar algún tipo de soluciones, paliativas, por cierto, a un campesinado que se ve acorralado por las lógicas de la economía-mundo hegemónicas del neoliberalismo.

F.- Ehh, según decían que eran de, ehh, del Fondo Canadiense, hicieron sembrar borojó y la gente sembró borojó pucha.

- ¿Cuánta gente sembró?

- Por hectárea, por ejemplo, en la Cóndor la señora que entrevistó enantes, ellos sembraron toditos sembraron borojó, fue por la parroquia Santa Rosa sembraron borojó, más de unas cien personas hay que tienen ese borojó sembrado, ha, cuando el borojó no he que son, ya para cargar es como dos años, cuando empezó el borojó a cargar ya no le vieron más a los señores, ahí están con su borojó y no tienen que hacer con él. (Felipe, comunicación personal, 26 de septiembre, 2010).

D.- Ellos como Fundación Ecológica iban a ayudar a la gente en esta lucha del Plan Colombia y para que salgan los proyectos justamente para poder eh…, la gente trabajar y que la gente no abandone la frontera, pero el hombre nos decepcionó, nos decepcionó por completo a mí me decepcionó totalmente porque hicimos unos proyectos, mandamos proyectos, mandaba él a su tierra y decía que ya la plata viene, que ya la plata viene y nunca vino la plata. (Dany, comunicación personal, 25 de septiembre, 2010).

Breve señalamiento al trabajo con niños y sus familias, en la frontera norte.

Procesos de salud mental y comunitaria

Muy sucintamente explicaré que encontramos una población aproximada de 25 niños por sector. Todos ellos realizaban actividades agrícolas que les tomaba las mañanas y en ocasiones gran parte de la tarde, el centro de actividades eran las escuelas unidocentes que existían en cada comunidad, los niños y niñas se encontraban muy afectados por las fumigaciones y la situación de guerra en la frontera, eso quedó expresado en los diagnósticos efectuados 10.

Figura nº1.- Vanesa, niña de 12 años de la frontera norte, donde expresa lo vivido con las fumigaciones. (ANEXOS)

En los diagnósticos encontramos altos índices de estrés post traumático, depresión, ansiedad y en algunos casos trastornos cercanos a la paranoia con intromisión de pensamientos destructivos. El equipo de psicólogas/os trabajó incansablemente durante casi un año en sesiones de resimbolización de las experiencias traumáticas. A través de sueños, relatos, y dibujos, las niñas/os recordaban los vuelos rasantes de helicópteros y aviones, el tableteo de las ametralladoras y las incursiones de patrullas en las noches hacia sus comunidades, en donde sus padres debían atender y alimentar a los destacamentos, que nadie con certeza sabía de qué lado o bando eran.

Figura nº2.- Daniel Quiñones, Niño de 14 años de la frontera norte que muestra las consecuencias del bombardeo con glifosato en su comunidad.(ANEXOS)

Con las mujeres, madres principalmente, se realizaron trabajos corporales de desbloqueo de corazas defensivas, resignificación del sí-mismo, trabajos de auto estima y recuperación de sus cuerpos. A nivel comunitario se trabajó temáticas educativas, y restablecimientos de la confianza en el colectivo de mujeres, pues con las incursiones armadas, emergió una fractura en el tejido social de las comunidades y la desconfianza caló hondo destruyendo su diario vivir.

Algunas observaciones de los sentimientos y recuerdo expresados a través de los dibujos de niñas y niños en la frontera norte.

Figura nº3.- Fanny, niña de 15 años de la frontera norte, General Farfán, muestra los daños del bombardeo d glifosato que ha dejado a su familia.(ANEXOS)

Podemos observar en todos los dibujos de niñas y niños, la destrucción que se inflige desde los aviones, como lluvia desde el cielo desde donde caen los químicos hacia los hogares de estas/os niños. Recuérdese que es en plena selva amazónica. Allí no era frecuente ver estos aparatos en los cielos del lugar. Los rostros se encuentran bajo expresiones de estupor con las bocas abiertas, y los ojos no poseen pupilas, están vaciados. Las subjetividades fueron pospuestas o puestas en suspenso ante la violencia, el quien soy y las muecas del miedo emergen en estas/os niños, junto con los animales muertos y la enfermedad que son la tónica dominante del paisaje. Las plantas que otrora llenaran de vida las fincas ahora yacen mustias, quemadas por el tóxico y el agua se presenta imbebible mientras los peces muertos flotan rio abajo. Esta es la escena de infancia que recuerdan las niñas y niños de las comunidades bombardeadas por glifosato.

Para dar a conocer a modo de ejemplo, algunos de los valores encontrados en los diagnósticos referentes a niñas y niños de las comunidades afectadas, presento a continuación un breve cuadro de algunos hallazgos:

Cuadro n° 2.- Algunos Resultados de Evaluaciones Psicológicas. (ANEXOS)

Transformaciones del territorio

Las familias campesinas se han visto afectadas por la destrucción de sus espacios vitales y además por el negocio de las transnacionales que necesitan terrenos extensos para incrementar su comercio. El caso de las familias campesinas de la frontera norte ecuatoriana es un ejemplo de esto, en donde el estado finalmente ha tenido que elegir entre las políticas macroeconómicas con el modelo de supuesto chorreo económico mediante el incremento del PIB, o trabajar en pro del fomento a escala local y comunitaria. En el país se pensaba en una apuesta más local con los planteamientos del gobierno asumido en el 2006, pero en la práctica, lo que ha ocurrido es un incremento en las políticas macro económicas con poca visibilidad de lo local. Las familias campesinas del cordón fronterizo aún esperan las políticas de fomento a las fronteras, tal vez compras preferenciales de sus productos, almacenamiento y transporte, como mayor inversión en salud y educación de la zona petrolera, mientras tanto las familias campesinas siguen intentando sobrevivir a esta realidad. Algunos efectivamente ya han vendido sus fincas a los agroindustriales, y las personas más jóvenes en la región solo piensan en abandonarla en busca de mejores oportunidades. Como imaginario social dentro del país, esa región y el ser campesino en la frontera, poseen un lugar que es asignado dentro de la periferia, como algo olvidado incluso la Amazonía, fuera del imaginario de la extracción petrolera, casi no se visualiza como un lugar habitado por familias, este desconocimiento es acentuado por el poco interés que las políticas de estado tienen hacia los habitantes de la región. El estado, contantemente le ha asignado a la región y sus habitantes, que no se dedican a la extracción petrolera, un lugar secundario, continuando con una forma de ver el territorio desde los intereses de las transnacionales, la mirada bajo una construcción colonial es menospreciar la vida comunitaria que ha quedado supeditada a los llamados “grandes intereses”, que no logran impactar en el desarrollo local. Por ende, nos preguntamos, ¿De qué le sirve al país tener la industria de explotación petrolera, si no redunda en el bienestar de la población regional? “La maquinaria colonial no fue únicamente un entramado político, económico y militar dedicado a la brutal extracción de recursos mediante los métodos expeditivos de la explotación y la esclavitud. El expolio material conllevaba asimismo un expolio de lo simbólico-imaginario” (Polo, 2016, p.15).

Mediante este recorrido exploratorio se quiso poner de manifiesto la difícil situación por la que atraviesan las familias campesinas de la zona fronteriza norte en el Ecuador que los hace migrar abandonando sus fincas. Existen pocas políticas agrarias en la zona para las familias campesinas, más aún, existe una constante delegación, a entidades privadas como Fundaciones y ONG´s. La descampesinización y el monocultivo se están instalando en la zona y los consorcios internacionales poseen grandes intereses por la riqueza y extensión de los suelos si se lograra erradicar a estas familias campesinas. La propuesta es que el estado desarrolle políticas sociales y económicas, ya no desde la centralidad de Quito, sino que desde los territorios y a nivel comunitario, presentando planes y propuestas concretas para sacar los productos de las familias campesinas y elevar el nivel de vida de estas, como también el desarrollar planes de inversión en salud como hospitales con especialidades y educación como centros técnicos y universitarios, fomentando otras áreas de la economía más allá de los hidrocarburos, logrando reducir la migración de los jóvenes y revirtiendo el imaginario de exclusión social en el que se encuentran sumidos.

Contexto Histórico

 

1. En ese entonces aparecen los movimientos de liberación nacional, la revolución cubana (1959), la publicación de “Los condenados de la Tierra” de Franz Fanon (1961), La Conferencia de Bandug (1955). En este marco, “En pocos años se extendieron por todo el mundo movimientos de independencia, levantamientos anticoloniales y críticas antimperialistas” (Krotz, 2004, p.25).

2. Arturo Escobar menciona en su obra La Invención del Tercer Mundo que, en 1949, Harry Truman proponía la adopción de los valores de la modernidad eurocéntrica por parte de los países que no contaban con estas características. ONU, en 1951 pública un informe elaborado por un equipo de expertos, concluyendo que los países interesados en el progreso y desarrollo, deben dejar a un lado sus instituciones tradicionales y sus solidaridades de raza, credo, etcétera, que no son más que un lastre en este camino (Escobar, 1998).

3. Al respecto, un informe señala lo siguiente: “La más grave dificultad en el trabajo diario constituye el introducirse de modo eficaz y amistoso en la comunidad indígena en razón de que se desconoce el idioma aborigen y por la resistencia del campesinado a la obra de la misión, debido en gran parte a su larga historia de desconfianza en las autoridades (…) por el incumplimiento de ofertas anteriores a la Misión Andina en el Ecuador” Informe del período septiembre de 1956 – mayo de 1957 (Luscombe, 1957, p.4).

4. Con respecto a esta línea de la Cepal “Entre los años 1948 y 1953, se gesta una nueva escuela de pensamiento económico. (…) se analiza la suerte desigual entre el Centro y las Periferias económicas mundiales a través del examen de las relaciones comerciales. También se postula la necesidad de emprender o continuar la ruta industrializadora basada en el mercado interno de los propios países latinoamericanos (Guzmán, 1976, p.218).

Colonización e ideología del desarrollo

 

Metodología

5. “En noviembre de 1961, en el marco de una seria crisis económica y social, cae Velasco Ibarra. Al asumir Arosemena, es evidente que uno de sus intentos de fortalecer su gobierno frente a la posibilidad de que los militares asumieran el poder político consistió en tratar de canalizar las movilizaciones campesinas que se habían producido, impulsadas básicamente por la CTE y la (FEI)” (Barsky, 1984, p.127).

Inmersión Etnográfica

La Frontera Norte, Provincia de Sucumbíos

6. Para mayor profundización la/el lector se puede dirigir a la siguiente dirección web: http://www.ecuadorencifras.gob.ec/wp-content/descargas/Manu-lateral/Resultados-provinciales/sucumbios.pdf

 

7. Todos los nombres de las personas entrevistadas han sido cambiados para proteger sus identidades.

8. Para mayor profundización sobre estos datos y otros sobre cambios genéticos provocados por el contacto con glifosato en Ecuador, puede dirigirse a: http://prensarural.org/spip/IMG/pdf/Comision_Cient_fica_Ecuatoriana_ok.pdf

 

9. Estas pruebas genéticas buscaban trastornos a nivel genético provocado por las fumigaciones y fueron efectuadas en el Departamento de Ciencias Biológicas, Unidad de Genética, Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito.

 

10. Se aplicaron: a) el cuestionario CDS que contiene 66 elementos, 48 de tipo depresivo y 18 de tipo positivo. Estos dos conjuntos se mantienen separados y permiten dos subescalas generales independientes: Total Depresivo (TD) y Total Positivo (TP), b) el Test de la Familia versión de Corman (1961) que permite diagnosticar no solo la situación familiar de los sujetos, sino también estados emocionales y afectivos y c) también se pidió realizaciones de dibujos libres, en donde los sujetos expresaran su apercepción del contexto vital.

Discusión

conclusiones

Barsky, O. (1984). La Reforma Agraria en el Ecuador. Quito: Ed. Corporación Nacional en colaboración con FLACSO.

Barsky, Bonilla, Furche, Mizrahi, (1982), Políticas Agrarias, Colonización y Desarrollo Rural en Ecuador, Quito: CEPLAES

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Figura nº1.- Vanesa, niña de 12 años de la frontera norte, donde expresa lo vivido con las fumigaciones.

Fuente: Vanesa Jiménez

Figura nº2.- Daniel Quiñones, Niño de 14 años de la frontera norte que muestra las consecuencias del bombardeo con glifosato en su comunidad.Fuente: Daniel Quiñones

Figura nº3.- Fanny, niña de 15 años de la frontera norte, General Farfán, muestra los daños del bombardeo d glifosato que ha dejado a su familia.Fuente: Fanny Lalangui

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ANEXOS

Cuadro n°1.- Destrucción agrícola y ganadera a causa del Plan Colombia

Fuente: Comisión Científica Ecuatoriana, (2007). El sistema de aspersiones aéreas del Plan Colombia y sus impactos sobre el ecosistema y la salud en la frontera ecuatoriana. Quito, Ecuador. En: http://www.accionecologica.org/images/2005/fumigaciones/documentos/comisionct.pdf

Cuadro n° 2.- Algunos Resultados de Evaluaciones Psicológicas.

Fuente: Diagnósticos del equipo de investigación psicológica & Grupo de Investigación Acción Martín-Baró, 2008

Los valores encontrados en algunas comunidades, ante las evaluaciones psicológicas de los niños y niñas fueron los siguientes

Escuelas

Tipo de medición

Valores encontrados

Parámetro en total de número de estudiantes entrevistados por comunidad

Manuelita Sáenz

Rasgos depresivos: sentimiento de culpa

24%

25

Leónidas Plaza

36%

36

5 de Agosto

40%

38

Manuelita Sáenz

Rasgos depresivos:

Problemas de relacionamiento

 

37%

25

Leónidas Plaza

19%

36

5 de Agosto

44%

38

Manuelita Sáenz

Sentimientos de soledad

43%

25

Leónidas Plaza

34%

36

5 de Agosto

23%

38

Manuelita Sáenz

Baja Autoestima

46%

25

Leónidas Plaza

30%

36

5 de Agosto

24%

38

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ANEXOS

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El impacto del Sistema Nacional de Admisión y Nivelación y el acceso en los afrodescendientes a la universidad pública ecuatoriana

El impacto del Sistema Nacional de Admisión y Nivelación y el acceso en los afrodescendientes a la universidad pública ecuatoriana

The impact of the National System of Admission and Leveling and the access in Afro-descendants to the Ecuadorian public university

RESUMEN

Este ensayo estudia el impacto de las políticas que en materia de acceso a la educación superior gratuita ha implementado el Gobierno de Ecuador en los jóvenes afrodescendientes entre 2012 y 2014. A partir de los indicadores de ingreso universitario en el país proporcionados por el Sistema Nacional de Admisión y Nivelación (SNNA), se trata de responder sobre el número de afroecuatorianos que se inscriben, postulan y son admitidos en las universidades públicas, luego de presentarse al Examen Nacional (ENES). Se busca comprender qué puntajes promedios obtienen, tipo de universidades a las que son admitidos y la carrera escogida. Las conclusiones del estudio se orientan a comprender las razones por las cuales aún en el sistema público no se aplican las políticas de cuotas obligatorias a favor del ingreso a la educación superior de grupos históricamente excluidos y discriminados, según lo dispone el artículo 74 de la Ley Orgánica de Educación Superior (2011).

PALABRAS CLAVE: Educación Superior, Reforma educativa, Sistema Nacional de Admisión, Acciones Afirmativas y Afrodescendencia, LOES.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 9 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 8 DE NOVIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

ABSTRACT

This research studies the impact of policies on access to free higher education implemented by the Government of Ecuador for the youth afrodescendant between 2012 and 2014. From college entrance indicators in the country, provided by the National System of grading and admission (SNNA), is it to show the number of Afro-Ecuadorians Who enrolls, posit and are admitted to public universities, after submitted to the national examination (ENES). It seeks to understand what average scores obtained, type of Universities that are admitted and chosen career. The study´s finding are oriented to understand the reasons which even in the public system the policies mandatory quotas don’t apply for admission to Higher Education for Historically excluded and discriminated groups, as it provided by Article 74 of the Organic Law on Higher Education (2011).

KEYWORDS: Higher Education, Education reform, National System of Admission, Affirmative Action and Afrodescendant, LOES.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres. Ecuador

jhonanton@hotmail.com

John Antón Sánchez

FLACSO. Ecuador

k_valencia14@yahoo.com

Katy Valencia Caicedo

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IntroduCCIÓN

Al comenzar el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, el movimiento social afroecuatoriano ha actualizado su agenda política. Uno de estos puntos tiene que ver con mejorar la situación de acceso a la universidad por parte de los jóvenes afroecuatorianos: “Implementar en el sistema de educación una serie de medidas de carácter estructural que le garantice a los/las afroecuatorianos/as el derecho a la educación, al acceso al sistema y al desarrollo con igualdad de condiciones, sin restricciones raciales, regionales o de clase”. (Decenio Afroecuatoriano: 2015: 4).

Las organizaciones afroecuatorianas exigen que el Estado establezca una política pública que asegure el acceso a una educación superior de calidad al pueblo afroecuatoriano. Solicitan que el gobierno ponga en marcha el artículo 74 de la Ley Orgánica de Educación Superior LOES, que establece acciones afirmativas para garantizar, mediante cuotas obligatorias, el acceso a la Universidad a los pueblos históricamente discriminados.

Las organizaciones justifican su demanda de cumplimiento de las políticas de cuotas dado que pasados 6 años de expedición de la LOES éstas aun no arrancan. Más bien su implementación busca afianzarse en universidades privadas, pues en las universidades públicas el ingreso al sistema público universitario se ha garantizado de forma universal mediante el Sistema Nacional de Admisión y Nivelación SNNA. De modo que frente a las políticas de cuotas, hay dos posiciones: la institucional que argumenta que con la reforma educativa el acceso de los pueblos indígenas y afrodescendientes ha aumentado en un 50%, y que ahora más estudiantes de estas comunidades logran cupos gratuitos a la universidad pública. Por su parte, las organizaciones afroecuatorianas determina que con la reforma más afrodescendientes se quedan sin cupo, pues muchos afroecuatorianos reciben una educación primaria y secundaria de mala calidad, lo que los pone en desventaja con los estudiantes de las grandes ciudades o de los sectores más ricos, que a la hora de competir por un cupo mediante el examen de ingreso, al final sacan mejores puntajes. Con este contexto, el ensayo se propone analizar las políticas públicas que en materia de acceso a la educación superior ha implementado el Ecuador entre el 2013 y el 2014 y su impacto en el derecho a la educación superior en los jóvenes afrodescendientes del país.

Las preguntas de investigación que mueven el ensayo son: ¿en el contexto del país, cómo se debate e interpretan las acciones afirmativas para grupos históricamente excluidos? ¿Con el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión, la admisión de los jóvenes afroecuatorianos a la universidad pública es satisfactoria? Dependiendo de estos resultados, ¿se justifica la puesta en marcha el artículo 74 de la LOES sobre políticas de cuotas obligatorias?

El ensayo tiene cuatro partes. La primera contextualiza el debate político y académico respecto a las acciones afirmativas en la educación superior, como un punto de la agenda afrodescendiente. La segunda parte se centra en el acceso de los estudiantes a la Universidad mediante el SNNA por etnicidad. El tercer capítulo explora el perfil de los afroecuatorianos que se presentan al ENES 2013-2014. Aquí trataremos de responder cuantos jóvenes afroecuatorianos se quedan por fuera de las pruebas ENES sin oportunidad de cupo. La cuarta parte son las consideraciones finales orientadas a precisar los obstáculos para la aplicación del artículo 74 de la LOES.

La metodología del ensayo mezcla el análisis cualitativo con el cuantitativo sobre el fenómeno de la admisión de los jóvenes afrodescendientes al sistema universitario público. Para ello se toman fuentes estadísticas proporcionadas por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología SENESCYT respecto al Examen Nacional para la Educación Superior ENES. A partir de estos resultados se realizaran conclusiones orientadas a comprender si el establecimiento de cuotas obligatorias para garantizar el ingreso a la universidad a los grupos históricamente discriminados, en consonancia con el artículo 74 de la Ley Orgánica de Educación Superior LOES (2010), son efectivas o no.

Se cumplen 6 años de aplicación de la Ley Orgánica de Educación Superior (Octubre del 2010), la cual introdujo el tema de las políticas de cuotas o acciones afirmativas para garantizar, de forma obligatoria, el ingreso al sistema de educación superior a los grupos históricamente excluidos o discriminados en el Ecuador. (Art. 74 de la LOES, 2010). Estas políticas hacen parte de un paquete de medidas que la ley impulsa con el propósito de la modernización del sistema universitario como del mejoramiento de la calidad de la educación, la cual por mandato constitucional es gratuita, hasta el tercer nivel de enseñanza. ¿Qué ha pasado desde entonces con dichas políticas de cuotas con los jóvenes afroecuatorianos?

Las políticas de cuotas son un instrumento de aplicación de acciones afirmativas que el Movimiento Social Afrodescendiente en América Latina (Murillo: 2010, Mato y otros 2009) ha conquistado en distintos países. El punto de partida es la Tercera Cumbre Mundial contra el Racismo celebrada por las Naciones Unidas (2001) en la ciudad de Durban (Sur África). Allí se recomienda a los estados nacionales impulsar medidas o políticas públicas de acción positiva para resarcir las desigualdades, exclusiones y negaciones de derechos en la diáspora africana.

El dedebate sobre acciones afirmativas para afrodescendientes ha tomado relativa importancia, al menos en el contexto americano. Para Laura Segato las medidas de acción afirmativa “son mecanismos para compensar y revestir formas de discriminación negativa que recayeran históricamente sobre categorías sociales vulnerables, como por ejemplo la población negra e indígena” (Segato: 2006:13). Claudia Mosquera considera que “las acciones afirmativas hacen parte de las opciones para abordar las desigualdades sociales y la cronicidad exclusión histórica de las minorías etnicoraciales (Mosquera: 2009:6). En tanto que Fernando Hermida, de la Universidad de Brasilia, argumenta que “las políticas de acciones afirmativas, tanto en la educación como en el trabajo son parte de la historia de las ideologías antirracistas a escala internacional” (2007:215).

La aplicación de medidas de acción afirmativas ha sido experimentada con éxito desde muy temprano en el siglo XX. La India, Australia, Nueva Zelandia, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y Malasia, por ejemplo, mediante estos mecanismos han intentado ofrecer un tratamiento diferenciado a grupos de minorías raciales y culturales a razón de ser víctimas de la discriminación social (Hermida: ibídem). Su fin ha sido combatir el racismo con el establecimiento de medidas especiales en favor de la población afrodescendiente, como ocurrió en los Estados Unidos desde los años 50 y 60, generando más participación y distribución de la riqueza en sectores excluidos, aunque no necesariamente terminando con las prácticas de prejuicio racial. (Tubino, F. (2007).

Los distintos enfoques conceptuales coinciden que las acciones afirmativas, o medidas de acción positiva, tienen soporte en los instrumentos internacionales de derechos humanos (Antón, 2009). Se entiende que tales mecanismos son fórmulas de políticas públicas de tipo compensatorio para remediar las asimetrías generadas por factores asociados al menoscabo de derechos a grupos racializados, discriminados negativamente. Al menos así se desprende del Convenio III de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1958 (artículo 2), además de la Convención Internacional contra todas las formas de Discriminación (CERD), de 1965, entrando en vigor desde 1969, la cual introduce el concepto jurídico de “medidas especiales” de carácter transitorio para promover a los grupos perjudicados por el racismo y otro tipo de discriminación. De la misma manera, la CERD en su artículo 7 establece las “medidas inmediatas y eficaces en la esfera de la enseñanza, la educación, la cultura y la información”. Otro instrumento internacional de derechos humanos que debe precisarse es el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes, el cual en su artículo 26 obliga a que se adopten medidas para garantizar a los miembros de los pueblos interesados la posibilidad de adquirir educación en todos los niveles.

En América Latina y el Caribe la cuestión de las acciones afirmativas es más reciente. Comienza a cobrar fuerza desde las últimas dos décadas del siglo pasado cuando los movimientos sociales afrobrasileros demandaron del Estado políticas de cuotas raciales en el campo del empleo y la educación universitaria (Carvalho y Segato, 2002). Una experiencia exitosa fue en el 2002 con un decreto presidencial que reservaba el 20% de cargos federales para brasileros descendientes de africanos. Y si tomamos en cuenta este ejemplo podemos dar una aproximación conceptual a lo que significa las acciones afirmativas para afrodescendientes: las acciones afirmativas se definen como un conjunto de políticas de acción positiva de carácter temporal, en articulación de distintas instancias gubernamentales, ejecutadas a través de proyectos específicos de empoderamiento para los grupos culturales discriminados, en especial afrodescendientes, indígenas, mujeres y jóvenes, para garantizar su acceso a diferentes servicios: educación, salud, seguridad social, empleo, vivienda, generación de ingresos y otros.

Pastor Murillo (2010) argumenta que para ser posible una acción afirmativa, deben darse algunos requisitos: a) Que exista desigualdad real que ubique a un grupo de personas en desventaja frente al resto; b) Que la desigualdad se dé por la pertenencia a un grupo étnico, sexual, etario, religioso, económico, social, con discapacidad, etc.; c) Que el trato diferente sea razonable y proporcional; d) Que sea temporal hasta alcanzar la igualdad real. Ahora bien, para que tales medidas de acción afirmativas se concreten es necesario aplicar un amplio cuerpo legal y políticas públicas que favorezcan tales medidas.

Estas medidas han comenzado a aplicarse en Ecuador, como mecanismo para combatir el fenómeno de exclusión de los afroecuatorianos. Desde la Constitución del 2008 el Estado ha adecuado un ordenamiento jurídico y trazado un conjunto de políticas públicas con el interés de aplicar acciones que favorezcan a los grupos históricamente excluidos y discriminados. En el tercer inciso de numeral 2 del artículo 11 de la Constitución se establece que “El Estado adoptará medidas de acción afirmativas para promover la igualdad real a favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad”. Además, dentro de los derechos colectivos que la Constitución establece para los pueblos y nacionalidades (artículo 57) se determina “no ser objeto de racismo ni de ninguna forma de discriminación fundada en su origen, identidad étnica y cultural”

En septiembre de 2009 el Gobierno Nacional firmó el Decreto 60 mediante el cual adopta como política pública el Plan Plurinacional para eliminar la discriminación racial y la exclusión étnica y cultural. Una de las medidas concretas que el Plan contempla para superar el racismo y la discriminación contra los pueblos y nacionalidades del Ecuador, es por medio de acciones afirmativas que garanticen su inclusión social y sus derechos económicos. De allí que el Plan se propone el “Programa de Fomento y acceso a la educación secundaria y superior”. Este programa se dirige al establecimiento de una política de cuotas para garantizar el acceso a la educación secundaria y superior a todos los sectores históricamente discriminados (acciones afirmativas). (Antón, 2016).

La propuesta de cuotas para garantizar el acceso a los estudiantes afroecuatorianos e indígenas a la educación superior está refrendada en la Ley Orgánica de Educación Superior (2011) la cual en su artículo 74 establece: “Las instituciones de educación superior instrumentarán de manera obligatoria política de cuotas a favor del ingreso al sistema de educación superior de grupos históricamente excluidos y discriminados”. Este mandato de la LOES, reglamenta el inciso 2 del artículo 11 de la Constitución mencionado anteriormente.

El Debate sobre el acceso de los estudiantes de los pueblos y nacionalidades a las universidades públicas mediante los exámenes ENES

Uno de los mayores logros del Gobierno ecuatoriano, llamado de la Revolución Ciudadana, (2007- hasta la actualidad) ha sido la transformación del sistema de educación superior. De acuerdo con SENESCYT, “la inversión en educación superior pasó de 1.220 millones a 2.236 millones y esto implica un 2.1% del PIB que nos convierte en el país con mayor inversión en toda la región e inclusive mayor que los países de la OPEP (Países Exportadores de Petróleo), que invierten el 1,7%” 1. (Ver Figura 1.- Gasto público en educación superior, porcentaje del PIB. ANEXOS)

Según datos oficiales, la inversión ha tenido efectos: la tasa bruta de acceso a la educación superior entre los jóvenes de 18 a 24 años ha aumentado de 28,8 % en el 2006 a 31,4% para 2014. En tanto que la tasa de la población rural pasó del 10% en el 2006 al 22% en el 2014. De la misma manera se puede observar estos cambios para las poblaciones indígenas (8,8% al 23,8%), afroecuatorianas (16 al 22,4%) y 20% más pobre (2,7% a 21,3%). Según el SENESCYT, de la misma manera el porcentaje de personas que no asisten a la educación superior por razones económicas ha disminuido de 45,3% en el 2007 al 26,0% en el 2013. Figura 2.- Tasa bruta de educación superior en Ecuador.(ANEXOS)

Mientras el Gobierno afirma que con la reforma educativa los pueblos y nacionalidades han aumentado su nivel de ingreso a la Universidad, para las organizaciones sociales el problema está en las brechas que separan a estos jóvenes respecto al acceso de los mestizos y los blancos. Esta denuncia ya fue sistematizada en el Plan Nacional para el Buen Vivir en cual establece que: “una mejora sustancial del acceso a la educación, una disminución del índice de analfabetismo, la mejora de la calidad de la educación superior, mayor investigación, entre otros. No obstante, las brechas a nivel de etnia, género, edad, discapacidades, movilidad humana y territorio persisten” (PNBV: 2013, p. 183).

Las brechas de las que habla el Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 se sustentan en las disparidades observadas en la tasa neta de asistencia en educación superior que el país presenta en el censo del 2010. Según el INEC, para ese año la tasa neta de educación superior nacional fue del 22%, pero en los grupos blancos y mestizos la tasa fue superior con el 23,5% y 25,8%, en tanto que en la población afroecuatoriana fue más baja con el 9,9%, en los indígenas con el 8% y los montubios con el 8,7%. Las brechas que a nivel acceso a la educación superior se presentan entre los jóvenes de acuerdo a su condición de auto identificación son reflejo de la condición de la pobreza y la exclusión de los pueblos y nacionalidades. Este fenómeno de exclusión y pobreza el establecimiento lo denomina “fractura étnica” causado por la “persistente desigualdad” en el país, aspectos que tiene que ver principalmente con la negación de derecho a la ciudadanía plena.

Para combatir estas brechas por etnicidad en el acceso a derechos sociales, el Estado ha trazado un conjunto de políticas públicas con el interés de aplicar acciones afirmativas para los grupos históricamente excluidos y discriminados. En consecuencia, en septiembre de 2009 el Gobierno firmó el Decreto 60 mediante el cual adopta como política pública el Plan Plurinacional para eliminar la discriminación racial y la exclusión étnica y cultural (Antón: 2016). En el caso de la Educación superior, para garantizar el acceso a los estudiantes afroecuatorianos e indígenas a la educación superior, el artículo 74 de la Ley Orgánica de Educación Superior (2011) establece que “las instituciones de educación superior instrumentarán de manera obligatoria política de cuotas a favor del ingreso al sistema de educación superior de grupos históricamente excluidos y discriminados”.

Con el fin de universalizar el acceso a la educación superior de forma gratuita, sin discriminación, el gobierno nacional desde el 2012 implementó el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA), el cual aplica un Examen Nacional para la Educación Superior (ENES), en el que se evalúan aptitudes básicas que el estudiante necesitaría para entrar a la universidad. La política consiste en que se ofertan cupos en 2500 carreras que ofrecen las universidades públicas, los cuales se asignan de acuerdo al puntaje que el estudiante alcance mediante el proceso de aplicación, el cual posee 5 etapas: a) Registro; b) inscripción; c) evaluación; d) postulación; e) asignación y aceptación de cupos.

Tomando como base los datos del SNNA, el número de estudiantes de los pueblos y nacionalidades que en el 2013 aceptaron un cupo en una universidad pública ecuatoriana fue de 8.267, en tanto que para el 2014 fueron 10.849, lo que significa que ha existido una tasa de crecimiento del 31,23% entre 2013 y 2014. Desde el SENESCYT la aceptación de cupo de pueblos y nacionalidades en relación al total de aceptados en los cuatro últimos procesos se ha mantenido en términos relativos. La figura 3 muestra los porcentajes que presentaron los afroecuatorianos, indígenas y montubios respecto al total de los admitidos en los cuatro procesos de admisión a las Universidades según las pruebas ENES (Marzo de 2013, marzo 2014, septiembre 2014, marzo 2015), distribuidos por región geográfica sierra y costa.

Figura 3.- Aceptación de cupos de los pueblos y nacionalidades.(ANEXOS)

Un análisis más detallado del comportamiento de los pueblos y nacionalidades en todas las etapas del proceso de admisión del ENES (inscripción, examen, habilitación, postulación, asignación y aceptación del cupo) se puede comprender tomando como referencia la prueba de marzo 2015 en todo el país. Según SENECYT “La participación de afroecuatorianos, indígenas y montubios en el total presenta una tendencia de participación relativamente igual a lo largo del proceso de admisión al Sistema de Educación Superior”. (SENESCYT, 2015)2

La figura 4 muestra el comportamiento de los estudiantes indígenas, montubios y afroecuatorianos que se presentaron para la prueba de marzo de 2015.

Figura 4.- Comportamiento de pueblos y nacionalidades en el proceso enes de marzo 2015.(ANEXOS)

Según se lee de la gráfica los indígenas son el grupo que entre los pueblos y nacionalidades presenta mayor inscripción, incluso el doble que los montubios que son el tercer grupo, en tanto los afroecuatorianos se mantienen de segundo en todo el proceso. Sin embargo, es de notar que durante las etapas las curvas de descenso son pronunciadas para los tres grupos hasta llegar a la etapa de postulación, donde prácticamente los montubios alcanzan a los afroecuatorianos y los superan cuando llegan a la fase de aceptación de cupos.

El perfil de los afroecuatorianos que se presentan al ENES 2013-2014

Realizamos un análisis del perfil de los estudiantes afroecuatorianos que ingresaron al Sistema Nacional de Nivelación y admisión SNNA, y se presentaron a los exámenes ENES entre 2013 y 2014. Nos interesa saber cuántos postularon y finalmente cuántos alcanzaron un cupo, cuál fue el puntaje promedio, a qué carreras y en qué universidad.

Para el estudio utilizamos un informe reportado por el SENECYT el 12 de diciembre de 2014, donde se informa sobre los ciudadanos afroecuatorianos que ingresaron al Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA) para los ciclos de 20 de abril del 2013, 21 de septiembre del 2013, 29 de marzo del 2014 y 27 de septiembre del 2014. Según el reporte, entre el 2013 y el 2014 postularon para el proceso del ENES 27.864 jóvenes afrodescendientes. Señalando que entre un año y otro se representó una tasa de crecimiento del 183%. Lo que indica el interés de los jóvenes afroecuatorianos por conseguir un cupo. (Ver Tabla 1.- Resumen de ciudadanos afroecuatorianos inscritos en el SNNA 2013-2014. ANEXOS)

La pregunta es: ¿de los 27.864 inscritos cuántos finalmente lograron un cupo universitario? Según el reporte del SENECYT de este universo solo pasaron la segunda fase 16.513 estudiantes (59,3%), que sacaron más de 601 puntos sobre 1000, quedando por fuera 11,351 estudiantes, lo que equivale al 40,7. Del total que superaron el puntaje mínimo solo postularon a un cupo universitario 7885. En términos más gruesos, de los 27,864 estudiantes que se presentaron a los exámenes, solo el 28,2% pudo finalmente postular a una carrera. La conclusión: se quedaron por fuera del sistema universitario 19.979 jóvenes afroecuatorianos, que deberán esperar una segunda oportunidad.

Figura 5.- Estudiantes afroecuatorianos inscritos, admitidos y postulados en el ENES.(ANEXOS)

Según el reporte del SENECYT el promedio de notas de los estudiantes afroecuatorianos es bajo, de manera relativa con 642 puntos sobre 1000 (Tabla 4)(ANEXOS). Lo que da a entender la condición de los estudiantes para poder alcanzar un cupo en la Universidad. Además, del total de los jóvenes que obtuvieron más de 601 puntos (16.513) solo 1042 alcanzaron puntajes iguales o mayores a los 800 puntos, el equivalente al 6,3%.

Otro dato clave es que del total de los estudiantes ecuatorianos que gozaron de un cupo en la Universidad para los períodos 2013 y 2014 menos del 2,5% sean afrodescendientes. Ver tabla 2. Estos resultados obtenidos en los exámenes permiten comprender también la razón por la cual de los 27,864 estudiantes que se presentaron a los exámenes en los periodos 2013 y 2014 apenas 7885 postularon por un cupo, quedando por fuera de la Universidad 19.979 ( 71,6%)

Tabla 2: Puntajes del ENES por área de residencia de los ciudadanos afroecuatorianos. (ANEXOS)

Según el SENECYT, el número de los estudiantes afroecuatorianos que para marzo de 2014 alcanzaron un cupo fueron admitidos en 67 Instituciones de Educación superior (segundo semestre de 2014). Las 2 universidades que mayor estudiantes afroecuatorianos acogieron fueron la Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres (21%) y la Universidad Estatal de Guayaquil (20%), justamente estas instituciones están en las dos ciudades donde existe mayor asentamiento afrodescendiente, según el censo del 2010. De otra parte las 3 subáreas del conocimiento con mayor aceptación de cupo de estos estudiantes fueron: Educación comercial y administración (17%), ingeniería y profesiones afines (13%), y agricultura, silvicultura y pesca (11%). En tanto que las carreras que en mayor medida los estudiantes afroecuatorianos postulan fueron: Administración de empresas, ingeniera comercial, enfermería, ingeniería civil, odontología, derecho, contabilidad y auditoría, ingeniería mecánica y comunicación social e ingeniería mecánica.

En suma: del total de estudiantes ecuatorianos que participaron en el proceso de obtención de un cupo (2013-2014), el 3% fueron afroecuatorianos. La Tabla 3 muestra los promedios de participación afroecuatoriana respecto al total de jóvenes ecuatorianos. Lo que destaca es que para mayo de 2014, el porcentaje de afroecuatorianos que aceptaron un cupo respecto del total fue del 2.03%, el más bajo de los cuatro procesos, siendo el porcentaje más alto en el proceso de septiembre de 2013, cuando el 3.02% de todos los admitidos se auto identificó como afroecuatoriano.

Tabla 3.- Personas afrodescendientes como porcentaje del total en el proceso del SNNA.(ANEXOS)

 

En este ensayo hemos tratado de comprobar la tesis mediante el cual el gobierno afirma que con la reforma la educación superior ha permitido que más afrodescendientes entren a la Universidad. Analizando la información proporcionada por la SENECYT, aunque fragmentada y solo consolidada por pueblos y nacionalidades, podemos llegar a las siguientes conclusiones:

Según las bases de datos del SNNA entre 2012 y 2014, del total de los estudiantes que rindieron exámenes apenas el 2,88% fueron afroecuatorianos. De los estudiantes que fueron habilitados para postular al examen solo el 1,99% se identificó como afroecuatoriano. Mientras que el 2,54% de todos los estudiantes que alcanzaron cupo fueron afroecuatorianos. En suma, la participación de los afrodescendientes en todo el proceso del SNNA no supera el 3%. Los datos podría respaldar el reclamo que hacen las organizaciones afroecuatorianas al afirmar que con el sistema de admisión muy poco porcentaje de jóvenes entran a la Universidad. Por supuesto que estas cifras son opuestas a la afirmación del Gobierno que afirma que entre el 2006 y el 2014 la tasa de asistencia a la universidad ha aumentado el 23% y que incluso para indígenas y afroecuatorianos mejoró un 50%. Como es natural, estamos ante dos realidades distintas, pues una cosa son los datos del SNNA (datos reales de inscripción, aceptación, postulación y matriculación) y otra cosa son los indicadores de las encuestas de empleo y desempleo que miden las tasas netas y brutas de asistencia a la Universidad.

La motivación de este ensayo se basa en visión que el Gobierno Nacional posee en cuanto a la reforma universitaria que está democratizando el derecho a la educación superior. Pero esta percepción es rechazada por las organizaciones de los grupos étnicos, quienes consideran que con la reforma menos jóvenes indígenas y afrodescendientes están entrando a las universidades. Consideran que las políticas están ahondando la brecha de la desigualdad muy marcada entre éstos grupos y los mestizos y blancos, quienes han gozado de los privilegios raciales, han tenido mejor educación y han logrado educarse en los colegios urbanos, privados y de los ricos.

Los datos parecen afirmar que con las reformas del Gobierno de Ecuador al sistema de educación superior, el acceso a universidad se incrementa y quizá este impactando su democratización. Sin embargo es necesario examinar si dicho mejoramiento ha significado garantía, equidad, igualdad e inclusión a todos los jóvenes ecuatorianos sin distingo de su condición étnica a la universidad, o más bien las brechas de desigualdad persistente entre los jóvenes históricamente discriminados no se han cerrado, procurando su ensanchamiento, como en efecto las cifras aquí presentadas podrían dirigir una conclusión en ese sentido. Consideramos que la inconformidad con que las organizaciones sociales ven los resultados de estas políticas públicas, se basa en que el problema real de acceso a la educación superior en Ecuador no está en su posible incremento de cupos, sino en la brecha que se presenta entre los grupos de autoidentificación. Pues tal como se puede constatar aun las desventajas sociales en materia de preparación escolar y los pocos capitales sociales que las comunidades indígenas y afrodescendientes poseen, no han sido posibles de neutralizar las brechas. De no corregirse estas asimetrías, la desigualdad, la exclusión y negación de derechos ahondarían la matriz racial y de colonialidad que hace más pobres a las minorías. Situación que por su puesto obstaculizaría el objetivo supremo nacional de conseguir una sociedad del Buen Vivir y un Estado Plurinacional e Intercultural, según la Constitución.

En torno al debate sobre las medidas de acción afirmativas

1. René Ramírez, entrevista a la agencia de noticias Andes. http://www.andes.info.ec/es/noticias/gracias-ley-educacion-superior-universidad-ecuador-es-mucho-mas-democratica-eficiente.html (publicada el lunes 5 de octubre de 2015) consultada el 21 de octubre de 2015.

2. Power point: Información del acceso a la educación superior para la población afroecuatoriana. SENESCYT –SNNA. Quito, septiembre de 2015. Presentada en la mesa de coordinación del Decenio Internacional Afroecuatoriano.

CONCLUSIONES

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Fuente: Bases de datos SNNA. Elaboración: Producción de la información e investigación académica- SENESCYT, Fecha: 30/08/2015

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ANEXOS

Figura 4.- Comportamiento de pueblos y nacionalidades en el proceso enes de marzo 2015

Fuente: Bases de datos SNNA. Elaboración: Producción de la información e investigación académica- SENECYT, Fecha: 30/08/2015

Tabla 1.- Resumen de ciudadanos afroecuatorianos inscritos en el SNNA 2013-2014

Fuente: Área de Gestión de la Información, Bases SNNA 2014

Figura 5.- Estudiantes afroecuatorianos inscritos, admitidos y postulados en el ENES

Fuente: elaboración propia a partir de Área de Gestión de la Información, Bases SNNA 2014.

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Número de personas con auto identificación étnica: Afro ecuatorianos/as

PERIODO

No.

No. Total por AÑO

Tasa de Crecimiento

Abril 2013

2.403

7.270

183%

Septiembre 2013

4.867

Marzo 2014

5.976

20.594

Septiembre 2014

14.618

TOTAL

27.864

ANEXOS

Tabla 2: Puntajes del ENES por área de residencia de los ciudadanos afroecuatorianos

Fuente: Área de Gestión de la Información, Bases SNNA 2014

Tabla 3.- Personas afrodescendientes como porcentaje del total en el proceso del SNNA:

Fuente: Bases de datos procesos ENES, SNNA. Elaboración: Gestión de la información, SNNA, 2014

Periodo

Rinden ENES

Habilitados para postular

Aceptan cupo asignado

Mayo 2012

2,21%

2,17%

2,41%

Nov. 2012

3,30%

2,99%

2,69%

Abril 2013

2,58%

2,45%

2,55%

Sept. 2013

4,22%

3,58%

3,02%

Marzo 2014

2,11%

1,90%

2,03%

Nota ENES promedio por Área de Residencia Población Afro ecuatorianos/as

Año

PROCESO

RURAL

URBANA

2013

Abril

649

651

Septiembre

633

647

2014

Marzo

657

670

Septiembre

633

643

PROMEDIO

643

652,7

ANEXOS

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Repensar la antropología ante la crisis de la modernidad: el culto a la unidad de lo diverso

ARTÍCULO RECIBIDO: 14 DE JUNIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 10 DE NOVIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

A partir de este trabajo planteo un análisis del impacto de algunas de las ideas de la modernidad sobre dos de las relaciones fundantes de la antropología, por un lado, la relación naturaleza/ cultura, y por otro, la relación unidad/ multiplicidad.

La relación naturaleza/cultura constituyó uno de los principales núcleos cognitivos en la teoría antropológica; durante más de 40 años la clásica distinción levi-straussiana rigió como dogma de fe para los antropólogos. Inicio el escrito con un esbozo de las principales ideas surgidas de la modernidad y algunas de las contradicciones que ella misma ha engendrado, dando lugar a su posterior decadencia. Luego considero el concepto de cultura, centrándome en la distinción entre cultura tradicional y cultura popular. Analizo particularmente el quehacer antropológico, entre la modernidad y el colonialismo; para finalmente enumerar algunas de las reformulaciones que ha sufrido la antropología a partir de los grandes cuestionamientos a la modernidad.

Palabras clave: Antropología; cultura; diversidad; modernidad; naturaleza

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

In this work I raise an analysis about the impact of some modernity ideas on two of the founding relationships in Anthropology, on the one hand, nature/culture relationship, and on the other, unit / multiplicity relationship. The nature/culture relationship is one of the main cognitive cores in anthropological theory; during more than 40 years the Levi- Strauss’s classical distinction governed as a dogma of faith for anthropologists. I start the paper with an outline of the main ideas emerging from modernity, and some of the contradictions generated by her, giving rise to its subsequent decline. Then I consider the concept of culture, focus me on the distinction between traditional culture and popular culture. I’ll discuss particularly about anthropological work, between modernity and colonialism; to enumerate some of the reformulations that has suffered the Anthropology from the great questions to modernity.

Keywords: Anthropology; culture; diversity; modernity; nature

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Repensar la antropología ante la crisis de la modernidad: el culto a la unidad de lo diverso

Rethinking antrhopology to modernity crisis: the unity of the diverse worshirp

ABSTRACT

RESUMEN

María Alejandra Dellacasa

Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales – IGEHCS Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – CONICET Buenos Aires, Argentina

 

maledellacasa@yahoo.com.ar

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IntroduCCIÓN

El término modernidad nos remite a una configuración que adquiere la historia, particularmente en Europa, entre los siglos XVII y XVIII. En este sentido, la mayoría de los trabajos enumeran una serie de circunstancias que habrían dado paso a esta condición de la historia: la Revolución inglesa, la Revolución francesa y el surgimiento del Romanticismo alemán, entre las principales. Esta herencia histórico-cultural tripartita conforma el eje del proyecto moderno y del nuevo orden del mundo europeo, a partir de la producción de una “gran narrativa universal”. Aunque es importante mencionar que otro grupo de estudios ubica el inicio de la modernidad con anterioridad, entre los siglos XV y XVI, junto a las ideas del Renacimiento. En este caso se mencionan como hechos fundantes el descubrimiento de América y la expansión del mundo occidental (Dussel, 1992; De Sousa Santos, 1998); considerando el orden colonial como una dimensión constitutiva y a la vez una condición de la modernidad (Lander, 1993; Quijano, 1992).

La modernidad aparece asociada en Habermas (1991) a la Ilustración del siglo XVIII y al proyecto universalizante y utópico de la burguesía: igualdad, libertad y fraternidad; aun reconociendo la falta de realización de este programa con el avance del capitalismo. La idea fundamental es la de “progreso”, sosteniendo que la humanidad puede avanzar indefinidamente si el hombre llega a conocer las leyes básicas - físicas, biológicas, psicológicas, históricas, económicas y político-sociales- que rigen la naturaleza y la vida humana, tanto individual como colectiva. De ello se desprende una profunda preocupación por la producción de conocimiento y su rigurosidad científica. En el análisis de Marshall Berman (1988) acerca de las relaciones entre marxismo, burguesía y modernidad se destaca como uno de los grandes logros de la burguesía, el hecho de haber liberado la capacidad y el impulso humano para el desarrollo y la superación permanentes. De algún modo, desde esta perspectiva todos estamos forzados a innovar y pareciera que el que no cambia activamente, sucumbe.

Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores. Todas las relaciones estancadas enmohecidas, con su cortejo de creencias y de ideas veneradas durante siglos, quedan rotas; las nuevas se hacen añejas antes de haber podido osificarse. Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profanado, y los hombres al fin se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas. (Marx, 1888 citado en Berman, 1988: 90)

La modernización implica una idea de desarrollo rectilíneo, un proceso continuo en el que el presente se transforma en el pasado y lo viejo en lo nuevo, en un ir venir incesante. La concepción del tiempo experimenta un cambio radical, fundamentado en los avances tecnológicos y el mercado. Paralelamente, la modernidad nace de una desprotección espiritual, del abandono de las divinidades y de las respuestas teológicas respecto del origen y el destino de los hombres sobre la tierra. “Es ahora un ‘sujeto de saber’, el que reflexiona y toma conciencia de la historia que protagoniza, y de la razón que rebautiza todas las cosas y los hechos” (Casullo, 1993: 25); un sujeto que cuestiona toda autoridad externa, en tanto cercenadora de sus potencialidades, y postula la autonomía moral del hombre.

En el mismo sentido, en la política, se contraponen los poderes absolutistas al valor del pensamiento público autónomo, difundido inicialmente a partir de escritos de circulación limitada, cuyos autores son el primer esbozo de lo que será la figura de “los intelectuales” en la cultura moderna.

El acontecimiento de “la revolución”, plasmada en diferentes experiencias históricas y geográficas, inaugura la figura del pueblo, de la muchedumbre, de un sujeto colectivo (Berman, 1993). La revolución moderna muestra “el espectáculo de la democracia”, reivindica la esperanza de cambiar el mundo, la utopía y la libertad del hombre como camino. El proceso histórico de cambio que acompañó a la modernidad, fue descripto por Harzard (1988) como la crisis de la conciencia europea. La actitud autorreflexiva occidental (europea) se presenta originada principalmente por el contacto cultural. En la construcción del “Otro” no occidental hay implícita también una construcción de la mismicidad, el “Nosotros”. A la vez que se inauguran una serie de preocupaciones e interrogantes acerca de la subjetividad humana1. En este sentido, se presenta una tensión constante entre la identidad individual – propia del liberalismo económico- y la identidad colectiva de la república, de la multitud, del pueblo, “la communitas” de Rousseau2. La identidad moderna se presenta atravesada por este juego de ida y vuelta entre una subjetividad individual - dada por el cuerpo, el mercado, el derecho privado- y por una subjetividad abstracta y colectiva, vinculada a la burocratización y la democratización. En este movimiento, la subjetividad de los “Otros” –no occidentales- es negada, porque no se corresponde con la subjetividad hegemónica de la modernidad, el individuo y el Estado.

El Romanticismo Alemán3 presenta la modernidad como una escena trágica, un abismo histórico del que no hay retorno, en el que la unidad de lo verdadero, lo genuino y lo bello se extraviaron para siempre. “Lo moderno se presenta a la vez como aurora y crepúsculo del hombre, como sueño y desencanto” (Casullo, 1993:32). Desde esta perspectiva, la modernidad es percibida como una amenaza al modo de vida tradicional y como un signo de desintegración social. Algunos planteos del Romanticismo Alemán, que luego desembocaran en el resurgimiento de ciertas ideas racistas, son también impulsados en otros países (Francia, Italia) planteando una recuperación de la “verdadera” identidad.

Varios autores describen dos o tres fases del período moderno pero coinciden, en la mayoría de los casos, en identificar un último período de decadencia que abarca el siglo XIX y parte del siglo XX. En ese momento de crisis cobrarían mayor visibilidad muchos de los contrasentidos de la modernidad que ya se encontraban en el seno mismo de su génesis. Dicha etapa es identificada como “Modernismo” por Marshall Berman (1989); un movimiento asociado en principio al arte, pero mucho más abarcativo, que se presenta como una reacción contradictoria ante las fuerzas de la modernidad.

Ser moderno, es experimentar la vida personal y social como una vorágine, encontrarte y encontrar a tu mundo en perpetua desintegración y renovación, conflictos y angustia, ambigüedad y contradicción: formar parte de un nuevo universo en el que todo lo sólido se desvanece en el aire. Ser modernista es, de alguna manera, sentirte cómodo en la vorágine, hacer tuyos sus ritmos, moverte dentro de sus corrientes en busca de las formas de la realidad, belleza, libertad, justicia, permitidas por su curso impetuoso y peligroso. (Berman, 1988: 363)

Para superar un análisis del ocaso de la modernidad a partir de una dicotomía con el movimiento posmoderno, Edgardo Lander propone considerar otra dimensión constitutiva del mundo moderno: la colonialidad. Analiza la concepción occidental hegemónica de la modernidad a partir de dos mitos: la modernidad europea como el punto máximo y universal del desarrollo humano y la idea de que ese proceso universal es un producto interno del desarrollo europeo. Dichos mitos aún se encuentran presentes en los discursos coloniales contemporáneos plasmados en las figuras de: modernización, desarrollo, globalización (Lander 1998).

Otra propuesta superadora del análisis bipolar modernidad-posmodernidad, es el planteo de Arjun Appadurai que sugiere, al contrario de muchas de las grandes teorías de las ciencias sociales occidentales y de la teoría de la modernización, que la modernidad es un proceso auto-consciente y experimentado de forma dispareja. En este sentido, propone una “teoría del rompimiento” que coloca a los medios de comunicación y a los movimientos migratorios como las principales áreas de estudio para este proceso; explora sus efectos conjuntos en el imaginario como elementos importantes y constitutivos de la subjetividad moderna (Appadurai, 2001).

La razón se presenta como el valor supremo de la modernidad y como fe ordenadora que funda valores, saberes y certezas; fija formas de acceso al conocimiento y códigos universales para preguntarse sobre las cosas y los fenómenos. Es decir, que delimita qué es lo que se puede saber y qué es lo que no. La modernidad, en su actitud reflexiva toma la razón como su propio parámetro y extrae todo lo normativo y la justificación de sí misma, a partir de esta única entidad válida. “La Razón, con mayúscula, atribuyó así al mundo en su conjunto la estructura de un todo de totalidades” (Habermas, 2000:184).

La modernidad confunde y funde en lo que identifica como naturaleza, tres cuestiones: la realidad, la exterioridad y la unidad. Presenta como elemento esencial un proceso de nueva comprensión de lo real, del sujeto, de la naturaleza y de las formas de conocer esa naturaleza, a través de la razón. “Renunciar a los dioses y volver a la naturaleza” -decía Diderot-; pero leída desde la mirada racionalista, la naturaleza queda separada de sus tiempos oscuros y secretos, para regresar al mundo como signo.

El mecanicismo4, aportó parte de la confianza en la posibilidad de un conocimiento objetivo, universal y como consecuencia de ello, se produjo la separación entre sujeto y objeto. Al mismo tiempo, se presentó escindida la esfera de la razón, (y la aplicación del conocimiento científico con fines instrumentales) de las esferas ética y estética. De acuerdo al planteo –de tinte tecnofóbico- de Horkheimer y Adorno (1988) el ethos científico moderno, se representa en una errónea voluntad de poder y de dominio sobre la naturaleza, con fines netamente instrumentales cuya peor realización ha sido Auschwitz.

A fines del siglo XIX, comienza una crisis de la discursividad científicamente avalada del mundo moderno. Se inicia en Europa, particularmente en Alemania, una recuperación de los conceptos de etnicidad (que articula el volk, lo biológico y social) y de racismo, acompañado de un nuevo “primordialismo” y un “regreso a las raíces”. Se propone, a la vez, una redefinición de la relación entre naturaleza y cultura a partir de una recuperación de formas de organización social- que no se basaran sólo en lo económico- y una revalorización de los “pueblos naturales”, como crítica a la sociedad moderna occidental.

Además de la relación ya planteada entre naturaleza y cultura, el concepto de cultura cobra importancia a partir de los avances tecnológicos de la modernización. En la modernidad, la industria cultural y los medios de masas aparecen como los instrumentos más destacados de control social, mientras que la ciencia y la técnica se manifiestan como la fuente principal de una racionalidad instrumental que parece impregnar a la totalidad de la sociedad (Habermas, 2000).

A partir del surgimiento de las denominadas “sociedades industriales”, acompañadas de una complejización de las relaciones sociales, se habla de “cultura mundializada o globalizada”. La creciente preocupación teórica por la “cultura popular”, fue de la mano del avance de la tecnología y la urbanización en el siglo XIX. Los signos de transición de la denominada “cultura tradicional” a la “cultura popular”, han sido analizados tanto como prueba de cohesión y factor unificador (Whitman, 1950); como de un signo de desquiciamiento social, prueba de una energía subversiva y de decadencia (Arnorld, 1960). La cultura popular como producto de la modernidad, será el eje de los estudios de la Escuela de Frankfurt5. No nos detendremos en un análisis detallado de las ideas expuestas por esta corriente de orientación neomarxista, brevemente podemos decir que se plantea una crítica abierta y una lucha contra la cultura popular, como una “droga de la modernidad”. Según lo expresa Bigsby: “La edad de la máquina, no sólo posibilitó la popularización de la cultura, implicó simultáneamente la destrucción de la tradición, y por ende, de la idea de la cultura misma” (1982:26).

De acuerdo al planteo de Marcuse (1968), la modernidad ha creado una serie de necesidades “falsas”, entre ellas: descansar, divertirse, consumir; que se le han impuesto al individuo en base a intereses sociales particulares. El ethos moderno ha convertido el valor “verdadero”, en valor “de cambio”. Los bienes que consumen actualmente las sociedades occidentales son parte de la cultura popular, constituyen bienes específicamente producidos para el mercado, en los que los propios consumidores no participan del proceso de producción. “Cuando Marx describe a los intelectuales como asalariados, está tratando de hacernos ver que la cultura moderna, es parte de la industria moderna” (Berman, 1988:114).

La cultura tradicional o folk – a diferencia de la cultura popular- es concebida como preindustrial, un producto comunal enraizado en la experiencia cotidiana, en la que no se distingue el público de los ejecutantes y todos participan del proceso de producción.

El arte, la ciencia física, la teoría social como la del propio Marx, son modos de producción; la burguesía controla los medios de producción de la cultura, como de todo lo demás, y todo el que quiera crear, deberá trabajar en la órbita de su poder. (Berman, 1988:114)

La modernidad inaugura una nueva subjetividad histórica (Casullo, 1993), relatos que designan la unidad de lo múltiple, la identidad de lo diverso, la irrefutabilidad de la verdad -lo racional- y la universalidad de las certezas. “Un complejo proceso de particularismos contextualizados, en tránsito hacia un universalismo sin contexto... racionalización, burocratización, democratización, globalización” (De Sousa Santos, 1998:28).

Los filósofos de las luces afirmaban que por naturaleza el hombre es libre y que son las formas societales que concibe, de diferentes maneras, las que habilitan su dominación y condición servil. A partir de las ideas del derecho natural se elaboran las propuestas igualitarias y democráticas de soberanía popular, los derechos del hombre y del ciudadano que servirán como marco para constituir nuevas formas de organización política, alternativos al viejo orden autocrático.

El conflicto entre universalidad – particularidad se encuentra en el seno mismo de la modernidad, entre los valores universales que brotan de la razón -Voltaire, Kant y el racionalismo francés- y el reconocimiento de los “otros”, en tanto culturas particulares -Herder, Vico y el romanticismo alemán-. El espíritu de las luces y el hombre universal, frente al Volksgeist, el espíritu del pueblo y el hombre ‘determinado’ por su cultura. “Desde finales del siglo XVIII, la contienda entre estos dos grandes enfoques ha dificultado la armonización entre razón y cultura, entre pensamiento y tradición, entre unidad nacional y pluralidad…” (Díaz Polanco, 1998:62).

El Romanticismo Alemán impulsa el enfoque relativista, que propone considerar los valores de cada cultura en su propio contexto. Sin embargo, en base a una -errada- interpretación de las ideas pluralistas de Herder se abonaron parte de las ideologías extremistas, que luego dieron lugar al nacionalsocialismo y a la barbarie nazi. Si bien el período de formación de los estados nacionales durante el siglo XIX, mostró un predominio del universalismo racionalista; después de la Segunda Guerra, se dio un resurgir irrefrenable del particularismo cultural. En el plano del derecho, se presenta una marcada incompatibilidad entre los derechos étnicos o socioculturales (particulares) y los derechos y garantías individuales o ciudadanos, avalados constitucionalmente (universales).

En el fondo se trata de lo que Geertz ha caracterizado como la tensión entre el impulso esencialista (el estilo de vida indígena) y el empuje epocalista (el espíritu de la época), uno jalando hacia la herencia del pasado y otro hacia la oleada del presente. (Díaz Polanco, 1998:61)

La disciplina antropológica se redefinió y fue delimitando sus problemas y metodologías de trabajo, a partir de las relaciones que se establecieron entre centro y periferia. Cuando comenzaron a problematizarse las relaciones sociales dentro de las que se constituía el objeto de estudio y las dinámicas de poder -no sólo científicas- que los antropólogos mantenían con ‘sus nativos’; la antropología también comienza a cuestionarse a sí misma (Menéndez, 2002).

En una primera división del trabajo en el área de las ciencias sociales, la antropología se ubica en el estudio de los “pueblos primitivos”, sin Estado, sin historia, sin escritura, es decir al estudio de los “Otros”- no occidentales, no europeos-; mientras que la sociología estudia a “los civilizados”, con Estado, con historia, con escritura, es decir a “Nosotros”. Aunque, como señaló De Sousa Santos en referencia al trabajo de Levi Strauss, la coincidencia epistemológica entre ambas disciplinas “pasó a ocultar la asimetría (…) de que nosotros podemos transformarlos en nuestros salvajes, pero ellos no pueden transformarnos en sus salvajes” (De Sousa Santos, 1998:72).

La disciplina antropológica siempre se movió entre los terrenos encantados de la tradición y los dominios desencantados de la modernidad (Dube, 2006). El conjunto de dualismos: mito/ historia, creencia/ciencia, comunidad / Estado, emoción / razón, primitivo / civilizado, nativo / moderno, son parte de los contradictorios ejes fundantes de la empresa antropológica.

Por otro lado, la violencia epistémica que asistió al crecimiento de la antropología moderna, puede verse reflejada tanto en los principios evolucionistas como en las presuposiciones racistas. A partir de la década de 1930, período en que comienza a consolidarse la disciplina antropológica, se produce una reivindicación de lo étnico, lo indoamericano, lo africano, con un fuerte componente ideológico antiimperialista y anticolonialista. Comienzan a plantearse una serie de nuevos temas que serán objeto de investigaciones etnográficas en Inglaterra, Francia y Alemania, cobran intenso interés las cuestiones relacionadas con los mitos, la magia, las ceremonias y rituales religiosos. Alemania se convierte en el centro de las producciones teóricas en este sentido, planteando una especie de “regreso a la barbarie” y un reconocimiento decisivo de la cultura (Kultur) como parte de la naturaleza humana. Este período se caracteriza por una desconfianza de la racionalidad del ser humano y de la capacidad y posibilidades de la razón, expresada sobre todo en la crítica al concepto de civilización.

Paralelamente, el evolucionismo, fuertemente arraigada en el pensamiento antropológico, devino en justificación de la superioridad cultural y/o racial de del la sociedad occidental y de algunos grupos en particular. Al analizar las diferencias entre los seres humanos, la idea de raza se convierte en uno de los ejes centrales del pensamiento occidental en esta etapa. Las diferencias fenotípicas vinculadas a diferentes capacidades morales, intelectuales y el carácter jerárquico de esas diferencias, se transforman en conocimiento legitimado científicamente, riguroso y hegemónico. El período culmina con un cuestionamiento y la destitución definitiva de parte de los grandes relatos de la modernidad, las concepciones evolucionistas y difusionistas, relacionadas con el descrédito de las teorías macrosociales y la idea de una narrativa universal.

Avanzada la mitad del siglo XX, se presenta a la antropología como una disciplina que permite, por un lado, un abordaje biologicista, científico que propone ocuparse de “la naturaleza” a través de la antropología física. Y por otro, un abordaje social, cuyo objeto de estudio serán “las culturas”. Obsérvese el detalle de “la” naturaleza en singular y “las” culturas en plural, pareciera que justamente es desde ese lugar homogéneo de la naturaleza, que se vuelve posible leer la diversidad y multiplicidad de las culturas.

El giro de la antropología después de la modernidad, adquirió cierta individualidad estilística y homogeneidad temática: la práctica antropológica vista desde el ángulo de la escritura de etnografías y del antropólogo como autor6. La antropología denominada posmoderna, se ubica dentro de la corriente de la antropología interpretativa y en ella cobra importancia una preocupación por la (de)construcción del texto etnográfico, al margen de que este proceda o no, del trabajo de campo propio.

Dentro de los grandes cuestionamientos a la modernidad que influyeron fuertemente en varias de las reformulaciones de la antropología podemos identificar, en primer lugar, un eje epistemológico. En el que se discute el lugar privilegiado de la ciencia y la razón para acceder a la “verdad”, que se encuentra ahí afuera, esperando ser aprehendida. Dicha “realidad objetiva” tiende a involucrar, no sólo al mundo material, sino también al mundo social, histórico y psicológico. La realidad humana resulta asimilada a un aspecto físico-material y el hombre se vuelve una suerte de máquina biológica que puede abordarse con las mismas metodologías de las ciencias naturales. Esta manera de pensar la objetividad se articula con ciertas tendencias disciplinarias que consideran posible la producción de un conocimiento neutral -lo observado y narrado por el antropólogo- y que soslayan todo los aspectos políticos de dicha producción.

Posteriormente, la irrupción de las ideas posmodernas en la disciplina antropológica consolidarán una perspectiva según la cual lo dado aparece legitimado por la hegemonía de una concepción relativista de la realidad. En la antropología después de la modernidad, se percibe por un lado, un desplazamiento y ampliación del objeto considerado antropológico y por otro una toma de conciencia de algunos falaces fundamentos de la autoridad etnográfica (Clifford, 1995), así como de la relación de poder y dominación entre las culturas y los propios sujetos, antropólogo e informante.

En segundo lugar, un eje ontológico y metafísico, en el que se cuestiona la existencia de “esencias universales” y una naturaleza humana eterna e inmutable. Ésta última, dada “por una estructura estable del ser” que regiría su devenir. La antropología y el discurso moderno, afirmaban una multiplicidad ficticia, escasamente comprometida, puesto que en definitiva arriesgaba bastante poco y no ponía en juego nada “esencial”. Lo real, lo verdaderamente auténtico, seguía unificado bajo los principios de la naturaleza y de la razón. Posteriormente, la aparición de la corriente conocida como antropología simétrica (o no moderna) propone un reposicionamiento tanto de los investigadores, como de las herramientas de análisis, una reformulación, del modo de concebir el objeto de estudio. Incluyendo en este movimiento, una posibilidad de repensar los conceptos mismos de conocimiento y saber. Permitiéndose desconfiar, de aquello que se postula como parte de la “naturaleza” (Latour, 1993; Descola, 1986).

En tercer lugar, un eje político, a partir del cual se ponen en duda los grandes relatos fundadores, las macro teorías explicativas y el proyecto emancipador de la humanidad. En las décadas de 1970 y 1980, en el campo de la antropología, el cuestionamiento de las concepciones evolucionistas y difusionistas, condujo a una negación de la historia universal y a una recuperación del relativismo cultural. En la oposición naturaleza/ cultura la antropología accede realmente a una radicalización del relativismo cultural y de su crítica a la imagen del “primitivo”. La Posmodernidad plantea una crisis del sujeto, y con ello una disolución de las representaciones modernas y de los grandes relatos fundadores.

Por último un eje ético, dado por la puesta en duda de la posibilidad de una ética universal. Con la irrupción del posmodernismo, se plantea la imposibilidad de cambio al nivel de la sociedad, lo que hace que se centren todas las fuerzas en la realización personal, es el tiempo del “yo”. La ética deja de ser un valor universal para convertirse en una “ética de la situación”. Se ponen en tensión la ética universal y los derechos del hombre, con la ética y los derechos de cada cultura en particular. El resurgimiento del relativismo se apoyó, luego de la Segunda Guerra Mundial, en la negación de cualquier tipo de determinación de origen biológico. Pero luego, pasó a respaldarse en la negación de cualquier valor universal que pretendiera sustentarse por fuera de la colectividad cultural. Combatiendo, “…los errores del etnocentrismo con las armas del Volkgeist, colocando la individualidad, en la primera fila de los valores enemigos” (Díaz Polanco, 1998: 63).

Concluimos que lo que ha conducido inevitablemente a una crisis a la ciencia antropológica, no es la escasez y progresiva desaparición de los pueblos denominados “primitivos”, sino la debilidad científica de la explicación antropológica. Dicha debilidad proviene de un reparto indebido entre la unidad (de la naturaleza) y la multiplicidad (de las culturas).

“Se encaja mejor la multiplicidad, cuando uno puede descansar secretamente en una unificación previa. Se registran, por ejemplo, con mayor ecuanimidad las múltiples maneras de repensar el parto, por cuanto se sabe que se puede encontrar en la fisiología, una, y una sola definición, de la manera biológica de tener hijos” (Latour, 2005:3).

La antropología olvida que esa unidad de “naturaleza” es también producto de una construcción de la ciencia, bajo los principios de la razón. Ejemplo de ello, es la construcción y legitimación del concepto de raza, y su posterior negación y refutación desde las mismas ciencias biológicas, que lo habían enarbolado. Como afirma Menéndez (2002), el malestar en nuestra disciplina tiene que ver por un lado, con la dificultad de legitimación de la antropología en términos epistemológicos, pero por otro, con una producción académica de conocimiento, inseparable de las condiciones sociales e históricas que le dieron origen y sustento ideológico. La situación de la antropología en el contexto del colonialismo nos arrojó a la cara la imagen de una profesión profundamente tensionada por las luchas, por el control cognitivo y por la construcción de la verdad en el proceso de expansión capitalista europeo.

Cuando la antropología, en lugar de pretender construir explicaciones sobre los “Otros”, se coloca en continuidad y simetría con ellos está apelando a un profundo movimiento de descolonización del pensamiento y de la propia ciencia antropológica. En este sentido, la pluralidad de las relaciones y la multiplicidad de perspectivas hacen posible la construcción de “Otros”, a partir de una relación de desconocimiento recíproca (Viveiros de Castro, 2011).Las fronteras que separan la unidad y multiplicidad, la naturaleza y la cultura, deben dinamitarse. Proponemos hablar desde el “multinaturalismo”, más que del “multiculturalismo” y de nuevas “culturas primitivas”.

1. Recordemos que Hegel caracteriza la época moderna, como el principio de la subjetividad que asegura la libertad, mediante la razón.

 

2. Esta noción ha sido retomada y reformulada recientemente por el filósofo Roberto Espósito, que propone una contra-lectura del término a la luz de la filosofía política. Ver: Espósito, R. (2013) Communitas , Buenos Aires, Amorrotu Editores.

 

3. El romanticismo alemán es un movimiento artístico e ideológico que surgió a fines del siglo XVIII y reconoce dos grandes etapas – la primera y segunda generación-, sus principales exponentes fueron: Goethe, Schiller, Hoffmann, Wilhelm, Schubert, Schumann, Brahms, Strauss y Wagner, entre otros.

 

I - Modernidad, razón, ciencia y naturaleza

4. El materialismo mecanicista (Descartes, Diderot, Locke, Hobbes, Bacon) supone una interpretación de los fenómenos en términos de las partes que los componen, sin prestar atención a las interacciones que efectúan las partes y que favorecen el desarrollo de los sistemas..

 

5. Surge en la década del ’60, organizada en torno al Instituto de Investigaciones Sociales en Alemania, entre sus principales exponentes podemos mencionar a Adorno, Marcuse, Horkhimer, Benjamin y Habermas.

II - Repensando el concepto de cultura a la luz de la modernidad: Cultura tradicional Vs. Cultura popular

III - La relación unidad y multiplicidad

6. Una obra de referencia en este sentido, constituye el trabajo de Clifford, J & Marcus, G. (1986) Writing culture. The Poetics and Politics of Ethnography. Berkeley: University of California Press

IV - La ciencia antropológica a la luz de la modernidad

Reflexiones finales

Appadurai, Arjun (2001) La modernidad desbordada. Dimensiones culturales de la globalización. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Arnold, Matthew (1960) Culture and Anarchy. Londres: Cambridge University Press

Berman, Marshall (1988) Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Madrid: Siglo XXI Editores.

(1993) “Brindis por la modernidad”, en: Casullo, N. (comp.) El debate modernidad – posmodernidad. Buenos Aires: El cielo por Asalto.

Bigsby, Charles (1982) (comp.) Examen de la cultura popular. México: Fondo de Cultura Económica.

Casullo, Nicolás (1993) (comp.) El debate modernidad – posmodernidad. Buenos Aires: El cielo por Asalto.

(1999) Itinerarios de la modernidad. Buenos Aires: Eudeba.

Clifford, James (1995) “Sobre la autoridad etnográfica”. En: Dilemas de la cultura: antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna. Barcelona: Gedisa.

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Referencias Bibliográficas

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El giro epistemológico del pensamiento de Fals-Borda desde la sociología burguesa: el tránsito hacia una sociología latinoamericana

El giro epistemológico del pensamiento de Fals-Borda desde la sociología burguesa: el tránsito hacia una sociología latinoamericana1

The epistemological turn of Fals-Borda thought from bourgeois sociology: transit towards a latin american sociologyexcellency

La revisión del trabajo del sociólogo colombiano Orlando Fals-Borda evidencia un giro epistemológico en su pensamiento respecto a la tradición sociológica anglosajona, dominante en la disciplina durante buena parte del último siglo, por tanto, la transición hacia una concepción local y más reflexiva sobre la ciencia, característica de la mayor parte de su producción. Una mirada a las críticas de la sociología empírica norteamericana, desde su comprensión de sociología burguesa, aporta a la comprensión del contexto inicial de Fals-Borda y su tránsito hacia una concepción local de la sociología. El desarrollo del trabajo intelectual en relación con un compromiso político y un conocimiento profundo de la realidad particular determinan una perspectiva propia de la ciencia por parte de Fals-Borda. El estudio de la génesis del pensamiento del sociólogo colombiano permite entender el proceso de demarcación y construcción de una sociología latinoamericana.

PALABRAS CLAVE: Fals-Borda, Sociología Burguesa, Sociología Latinoamericana, Desconlonización del saber, Ciencia Local.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 2528-7907.

The review of the work of colombian sociologist Orlando Fals-Borda is evidence of an epistemological turn in his thought compared to the american sociological tradition, dominant in the discipline for much of the last century, therefore, the transition to a local and more reflective conception about science, characteristic of most of his production. A look at the criticism of american empirical sociology, from the understanding of bourgeois sociology, contributes to the understanding of the initial context of Fals-Borda and the turn to a local conception of sociology. The development of intellectual work in base to a political compromise and a deep knowledge of the particular reality help to determine a perspective of science by Fals-Borda. The study of the genesis of thought of Colombian sociologist can explain the process of demarcation and construction of a Latin American sociology.

KEYWORDS: Fals-Borda, Sociología Burguesa, Sociología Latinoamericana, Desconlonización del saber, Ciencia Local.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 2528-7907.

ARTÍCULO RECIBIDO: 15 DE MAYO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 3 DE OCTUBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

1. Texto basado en la Ponencia presentada en el I Congreso Internacional de Sociología “Pensadores Latinoamericanos”, realizado en la ciudad de Machala (Ecuador) en Junio de 2015.

RESUMEN

ABSTRACT

Alexander Pereira-García

Universidad Nacional de Colombia. Universidad del Rosario

Secretaría de Educación de Bogotá. Colombia

apereirag@unal.edu.co

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El sociólogo Orlando Fals-Borda, uno de los fundadores, en 1959, de la primera facultad de Sociología de América Latina, en la Universidad Nacional de Colombia, inició su formación rigurosa en Sociología en Estados Unidos en el contexto de una tradición sociológica que llevó del funcionalismo inicial de la disciplina hasta la consolidación de una ciencia social empírica que afirmaba una perspectiva objetivista y totalizante de la ciencia occidental, que determinó una particular forma de abordaje de la realidad social que fue categorizada por los críticos marxistas como Sociología Burguesa. Se afirmó que la pretendida neutralidad de la sociología anglosajona no era tal, por el contrario, estaba cargada de ideología, se constituía en un mecanismo legitimador de un orden social particular: el burgués, liberal y capitalista. No obstante, esta sociología dominó el panorama intelectual de las ciencias occidentales durante buena parte del último siglo, por tanto, la formación inicial de muchos sociólogos estuvo atada a ese marco. En el caso de Fals-Borda, la confrontación entre las perspectivas de la sociología dominante y la realidad particular de su contexto nacional, permitió una transición desde ese marco de referencia epistemológico hacia uno propio, que se caracteriza por compadecerse de las condiciones propias de su experiencia y poner el conocimiento al servicio de la transformación social.

El alejamiento de los marcos de referencia de la sociología anglosajona y eurocéntrica permiten la emergencia de una sociología latinoamericana, proyecto en el cual Fals-Borda realizó un significativo trabajo. Fals-Borda, entonces, hace propios los debates con respecto a la ideologización del conocimiento y a las necesidades de descolonizar el saber, asuntos que han hecho parte de las discusiones en torno a las posibilidades de una sociología autóctona. El texto propone una revisión de los elementos constitutivos de la Sociología Burguesa y el posterior giro del pensamiento de Fals-Borda desde el referente inicial de su formación, giro que determina un aporte relevante a la construcción de una sociología latinoamericana. Se considera que un replanteamiento sobre la naturaleza y el papel mismo de la ciencia ha contribuido a la emergencia de una disciplina local capaz de comprender las condiciones propias de la América Latina en su alejamiento de los referentes y las lógicas del pensamiento social eurocéntrico y anglosajón.

El texto clásico de la soviética Galina Andreieva (1975) titulado Crítica a la Sociología Burguesa Contemporánea es un buen referente para pensar el tránsito del pensamiento del sociólogo colombiano Orlando Fals-Borda, desde su formación inicial llevada a cabo en Norteamérica. El libro trae a colación uno de los asuntos más relevantes para la compresión de la ciencia social contemporánea y, en particular, de una sociología latinoamericana, aquel que trata y desmiente la supuesta neutralidad del conocimiento que aseguraba la ciencia social clásica. Un cúmulo de publicaciones, incluso la de Andreieva, pusieron en evidencia la postura crítica que desde la otra orilla del mundo bipolar característico de la Guerra Fría afirmaba el carácter ideológico del conocimiento occidental. Respecto a las ciencias sociales se llegó a asegurar que estas constituían mecanismos de legitimación de un orden establecido en los términos de las lógicas del liberalismo capitalista como proyecto colectivo de la modernidad.

El concepto de Sociología Burguesa perdió, de cierto modo, su vigencia interpretativa con la emergencia de corrientes teóricas más contemporáneas en la sociología, algunas de las cuales acusaron, a su vez, a las críticas provenientes desde la Academia de Ciencias Sociales de la URSS, y desde otras fuentes marxistas, de ideológicas. No obstante, la ciencia como problema de estudio de la sociología empezó a ganar un terreno amplio en los análisis de autores tan relevantes como Foucault (1967), Gramsci (1967) y Althusser (1988), quienes evidenciaron desde sus propias posturas dicha cuestión y, específicamente, la llamada Sociología del Conocimiento3 asumió el estudio del carácter ideológico de la ciencia y de sus prácticas. Desde esta perspectiva puede afirmarse que la importancia del problema de la Sociología Burguesa se encuentra en el reconocimiento tácito de que existen otras formas de abordar el conocimiento y la ciencia social desde contextos locales o, por lo menos, desde una multiplicidad de referentes.

Es en el contexto de una Sociología Burguesa, y de las discusiones suscitadas a su alrededor en donde inicia la trayectoria intelectual de Fals-Borda, esto es, en el marco de la sociología empírica dominante en los Estados Unidos hacia la segunda posguerra, esto es, desde finales de 1950 aproximadamente, que seguía una línea directa con la tradición sociológica desde el funcionalismo originario de la disciplina en Europa. De tal suerte, las primeras producciones académicas de Fals-Borda (1961; 1968) evidencian como referente las categorías centrales de la sociología estructural-funcionalista y sus formas de pensar la sociedad como sistema y como estructura, la reflexión sobre la naturaleza de las instituciones sociales y las dinámicas de la estratificación social desde dichas perspectivas y, los análisis sustentados en datos y explicados en términos estadísticos, entre otros asuntos; pero, particularmente, la comprensión de la sociología como ciencia, esto es, como forma de conocimiento neutral, objetivo y universal pueden leerse en el pensamiento inicial de Fals-Borda.

La idea de sociología burguesa, coincide con una acusación a la disciplina de ser una reivindicación ideológica del orden social burgués, capitalista si se quiere, que conlleva dos elementos centrales: la defensa del individualismo y el reconocimiento de la sociología como ciencia objetiva y neutral, condiciones determinadas por su base empírica. El influyente sociólogo Jeffrey Alexander en su obra clásica Las teorías sociológicas desde la segunda guerra mundial (1992) hace un énfasis particular en la teoría individualista del orden y ubica a Parsons, teórico central del enfoque estructural-funcionalista, como “la figura que […] creó el marco para el debate contemporáneo” (Alexander, 1992) reconociendo que en la importante obra de Parsons, “La estructura de la acción social”, se evidencia una clara ambición ideológica y social, la de revivir y reformular la ideología liberal considerando que su base central, la fe en la integralidad del individuo y en su capacidad de raciocinio, había mostrado su fracaso en el periodo de entreguerras (Alexander, 2000). Los escenarios teóricos propuestos por Parsons y su Teoría del Sistema Social, constituyen una influencia determinante para el enfoque sociológico vigente en Norteamérica en su momento.

Andreieva (1975) expresaba que la nueva tendencia empírica de la sociología del siglo XX, que surge en la “profunda decepción por la esterilidad de la tradición sociológica burguesa del siglo XIX”, tiene como pretensión convertirse en un conocimiento exacto, como el de las ciencias naturales, por tanto, elevarse como conocimiento objetivo y neutral, cuyo resultado son las leyes generales de la sociedad que deben establecerse, correspondiendo con un clásico debate característico del surgimiento de la disciplina desde Comte que pasa por el funcionalismo. Al respecto afirma Andreieva (1975, p. 12) que “el surgimiento de la sociología positivista de Comte no sólo refleja determinadas exigencias de la concepción burguesa del mundo en desarrollo, sino que representaba indudablemente una reacción contra la esterilidad de los esquemas y construcciones de la vieja filosofía de la historia”. Tal perspectiva ayudó a legitimar la nueva disciplina en términos de los reclamos de la burguesía emergente que consolidó, a su vez, las profundas concepciones conservadoras de su condición de clase, de donde la tarea de la sociología se reduce a “encontrar, descubrir y reducir al mínimo estas leyes naturales invariables” (Andreieva, 1975, p. 13).

La sociología empírica, resultado de sus bases positivistas, constituye, pese a sus pretensiones racionalistas, “un instrumento muy sutil de la apología al capitalismo” (Andreieva, 1975, p. 4). La noción de progreso está permeada por un ideal de sociedad estática, siendo las diferentes etapas del desarrollo social únicamente fases del mismo proceso evolutivo, por tanto, justificando la idea de orden: “La metodología del positivismo -que determina las construcciones sociológicas de Comte- tenía una relación evidente con esta tarea social: la necesidad de unir el orden existente con los procesos de cambio que ocurren en él, lo que origina la representación de la sociedad como un todo, como un sistema de vínculos funcionales y de dependencias, lo que le atribuye los rasgos de un organismo determinado” (Andreieva, 1975, p. 15).

Dicha tarea se justifica analizando los hechos de manera experimental, por tanto, elevando la sociología al rango de ciencia y desprendiéndola de su antecedente metafísico, especulativo, a la vez que delimita su tarea: el establecimiento de una ley natural invariable. El positivismo, afirma Andreieva (1975, p. 32) “es propio del liberalismo burgués, y su deseo teórico de colocarse por encima del materialismo y del idealismo”, convirtiéndose en una filosofía práctica de la sociedad occidental basada en la idea del orden, de donde entre las tareas de la sociología burguesa del siglo XX se incluyó una lucha contra la sociología marxista y sus lógicas basadas en la noción de conflicto y lucha de clases, muy a pesar de los intentos de autores como Coser de conciliar conceptos del estructural-funcionalismo y la teoría del conflicto. De allí que Andreieva (1975) haga énfasis en la correlación entre sociología e ideología: la sociología como componente importante de la concepción del mundo en vista de su carácter específico se encuentra en relación especialmente estrecha con la ideología. La ciencia social no puede existir independientemente de los intereses sociales. Incluso las representaciones más generales de las relaciones sociales del proceso histórico han estado siempre estrechamente vinculadas a los ideales socio-políticos (Andreieva, 1975, p. 35).

Laurin-Frenette (1980) coincide en su crítica a la moderna sociología burguesa afirmando que las proposiciones de la teoría funcionalista tienen un carácter ideológico bien específico que es opuesto a la pretensión de objetividad, neutralidad y carácter científico que siempre reclamó con el argumento de que sus producciones estaban centradas exclusivamente en los “hechos”: “La teoría parsoniana puede considerarse como la formulación sociológica más compleja y más elaborada de las categorías de la ideología liberal y también la única que intenta articular dichas categorías de tal modo que la noción central de sujeto ya no aparece explícitamente como una categoría axiomática y definida a priori. La eficacia ideológica de la sociología de Parsons es tanto más notable cuanto que está mejor disimulado el carácter arbitrario de esta categoría central […] el hecho de que la posición en la jerarquía equivalga a una recompensa y que dicha recompensa sea proporcional al mérito y, naturalmente, al mérito individual, representa, como se sabe, el postulado ideológico fundamental que la sociología funcionalista intenta demostrar” (Laurin-Frenette, 1980, pp. 123-124).

El sentido subjetivo de la acción de Weber está en la base de esta idea de estratificación, sin embargo, Parsons agrega que la orientación de la acción está determinada por la cultura, que involucra los valores comunes de la sociedad lo que logra “evitar que sea formulado explícitamente el postulado de la determinación de la acción a partir de la naturaleza individual del actor” (Laurin-Frenette, 1980, p. 124). Las ideas sobre la estratificación social, desde la perspectiva del funcionalismo, por tanto, están centradas en la relación función-valor, de tal modo que la posición de los sujetos en la estructura está determinada como recompensa por su aportación al sistema, de tal modo que el estatus o el rol otorgado al individuo es un resultado del acatamiento de las normas y las prescripciones sociales.

En Weber, en Parsons y en general en las representaciones de la sociología burguesa el hecho social se reduce a una condición de individualidad. Las teorizaciones de este tipo de sociología, legitimadas en una base empírica que les otorga el estatus de cientificidad no son más que una reivindicación de un tipo de sociedad delimitada por los marcos del liberalismo burgués y sus reclamaciones por parte de la clase dominante. Las aproximaciones alternativas a la realidad social, que cuestionan la hegemonía del individualismo y de la pretendida neutralidad del conocimiento occidental, se constituyen en superación del modelo epistemológico dominante, construido desde la experiencia europea y norteamericana cuya tradición no es coherente con las realidades propias de la América Latina. Es precisamente a partir del reconocimiento y crítica del individualismo exacerbado que logra Fals-Borda (1985) transitar hacia una mirada más cercana a las perspectivas marxistas sobre la sociedad como superación del mismo.

La perspectiva funcionalista ciertamente está alejada de la segunda tradición teórica también dominante en la sociología moderna, la del marxismo, que reclamaba la necesidad de establecer un vínculo entre teoría y praxis. No parece, en el caso de Fals-Borda, que el autor hubiera tenido un encuentro con el marxismo en sus inicios, no obstante, este fue capaz de hallar desde la sociología empírica una oportunidad para la transformación que Marx reclamó de manera clara en una de sus 12 Tesis sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Marx, 1982). Las posturas del funcionalismo, de hecho, fueron señaladas por los críticos marxistas de constituirse en una sociología burguesa, parcializada, y, en términos de Althusser (1988), en una herramienta ideológica de la burguesía en su intento de legitimar el orden capitalista, lo cual delimita el debate sociológico entre posturas como el funcionalismo y el marxismo. El debate relativo a la Sociología Burguesa, como marco para la revisión de la obra de Fals-Borda, se justifica en tanto la formación y la producción iniciales del sociólogo están demarcadas por un tipo de comprensión de la ciencia social en términos del enfoque funcionalista y empírico de la misma y en una suerte de estructural-funcionalismo más atemperado, como lo llama Pereira-Fernández (2009), “es decir, a mitad del camino entre la gran teoría y el empirismo” (p. 215), en todo caso, en una sociología determinada por el pensamiento liberal.

El trabajo de doctorado de Fals-Borda titulado Campesinos de los Andes (1961) representa un estudio pionero en la Sociología colombiana que aparece “pese a que su difusión inicial en Colombia fuese limitada, como una nueva etapa por su temática, sus marcos de referencia y sus técnicas de investigación, en el todavía muy pobre panorama investigativo nacional” (Jaramillo, 1996, p. 54). Fals-Borda (1961) implementa en dicho estudio las bases del trabajo empírico, la observación y la constatación directa de los fenómenos sociales en el lugar en el que se producen, desde la pretensión de estudiarlos “sin parcialidad ni prejuicio, tal como es realmente” (Fals-Borda, 1961), por tanto, reafirmando una postura clásica sobre el conocimiento científico, que posteriormente, va a deconstruir, para el análisis de la realidad de los campesinos de Saucío, una región del departamento de Cundinamarca, cercana a Bogotá y ubicada en uno de los altiplanos de la cordillera de los Andes. La recurrencia a categorías de estructura e institución, entre otras, en su análisis muestran una influencia de la sociología estructural-funcionalista, particularmente de Talcott Parsons, autor considerado un clásico en la tradición de la sociología, si bien, Pereira-Fernández (2009, p. 214) asegura que los primeros estudios de Fals-Borda no pueden ubicarse fácilmente en el enfoque estructuralista sino más bien en torno al “utillaje metodológico y teórico proveniente de la tradición microsociológica estadounidense”. Aunque las categorías parsonianas estén caracterizadas por un alto nivel de abstracción fueron lo suficientemente influyentes en la consolidación de una sociología anglosajona muy determinante de los análisis sociales del momento.

La comprensión del atraso campesino colombiano en Fals-Borda (1961) parece ser una lectura de la realidad desde la clave del progreso; el sociólogo tiene presente la idea de transformación desde los inicios de sus reflexiones, sin embargo, prevalece en este estudio el problema del tránsito desde la ruralidad a la modernización en un sentido positivo. En cualquier caso, Fals-Borda (1961) pretende superar las interpretaciones que llama románticas de los problemas rurales en Colombia, a favor de las científicas, esto es, desde una perspectiva racional, soportada en los datos: “el enfoque sociológico moderno, con sus análisis, su estudio de los procesos, su interpretación de las estadísticas y sus intentos de predicción, es indispensable para la determinación de muchos de los problemas de Colombia” (Fals-Borda, 1961, Prefacio). Respecto a esta obra de Fals-Borda el sociólogo Cataño (2008, p. 80) afirma que “su rasgo dominante es la afirmación de una ciencia social rigurosa, empírica y teóricamente significativa. Hay aquí un especial cuidado por la objetividad y por el uso combinado de técnicas y métodos de investigación empírica”.

En su capítulo sobre la Organización Social de la comunidad de Saucío, Fals-Borda (1961) realiza una interpretación de la realidad que puede adscribirse al marco epistemológico de la sociología dominante en su etapa inicial, sus análisis sobre las dinámicas de la estratificación social y las dimensiones institucionales son problemas centrales en la sociología estructural-funcionalista. En el capítulo sobre la población de Saucío se hace una lectura muy estadística de la realidad, poniendo los datos como elementos legitimadores de su aproximación científica al fenómeno social que aborda. En todo caso, esta obra primaria de Fals-Borda es un intento importantísimo de aproximación a la realidad colombiana y, en extensión, a la latinoamericana, desde la sociología. Si bien la sistematicidad, la recurrencia al método y la noción de una ciencia objetiva están presentes en la primera etapa del pensamiento de Fals-Borda, ya en Campesinos de los Andes, se notaba su interés por resolver los problemas reales de su país: el papel y la condición del campesinado, el problema de la tierra, los procesos medianamente acelerados de urbanización pero, en general, las cuestiones relacionadas con la modernización de un país con una condición de ruralidad muy importante aún ya entrada la segunda mitad del siglo XX. La realidad de Fals Borda no era de ningún modo coincidente con los problemas característicos de la sociología en que ocurre su formación, pese a que sus maestros, particularmente Lynn Smith y Sorokin, desarrollaron trabajos sobre Sociología Rural (Jaramillo, 1996). Requería un nivel agudo de interpretación para extrapolar su formación a las condiciones particulares de su contexto.

El trabajo de Fals-Borda puede considerarse, desde esta perspectiva, como una reinterpretación de la sociología cuando logra poner el conocimiento al servicio del análisis y la praxis locales, incluso Fals-Borda mismo llega a hablar explícitamente de una superación del eurocentrismo (Fals-Borda & Mora-Osejo, 2004). Es probable que ya Fals-Borda notara una forma de hegemonía de un conocimiento totalizante que no se compadecía de las realidades propias de la América Latina, aunque no mencionó inicialmente el carácter ideológico del conocimiento científico anglosajón y eurocéntrico, por el contrario, parece que reivindicara de manera convencida la ciencia en su obra inicial. En la Subversión en Colombia, por ejemplo, Fals-Borda expresaba una perspectiva democrática radical, como afirma Pereira-Fernández (2009) pero, a la vez, propone una noción del conflicto como motivante del cambio social, perspectiva más ligada a las tendencias marxistas de la sociología y, particularmente, a la Sociología del Conflicto de autores como Coser y Dahrendorf que plantearon interesantes debates en las décadas de los 50s y 60s.

Respecto a la sociología clásica Fals-Borda (1968) planteaba en el mismo texto una postura propia cuando afirma:

Distinto a como son los procesos del mundo orgánico, los del superorgánico llevan en sí mismos una finalidad fundamental. Esta tesis clásica de la sociología desde los días de Comte Spencer y Ward. El primero, como se sabe, acepta el desarrollo como inmanente a la sociedad, para llevar al hombre, a través de sucesivas etapas, hacia la sociedad positivista. El segundo establece una ley del progreso que conduce a metas de libertad, seguridad y riqueza por medio de sucesivas diferenciaciones en los grupos. El tercero menciona una ley de agregación para explicar el tránsito del universo de una cosmogenia a una sociogenia, en la que esta última etapa debería permitirle al hombre controlar la sociedad para alcanzar el sumo bien y la felicidad. Despojadas del misticismo que impidió la seria consideración de estas teorías en las décadas siguientes a las de su exposición, bien puede verse su básico acierto, a través de las incidencias históricas. En efecto, en cada uno de los grandes ritmos o empeños colectivos periódicos que se han estudiado en Colombia, se destacan las metas hacia las cuales se han movido las sociedades: en buena parte han sido utopías, estimulantes ideas que aguijonean la acción para llegar a una tierra prometida, pero que al fin se condicionan o decantan por la realidad ambiente, dejando residuos en la historia con improntas de las tensiones producidas (Fals-Borda, 1968, pp. 20-21).

Si bien se reconoce la existencia en Colombia y la América Latina de etapas o periodos de transición entre órdenes sociales, la noción de utopía de Manheim (1941), concebida como “un complejo de ideas que tienden a determinar actividades cuyo objeto es modificar el orden social vigente; son orientaciones que trascienden la realidad cuando, al pasar al plano de la práctica, tienden a destruir […] el orden de cosas existente en una determinada época (Manheim, 1941; Cf. Fals-Borda, 1967, p. 21) le lleva a plantear una necesidad práctica de buscar a empujones, una nueva sociedad, legitimando además el concepto de subversión, como la forma de descomponer el orden social, rompiendo entonces con las visiones clásicas a las que él mismo refiere pero, resaltando, a la vez, las necesidades prácticas locales que llevan a negar la hegemonía de un conocimiento occidental universalista.

Pero es en Historia Doble de la Costa (Fals-Borda, 2002) en donde se evidencia ya una postura propia del autor, alejada de sus primeras interpretaciones funcionalistas de los hechos sociales y a la perspectiva objetivista sobre la ciencia. Debe reconocerse que el giro epistemológico en Fals-Borda no está ligado simplemente a la ruptura con la tradición de la sociología clásica sino en la reivindicación política del conocimiento que permite eliminar el monopolio de los científicos en la producción del conocimiento. El interés por conocer de manera profunda la realidad del país y particularmente de su región de origen llevó a Fals-Borda a alejarse de los marcos formales que se evidenciaron en Campesinos de los Andes (Fals-Borda, 1961) y, con menos rigor, en La Subversión en Colombia (Fals-Borda, 1968). En Historia Doble de la Costa (Fals-Borda, 2002, p. 17) se relativizan conceptos como el de región más allá de una intención totalizante se menciona que este involucra implicaciones políticas, ideológicas, etc. No obstante, se mantiene un profundo interés en las evidencias empíricas de los hechos estudiados pero combinando diversas técnicas de investigación, incluso su importante Investigación-Acción-Participante.

En un artículo subtitulado Enriquecimiento del saber sistémico y endógeno sobre nuestro contexto tropical (Fals-Borda & Mora-Osejo, 2004), el autor ya remite explícitamente a la polémica en torno a los “efectos del eurocentrismo en el desarrollo y [el] simultáneo ensanchamiento de la brecha entre los países del norte y del sur”, denunciando el papel pasivo de la ciencia y de los científicos al asumir el análisis de los problemas específicos de nuestros países y sociedades. Para Fals-Borda (2004) limitarse a la transferencia de conocimientos que se suponen objetivos pero que provienen del estudio de realidades ajenas a las propias de América Latina, es una auténtica desorientación de las universidades y los centros de conocimiento que funcionan en términos de la lógica científica tradicional en términos de la estructura normativa de la ciencia descrita por Merton (1977). Fals-Borda y Mora-Osejo (2004, p. 2) afirman que, en el caso de Colombia “es aceptada la validez del conocimiento científico originado en Europa y luego con gran éxito transferido a Norteamérica. Quizás en razón de tal éxito se llega al extremo de considerarlo también, suficientemente adecuado, tanto en su modalidad básica como aplicada, para explicar las realidades de cualquier lugar del mundo, incluidas las de los propios trópicos húmedos”. Ese elevado reconocimiento del conocimiento científico, en clave eurocéntrica, “impide percibir las consecuencias negativas que ello implica cuando se transfieren y se intenta utilizarlos para explicar realidades tan diferentes”. Ya construía Fals-Borda la mirada hoy vigente en la sociología y la antropología que reconoce la importancia del contexto en el que se produce el conocimiento, esto es, la localidad del saber, coincidiendo con los problemas planteados por otros pensadores latinoamericanos como Edgardo Lander (2000), Walter Mignolo (2007), Santiago Castro-Gómez (1996), e incluso Eduardo Galeano (1988).

La mirada de Fals-Borda y Mora-Osejo (2004) sobre una ciencia social eurocéntrica es coherente con la crítica de Lander, que remite al error que implica entender modelos ideológicos como si fueran teorías científicas. Un ejemplo de esto es considerar el neoliberalismo como una teoría económica, “cuando en realidad debe ser comprendido como el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio, esto es, como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida” (Lander, 2000: 4). Cualquier conjunto de supuestos, legitimados bajo la etiqueta de cientificidad, vienen a ser naturalizados en las prácticas y las relaciones sociales. Una respuesta local a la ciencia debe ser precisamente la de replantear tales supuestos que sugieren la existencia de verdades incuestionables, los cuales son el resultado, por un lado de una noción de ciencia neutral; y, por otro, de la comprensión del conocimiento como totalizante, olvidando las subjetividades, las particularidades, los contextos locales, siguiendo las pautas del llamado modelo deficitario de la apropiación de la ciencia en los países colonizados por Europa, consistente en la simple recepción de un conocimiento considerado válido que establece relaciones de jerarquía en torno a la ciencia (Lozano-Borda, Pérez-Bustos, y Roatta-Acevedo, 2012).

Respecto a los procesos de transferencia Fals-Borda y Mora-Osejo (2004, p. 3) afirman que estos “generaron un patrón mundial para la comparación del nivel de desarrollo alcanzado por un determinado país, con respecto al país europeo de donde procediera el conocimiento utilizado para solucionar problemas inherentes al desarrollo económico, eliminando de tajo las alternativas que pudieran surgir desde los propios contextos locales, así, se impuso un modelo de desarrollo particular asumido por los gobiernos latinoamericanos e implementado gradualmente desde hace algunas décadas. Continúan los autores:

La linealidad implícita de este modelo, desconoce la complejidad y elevada fragilidad del medio tropical, en donde la intervención humana sobre el medio, tal que se ajuste a la condición de sustentabilidad, requiere del conocimiento contextualizado que tenga en cuenta la inter-relación sistémica de las mencionadas características, así como las igualmente complejas interrelaciones de las comunidades multiétnicas y multiculturales de la sociedad. Sobre todo, si no sólo se trata de alcanzar un lugar más alto en la mencionada escala lineal, sino el “desarrollo sostenible” que asegure la persistencia de la vida en nuestro medio y la disponibilidad de los recursos naturales, indispensables tanto para las presentes como para las futuras generaciones que nos sucederán. Pero también la biodiversidad, en particular, en nuestro país poseedor de una de las más elevadas del planeta” (Fals-Borda & Mora-Osejo, 2004, p. 3).

Dicen Fals-Borda y Mora-Osejo (2004), partiendo del ya clásico concepto de Tomas Kuhn, que no hay pruebas de que “los paradigmas dominantes -tales como el positivismo cartesiano, el mecanicismo newtoniano y el funcionalismo parsoniano- sean superiores, mejores o más específicos para fines particulares, que aquellos otros paradigmas que puedan construirse o generarse en otras latitudes”, por tanto, las comunidades, las poblaciones y los grupos sociales locales adquieren el carácter de actores relevantes en el proceso de la construcción del conocimiento, haciéndolo relevante y pertinente a las necesidades propias. Ya no es la ciencia hegemónica, eurocéntrica, la que resuelve los problemas de los hombres sino sus propias posibilidades de producción de conocimiento. Existe en esta mirada de Fals-Borda una mención a los marcos de referencia que se utilizan en la producción científica, si estos no son localizados sino que son meras réplicas de paradigmas desarraigados del contexto propio la situación de las poblaciones se deteriora de manera significativa.

Si bien Fals Borda y Mora-Osejo (2004) mantienen un referente geográfico en su mención al trópico, al sistema andino y amazónico, no existe un determinismo en tal postura, sino más bien la reivindicación de una personalidad propia para el país dada su compleja diversidad, resultado, de la multiplicidad del territorio, entre otros factores. Ya es un intento de erradicar la homogeneización del análisis social cuando parte de la consideración de los grupos sociales como idénticos. Vale mencionar que una de las bases del trabajo de la antropología clásica, desde Malinowksi, es la noción del extrañamiento de la realidad que determina la posición del científico social invitándolo a establecer un distanciamiento con la unidad de estudio (Lins, 1989). El extrañamiento tiene como efecto pensar a los grupos objetos de investigación desde una óptica de extraños, extranjeros, incivilizados, pre-modernos y demás, estableciendo una posición epistemológica pero también política de superioridad del investigador. En la versión de Fals-Borda esta perspectiva es superada por cuanto el investigador incluso puede ser miembro de la comunidad y la investigación no tiene como tarea simplemente analizar una comunidad de extraños sino un autoexamen que ponga en evidencia los problemas propios y particulares de los contextos locales.

Buena parte de las prácticas y las categorías de las ciencias sociales están permeadas por un carácter claramente ideológico. Para Trouillot (2001) en análisis del concepto de cultura, tal como ha sido acuñado por la antropología norteamericana, es un análisis de la antropología misma. El concepto, que ha sido del monopolio de la academia en la tradición de las ciencias sociales occidentales se ha convertido en un precepto totalizante y ha estado contaminado con un carácter hegemónico impuesto por la antropología norteamericana, además, no logra dar respuestas a la complejidad de los fenómenos de orden social, por lo cual Trouillot (2001) reclama por su redefinición. En un sentido diferente, alejado de una crítica eurocéntrica, Latour (2005) cuestiona el concepto de lo social como problemático y se propone la tarea de “mostrar por qué lo social no puede ser considerado como un tipo de material o dominio y cuestionar el proyecto de dar una explicación social de algún otro estado de cosas”, la revaluación del concepto de social, así como el de cultura, implican una desnaturalización de las categorías de las ciencias sociales que pretenden la explicación de los fenómenos desde una perspectiva totalizante.

Autores como Castro-Gómez (2001) cuestionan tal pretendido universalismo de las ciencias sociales. Efectivamente la realidad de América Latina respondía a los supuestos burgueses de la sociología europea en tanto que transitaba por sus mismos derroteros, o mejor, había sido objeto para su progreso histórico. Bien afirmó Galeano (1988) que procesos como la llamada revolución industrial europea no habría sido posibles sin el oro y la plata de América, por tanto, hizo parte de ese curso histórico, sin embargo, la América Latina “despertó” para ser capaz de trazar sus propios derroteros en el devenir histórico. La construcción de una reflexión autónoma desde América Latina no solo invitó, sino que obligó, a la sociología local a pensarse desde una orilla distinta, desde la suya propia. En Ciencia Propia y Colonialismo Intelectual (1987) Fals-Borda aborda el problema vigente del papel de las ciencias sociales en el contexto latinoamericano, una perspectiva de la ciencia desde lo local que ha aportado de manera significativa a la construcción de una ciencia propia, que se aparta precisamente de la tradicional forma del pensamiento eurocéntrico.

La de Fals-Borda es una salida de una tradición sociológica importada, construida desde la realidad y la experiencia europea y, en extensión, norteamericana pero que dejó a la América Latina en una cierta condición de exclusión y en una evidente de subordinación y dependencia a los intereses del norte. Roitman (2008, p. 31) en su texto sobre el desarrollo de la sociología latinoamericana, indica: “Una maldición se cierne sobre América Latina: ha llegado tarde a la historia. Estados sin nación, ciudadanos sin derechos, clases sociales sin proyectos, modernizaciones sin modernidad, industrializaciones sin Revolución Industrial. Maldición que ha impregnado el pensamiento social latinoamericano hasta el extremo de provocar una cierta parálisis cuya característica más burda es el complejo de inferioridad en la producción de conocimientos”.

Por tanto, un auténtico colonialismo cultural, circunstancia que Fals-Borda (1987) entendió claramente en su momento. Para Roitman (2008) el cada vez mayor uso de la literatura y de las categorías de origen anglosajón frena el desarrollo de las ciencias sociales en América Latina, por cuanto sesga la interpretación de los problemas relevantes desde una perspectiva local. El desconocimiento de que la ciencia y sus elementos, como son las epistemologías y las metodologías, están impregnados de ideología, coincide con la aceptación incuestionable de la objetividad y neutralidad de la ciencia y, en extensión, de sus valores intrínsecos, reproducidos en sus supuestos. El intento de acomodar los presupuestos de una ciencia anglosajona a Latinoamérica dio como resultado la legitimación del orden eurocéntrico impuesto por vía de la colonización, no solo del territorio sino del saber. Una ruptura con este orden hegemónico implica para la América Latina la adopción de una auténtica subversión cultural, la construcción, en términos de Boaventura De Sousa (2009) una epistemología del sur.

De Sousa (2009, p. 31) remite a la noción de paradigma, al igual que Fals-Borda y Mora-Osejo (2004), para referirse a la crisis de la racionalidad, la crisis del paradigma dominante que es “el resultado combinado de una pluralidad de condiciones” y que lleva a la imposición de un nuevo paradigma, el de unas ciencias sociales locales, latinoamericanas que implica el reconocimiento de las particularidades y la invitación a las comunidades a construir su propio conocimiento, una ciencia relevante, pertinente y transformadora, un giro desde una sociología entendida como ideología de la clase dominante a una sociología que se compadece del sujeto y de sus penurias, una sociología emancipadora que requiere la deconstrucción del rol tanto del investigador como de las comunidades, objeto de estudio. Vale mencionar que muchos profesionales y científicos colombianos -y quizás por extensión latinoamericanos- que asumen su papel de intelectuales, académicos e investigadores, han enarbolado las banderas de la vanidad científica, aquella que ha aislado a la ciencia de las realidades prácticas de los hombres y, sobre todo, de sus dolores, perspectiva muy relacionada con el posicionamiento de la ciencia positiva, que eleva al científico en una posición privilegiada dentro del orden social. Fals-Borda logró todo lo contrario, romper con una tradición hegemónica ligada a una visión particular del orden social, poniendo en cuestionamiento su propia formación como científico social y, a la vez, reafirmando una condición política explícita.

En los álgidos contextos de los años 60 y 70 anteriores en la América Latina, las resistencias contra la imposición de un modelo capitalista salvaje permearon la construcción académica y crítica sobre el papel de la región en el escenario global. Fals-Borda (1968) plantea una preocupación sobre el futuro de una Colombia construida en torno a la violencia, desde el mismo momento en que emerge como república en las primeras décadas del siglo XIX. Fals-Borda (1968) se asigna entonces el papel de entender, como científico social, tal debacle proponiendo un análisis desde una nueva objetividad, “aquella derivada de la aplicación del método científico a realidades problemáticas y conflictivas” (1968, p. 11), el resultado precisamente de su etapa de formación en la sociología empírica y lanza el primer estudio relevante sobre la Violencia en Colombia en trabajo con dos sociólogos colombianos importantes, Germán Guzmán Campos y Eduardo Umaña Luna, en cuyo prólogo señalan al lector:

Este libro tormentoso y atormentado que llega a sus manos luego de cuarenta años de su primera aparición recoge la tragedia del pueblo colombiano desgarrado por una política nociva de carácter nacional y regional y diseñado por una oligarquía que se ha perpetrado en el poder a toda costa, desatando el terror y la violencia. Esta guerra insensata ha sido prolífica al destruir lo mejor que tenemos: el pueblo humilde. Por periodos sucesivos, la violencia y el terror vuelven a levantar su horrible cabeza enmarañada de Medusa, como copia casi fiel de lo ocurrido antes; y ahora, al adentrarnos en el nuevo siglo, la tragedia tiende a repetirse paso a paso de manera irresponsable (Guzmán, Umaña & Fals-Borda, 2010, p. 13).

El compromiso político que parte de la sensibilización de la sociología frente a la dolorosa realidad de su contexto está siempre presente en la obra de Fals-Borda en la que construye un ideal de ciencia práctica, una ciencia política, a la vez que una política científica propia que permita la obtención del conocimiento a partir de la confrontación dialéctica de líneas de pensamiento con la realidad local, regional o universal (Flas-Borda & Mora-Osejo, 2004). Uno de los aportes más significativos de Fals-Borda para el desarrollo de este tipo de ciencia es la propuesta de la Investigación Acción Participante, IAP, una metodología o marco intelectual que facilita la aproximación a los problemas propios, locales, para crear conocimiento pertinente desde la perspectiva de las mismas comunidades en donde ocurren tales problemáticas. La IAP fue lanzada en el Simposio Mundial de Cartagena de 1977 como una metodología de investigación con una pretensión científica a la vez que política. Si bien la influencia de la propuesta de Fals-Borda (1985) en las ciencias sociales aún no es valorada de manera suficiente, su aporte para el giro epistemológico de las ciencias sociales latinoamericanas puede evidenciarse en la consideración analítica de sus postulados.

Fals-Borda (1985, p. 9) afirma que el primer paso para la convergencia de muchos investigadores en la IAP surge “de la problemática común de nuestros pueblos dependientes, pobres y explotados del Tercer Mundo periférico, de donde partió la idea” y continúa:

la IAP ha demostrado ser un proceso de creación intelectual y práctica endógena de los pueblos del Tercer Mundo. En lo que respecta a América Latina no es posible explicar su aparición ni captar su sentido por fuera del contexto del desarrollo económico, social y científico de la región a partir del decenio de 1960. Sus ingredientes formativos provienen del impacto causado por las teorías de la dependencia (Cardoso, Furtado) y de la explotación (González Casanova);la contra teoría de la subversión (Camilo Torres) y la teología de la liberación (Gutiérrez); las técnicas dialógicas (Freire) y la reinterpretación de las tesis del compromiso y neutralidad de los científicos, tomadas de Marx y Gramsci, entre otros” (Fals-Borda, 1985, p. 17).

En el contexto de la propuesta de la Investigación Acción Participante Fals-Borda (1985) resalta el papel de los investigadores locales, el investigador-actor, miembros de los grupos con una condición diferente en el contexto de las estructuras de producción del conocimiento científico, esto es, que no son necesariamente académicos, pero se elevan como investigadores en términos de sus necesidades prácticas desde las cuales generan conocimiento que permite, a su vez, la transformación de sus comunidades. La IAP es una tarea que pretende la búsqueda de “poder” y no solo de “desarrollo” para los pueblos de base (Fals-Borda, 1985). La tarea de tales investigadores no tiene como objetivo la publicación científica ni el reconocimiento de títulos académicos, pautas que determinan para Merton el comportamiento de los científicos, sino “crear una serie de hechos políticos que llevan a transformar radicalmente nuestra sociedad” (Fals-Borda, 1987), de tal modo que cuestiona el monopolio de los científicos en la producción del conocimiento y, por otro lado, afirma la posibilidad de producirlo a partir de otras lógicas, otras motivaciones, otro ethos.

Siendo la ciencia tan fría como rigurosa, dedicada a interpretar el mundo solamente desde la razón, Fals-Borda (2009) propuso involucrar los sentimientos en la indagación, aspecto que desde la mirada formal de la ciencia conlleva vicios de subjetividad, incluso a la impureza del conocimiento. Fals-Borda, sin embargo, intentó analizar su realidad con ojo de científico, acomodando su reflexión a los hechos, recogiendo evidencia empírica, una serie de datos pero, además, involucrando el amor, el humanismo arraigado en lo que se ha llamado una sociología sentipensante (Fals-Borda, 2009). La separación entre investigador e investigado era una de las pautas de la perspectiva científica tradicional a la cual Fals-Borda de cierto modo renunció al involucrarse de manera apasionada con las comunidades y las realidades que analizó. Evidentemente un giro epistemológico, no solo en cuanto la transformación del lugar que ocupa el sociólogo respecto a la realidad sino al cuestionar el estatus de privilegio epistemológico asociado al científico, como autoridad, y otorgándoselo a los sujetos investigados, capaces de entender su realidad y optar por su transformación.

Se sabe que en una etapa ya madura, Fals-Borda ocupó cargos importantes en el ámbito político nacional tanto en el Ministerio de Agricultura como en su rol de actor relevante en la construcción colectiva de la Constitución Política de Colombia en el año 1991. Desde el inicio de su carrera mostró un interés por aparecer como sujeto práctico. Una vez regresa de los Estados Unidos hacia 1959 funda, en compañía de Camilo Torres Restrepo, la facultad de sociología de la Universidad Nacional de Colombia, un trabajo de auténtica responsabilidad académica y política, si bien, de una manera muy tardía, considerando la relativa larga tradición que la sociología había consolidado en Europa y Estados Unidos y, aún más, la extensa producción de las ciencias sociales en occidente, resaltando un tránsito de su actividad intelectual a un activismo político continuado hasta su muerte.

La obra de Fals-Borda puede evidenciar el tránsito del pensamiento sociológico y de las ciencias sociales, en general, en la América Latina, desde referentes eurocéntricos marcados en el contexto originario de la disciplina, hacia una disciplina relevante desde la cual el intelectual asume un compromiso de carácter político a partir de una aproximación profunda a su realidad particular. El estudio de pensadores latinoamericanos, como es el caso de Fals-Borda, se hace pertinente y necesario en la tarea de analizar la génesis del pensamiento social en América Latina así como en la posibilidad de construir un conocimiento local, propio y anti hegemónico que de cuenta no de problemas ajenos y miradas externas, sino de las condiciones históricas particulares, así como de los contextos y las necesidades propias de la región.

 

INTRODUCCIÓN

2. Por Sociología Burguesa puede entenderse una forma de pensamiento relacionado con la tradición sociológica que proviene del positivismo, la cual en lugar de ciencia objetiva se levanta como ideología de los intereses de clase de la burguesía y se justifica por vía del liberalismo como filosofía política y económica que se concretiza en dos escenarios específicos: el capitalismo y la democracia moderna occidental.

Crítica a la Sociología Burguesa2

 

3. La Sociología del Conocimiento logra delimitarse como disciplina con Manheim en su importante texto Ideología y Utopía de 1929 y, a la vez, por Max Scheler en su Ensayo de una sociología del conocimiento, publicado en 1924.

La formación del pensamiento de Fals-Borda: el tránsito hacia una sociología latinoamericana

 

Conclusiones

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Referencias bibliográficas

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Percepciones sobre la UVI en Ixhuatlán de Madero. Un espacio para la interculturalidad aún en construcción

Percepciones sobre la UVI en Ixhuatlán de Madero. Un espacio para la interculturalidad aún en construcción

Perceptions of the intercultural university of Veracruz in Ixhuatlán de Madero. A space for interculturality in progress

Tras más de una década desde la fundación de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) sede Huasteca, en la cabecera municipal de Ixhuatlán de Madero (Veracruz, México), es relevante conocer el posible impacto del modelo intercultural propuesto por la UVI sobre sus propios vecinos. El propósito del presente artículo es mostrar los hallazgos de una investigación que explora e interpreta la percepción, el nivel de aceptación y las relaciones socioculturales establecidas por los ciudadanos de la cabecera con el entorno UVI, así como los vínculos creados por la universidad con diferentes instituciones locales. Los datos obtenidos, gracias a métodos cualitativos y etnográficos, apuntan a mostrar que se precisa todavía de una mayor comprensión del significado real de la interculturalidad por parte de la población mestiza.

PALABRAS CLAVE: Amerindio; educación superior; intercultural; México; universidad.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

After more than a decade since the founding of the Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) located in Huasteca, in the county seat of Ixhuatlán Madero (Veracruz, Mexico), it is relevant to understand the possible impact of the intercultural model proposed by UVI toward its own neighbors. The purpose of the present article is to demonstrate the findings of a research project that explores and interprets the perception, level of acceptance, and sociocultural relations established by the citizens of in the county seat within the surroundings of UVI, as well as the ties created by the university with different local institutions. The facts obtained, thanks to qualitative and ethnographic methods, aim to demonstrate that a better comprehension of the definition of interculturality is needed from the perspective of the mestizo population.

KEYWORDS: Amerindians; higher education; intercultural; Mexico; university.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 13 DE JUNIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 2 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

RESUMEN

ABSTRACT

Borja Guerrero Bocanegra

Universidad Nacional de Educación a Distancia. México

bguerrerob@gmail.com

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Con el reconocimiento constitucional en 1992 de México como país pluricultural, junto a la posterior gestión de políticas gubernamentales en pro de la diversidad, se favoreció el desarrollo de una rama con enfoque intercultural dentro de la educación mexicana. Uno de los principales logros que podemos asociar a este proceso fue la creación de instituciones de educación superior como la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).

En contextos de convivencia en el que convergen distintos grupos culturalmente diferenciados, tal como ocurre en el municipio de Ixhuatlán de Madero (Veracruz), la exploración y el análisis de las impresiones de los propios vecinos sobre el enfoque intercultural, además de los vínculos de la UVI con distintas instituciones locales se antojan necesarias, pues nos permiten reflexionar acerca de la consecución de los diferentes objetivos establecidos oficialmente desde la Secretaría de Educación Pública para con la población mestiza del país. Este ha constituido el principal motivo de la presente investigación que se estructura en un marco teórico y contextual donde se hace una breve revisión sobre el camino que ha llevado a México a adoptar el enfoque intercultural en educación, el proyecto UVI sede Huasteca y la historia de las relaciones sociales en Ixhuatlán de Madero. Finalmente se destacan algunas consideraciones en base al análisis de las conversaciones mantenidas con ixhuatecos acerca de la interculturalidad y la UVI.

Los datos han sido obtenidos mediante el uso de métodos cualitativos y etnográficos, con técnicas tales como la observación participante y las entrevistas formales e informales. El análisis crítico se realizó desde una mirada intercultural. Este estudio nos ha permitido indagar en la posible huella transformadora que está teniendo el trabajo de la UVI sede Huasteca sobre la población de la cabecera municipal de Ixhuatlán de Madero, posibilitando además explorar las futuras perspectivas de trabajo que ofrece el enfoque intercultural en dicha localidad, en relación a la toma de conciencia, el respeto y el aprecio sobre la diversidad por parte de la población mestiza. Los resultados obtenidos nos sugieren que se precisa todavía de una mayor comprensión del significado real de la interculturalidad. Un fortalecimiento de las vinculaciones entre el entorno UVI y las instituciones del municipio favorecería los procesos dialógicos horizontales y las relaciones normalizadas libres de dominación sociocultural.

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (2008), México cuenta con la mayor población aborigen de América Latina, conformada por más de diez millones de personas. Además, acorde con el Catálogo de lenguas indígenas nacionales (2008) elaborado por el INALI1, tiene también la mayor diversidad etnolingüística. Sin embargo, esta diversidad de la que disfruta el país no siempre ha sido considerada como un bien preciado que hubiera que preservar, y el tratamiento que se le ha dado mediante las políticas educativas ha ido cambiando desde principios del siglo pasado hasta la actualidad. Con la política asimilativa del mestizaje propia del régimen porfirista2, se sacrificaba la diversidad étnica y cultural del país en aras de la identidad y la unidad nacional. Con el pretexto de que la nación progresara y alcanzara un mayor nivel intelectual y moral se clasificaron las escuelas en clases; del centro a la periferia según su importancia. Así, las de primera quedaron ubicadas en las capitales, y las de segunda y tercera se instalaron en las zonas periféricas, donde se concentraba la mayor presencia indígena. Las prácticas educativas consistían en métodos pedagógicos lineales y carentes de procesos de acción, que forzaban a la asimilación de la lengua española y la doctrina católica. Rara vez se tuvieron en consideración las particularidades socio-económicas y las cosmovisiones de cada grupo.

Tras la revolución, las políticas educativas dirigidas a las poblaciones originarias fueron gestionadas por el gobierno mexicano con un carácter aculturalizante parecido al del periodo colonial y el Porfiriato, y la consigna era la de mexicanizar a los pueblos mediante la reforma agraria y la tecnología. No obstante, también se empezaron a levantar voces para denunciar la necesidad de reconocimiento de la diversidad cultural del país, además de las situaciones de vulnerabilidad económica, política y social que padecen la mayoría de los grupos indígenas de México. Todo fue derivando en un fenómeno de indigenismo institucionalizado que, de manera paradójica, homogeneizó la identidad de los pueblos y colaboró en el desarrollo de una pedagogía segregadora e insuficiente.

Con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, empiezan a tomar fuerza movimientos sociales en contestación a las políticas marginales del Estado, que demandaban, entre otras, soluciones educativas que respetaran la cultura y tradición de los pueblos indígenas. Aparecen en varias zonas del país iniciativas autónomas de educación, adheridas a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, así como otras promovidas por el propio gobierno. Surge en la política educativa del país una rama con enfoque intercultural que busca llevar una educación inclusiva y tolerante a zonas con señalada presencia indígena, para finalmente hacer lo propio en todo el Estado mexicano. En el 2005, coincidiendo con el gobierno del presidente Fox (2000-2006), se lleva a cabo una reforma educativa en la que la noción de interculturalidad empieza a ser usada para apoyar políticas públicas que medien entre las comunidades locales y la comunidad científica, y que consigan la visibilización de la diversidad. Dicho modelo educativo no está pensado únicamente para la clase media urbana, sino como un mecanismo de participación de todos los ciudadanos (Schmelkes, 2016). Desde este enfoque intercultural se concibe a las personas como agentes de cambio y actores en la transmisión de la cultura, no como simples portadores o productos de ella. Se hace más hincapié en la relación, la comunicación y la práctica del sujeto que actúa e interactúa, que en la forma y la cultura en sí mismas (Aguado, 2010). De esta manera, las sociedades multiculturales pueden llegar a ser interculturales sólo cuando los actores participantes asumen con respeto la interdependencia entre culturas y elaboran nuevos elementos culturales al interactuar con los otros en espacios de referencias múltiples y plurales (Mata, 2011).

Dentro de la Secretaría de Educación Pública se crea, en 2001, la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe (CGEIB). A partir de aquí empiezan a emerger distintas Instituciones Interculturales de Educación Superior (IIES), y con ellas se abre un proceso para alcanzar el reconocimiento social, político y jurídico de la diversidad (Dietz y Mateos, 2010) pluralizando las experiencias universitarias convencionales o monoculturales, así como el diseño de currículos destinados a grupos específicos. No obstante, la educación intercultural tiene oficialmente como destinatarios a todos los ciudadanos, pues la interacción positiva entre culturas es considerada, en las sociedades que aspiran a ser democráticas, fuente de enriquecimiento mutuo (Schmelkes, 2003-2004). Quedan establecidas diferentes metas educativas para los distintos grupos de la población. Mientras que para la mestiza se trataría de tomar conciencia de la diversidad, así como de respetarla y apreciarla, para la población indígena se perseguiría el logro de objetivos educativos nacionales, el bilingüismo pleno, además del conocimiento y la valoración de sus culturas e identidades (Schmelkes, 2009).

A pesar todo, es normal (por ejemplo, en los contenidos curriculares editados por la SEP3), la sobrevaloración de un pasado indígena lejano al tiempo que se desprecia el indigenismo actual presente en el país (Baronnet, 2013), con el que se justifican y promueven creencias y prácticas discriminatorias basadas en percepciones estereotipadas que establecen la superioridad cultural del mundo mestizo respecto al mundo indígena.

Fruto del acuerdo en 2004 entre la Universidad Veracruzana (UV) y la SEP, la UVI queda fundada en 2005. Cuenta con cuatro sedes a lo largo del estado de Veracruz ubicadas en zonas estratégicas y relevantes por su alta presencia de poblaciones originarias; Grandes Montañas, la Huasteca, Totonacapan y Selvas. La sede UVI Huasteca se halla en Ixhuatlán de Madero, localidad al norte del estado de Veracruz, que es además cabecera municipal. Da cobertura tanto a municipios de la Huasteca Veracruzana como a otras localizaciones dentro de la Región Huasteca fuera del estado de Veracruz. Ésta es, de entre las cuatro sedes, la que posee una mayor heterogeneidad étnica y cultural en su contexto inmediato, ya que los estudiantes provienen habitualmente de comunidades indígenas diversas entre sí. La zona se caracteriza por su multilingüismo, siendo el náhuatl, el otomí o ñuhu, el tepehua, el teenek o huasteco y el totonaco, además del español, las lenguas presentes.

Es importante destacar que las puertas de la UVI también están abiertas a sectores mestizos de la población (reconocidos a nivel local como grupo pudiente y/o dominante). Esta es una peculiaridad que distingue a la UVI de otros proyectos etiquetados como interculturales dentro del país, que aplican políticas educativas diferenciales destinadas solamente a grupos minoritarios autóctonos (Dietz, 2010). De esta forma, la UVI rehúye de la tendencia segregadora que en México pudiera darse alrededor de la noción interculturalidad, tomada normalmente, según autores como Millán y Nieto (2006), como sinónimo de indígena.

Después de llevar a cabo una remodelación en 2007 de su currículo inicial, la UVI ofrece actualmente una única carrera, la Licenciatura en Gestión Intercultural para el Desarrollo (LGID), que incluye cinco ejes de abordaje interdisciplinario; Lenguas, Comunicación, Sustentabilidad, Derechos y Salud. La UVI establece vínculos con las comunidades, en los que participan coordinadamente los Consejos Consultivos Regionales (CCR), conformado por actores, instituciones y organizaciones con distintos perfiles e interesadas en el desarrollo local; los estudiantes junto con los docentes; así como las propias comunidades. Con este trabajo a tres bandas se asegura que la actividad académica sea siempre pertinente y acorde a las problemáticas regionales existentes. En esta dinámica dialéctica adquieren protagonismo los saberes locales de personas autóctonas de la región, quienes ayudan en la elaboración de un diagnóstico profundo y en el desarrollo de conceptos inusuales en la literatura académica.

Para el desarrollo de eventos de carácter social que tienen que ver sobre todo con campañas o coloquios sobre salud, cultura y arte, la UVI Huasteca se vincula puntualmente con el ayuntamiento de la cabecera en Ixhuatlán de Madero, y con mayor regularidad con la CDI4, la SAGARPA5, el DIF6 .A los vecinos se les invita a participar en los eventos a través de anuncios emitidos en radios comunitarias como Radio Más y Radio Huayacocotla, mediante la página web de la UV, desde el perfil de la UVI en la red social Facebook o a través del boca a boca iniciado por los propios alumnos o los profesores.

Además de un campo de acción que incluye preferentemente a las regiones rurales e indígenas de la Huasteca Veracruzana, la innovación educativa de la UVI se caracteriza por el uso de métodos de investigación y vinculación participativos basados en el diálogo de saberes. Como punto de encuentro entre el conocimiento tradicional y científico, con estos diálogos las partes aportan y aprenden mutuamente con el fin de potenciar y sumar, en lugar de establecer una relación en la que uno extrae del otro. En la UVI no se pretende hacer hincapié, según señala Dietz (2013) en unos contenidos específicos, sean estos occidentales, indígenas o híbridos, sino más bien en centrar los esfuerzos en el entrenamiento de destrezas para la traducción de saberes.

La cabecera de Ixhuatlán de Madero se encuentra a caballo entre el medio rural y el urbano. Es un pueblo principalmente ganadero, también dedicado al comercio y a la siembra de naranja, chile, frijol, maíz y caña de azúcar. Un contexto donde históricamente se han venido dando relaciones sociales muy asimétricas entre diferentes sectores de la población. Por lo normal, los grupos dominantes en el pueblo están constituidos por mestizos herederos de tierras, ranchos o negocios, que asociándose a las fuerzas políticas de turno han conseguido posicionar a sus familias. Esta élite minoritaria mestiza controla desde tiempos de la colonia a una mayoría campesina indígena, absorbiendo sus tierras y administrándolas a su favor (Lomnitz, 1995). El dominio y la explotación de los rancheros engloba a todas las actividades del municipio “la política municipal, la organización de las principales fiestas, las decisiones sobre la urbanización, las escuelas y el orden público” (Lomnitz, op. cit., p. 228). Esta configuración social permite apreciar cómo las lógicas de interacción entre prácticas culturalmente distintas no se dan en la Huasteca bajo términos de equidad o reciprocidad. Por la necesidad de superar la discriminación étnica y clasista en la cabecera, la UVI trabaja para dar visibilidad a las prácticas socioculturales que han sido históricamente eclipsadas por otras dominantes y homogeneizadoras de tipo occidental, favoreciendo así de manera constante el cuestionamiento de las relaciones de poder que entorpecen el desarrollo social igualitario de las identidades y derechos básicos de las personas en el municipio.

El objetivo principal fue detectar aspectos que dieran muestra del éxito en la implantación del modelo intercultural promovido por la UVI. Para ello fue imprescindible indagar cómo se adecuan los objetivos interculturales marcados por la SEP para con la población mestiza, esto es; toma de conciencia, respeto y aprecio acerca de la diversidad. Las visiones parciales de los vecinos son relevantes para entender las relaciones que mantienen con la UVI, además de la aceptación de un modelo de convivencia intercultural, pues como matiza Dietz (2013) al respecto, lo intercultural simula una distancia intra-personal que hay que reducir y que tiene que ver con la percepción opuesta que a menudo sostenemos de nosotros con respeto a los otros. Para la recogida de información se utilizó la observación participante, las entrevistas a ixhuatecos y los grupos de discusión con estudiantes de diferentes semestres. En una primera etapa de trabajo de campo, se realizaron diez entrevistas semiestructuradas grabadas a diez ixhuatecos de diferentes ocupaciones y posiciones sociales dentro de la misma cabecera municipal. También se mantuvieron otras conversaciones informales en diversos contextos, que aportaron datos biográficos-narrativos, permitiendo contrastar el Ixhuatlán de Madero de hace más de una década con el actual. El trabajo de recogida de información se llevó a cabo entre los meses de septiembre y diciembre de 2015, siendo el denominador común de los informantes el ser naturales y haber vivido la mayor parte de sus vidas en Ixhuatlán de Madero.

Interculturalidad en construcción

Las condiciones de Ixhuatlán son privilegiadas, pues brindan la oportunidad de promover una nueva práctica intercultural a la totalidad de la población, que aunque es lo deseable, no constituye la norma. Según Araujo (2013: 57), parte del proyecto intercultural ha sido implementado en México precisamente en zonas indígenas donde desde tiempos históricos se ha mantenido contacto e intercambios entre diversos grupos diferenciados. No partimos así del deseo de que se haya promovido en la cabecera el contacto entre dichos grupos, sino de que se haya provocado un cambio en la calidad del mismo. Destacando el eje dialogante como metodología de la UVI y puesto que no es posible el diálogo si sólo contamos con una de las partes, los espacios de convivencia entre mestizos y los “recién llegados” (Araujo, 2013), o “pretendientes” tal como los refiere Bourdieu (1990), cobran especial interés por ser una etapa ineludible en el tránsito hacia la construcción de una sociedad basada en relaciones democráticas e interculturales. Después de una década de presencia en la cabecera cabe esperar por parte de los vecinos un mayor nivel de concienciación, respeto y aprecio por la diversidad, y por tanto unas relaciones renovadas no basadas en concepciones arraigadas de desprecio hacia las comunidades de origen de los jóvenes, así como de los estereotipos negativos de los que son usualmente depositarios.

La falta de relativismo como herramienta para entender la posición, anhelos y metas de las que parten las distintas personas que conviven en la cabecera, choca sin embargo con lo familiar que les resulta a todos el concepto de interculturalidad. La educación intercultural se asocia con el colectivo al que creen que va destinada y a las razones de que no hayan incorporado en la oferta educativa carreras convencionales. Es interesante contrastar el deseo palpable que los sujetos mostraron por no querer dar unas respuestas que sospechaban indeseables por denotar posturas discriminatorias, al mismo tiempo que alertaban del acusado racismo que se vive en la cabecera.

Hay gente que de plano no puede salir y se regresan al rancho a agarrar el machete. No les sirve de gran cosa su preparación. No dejan de ser peones. Muchos hasta se burlan. Los caciques, los que tienen potreros dicen, “yo quiero peones, pero los quiero con secundaria”. No más desprecian. Lo ven con cierto recelo. Sienten que se están preparando los jóvenes que estaban acostumbrados a recibir como peones en sus fincas. Ahora van a decir “los quiero con la UVI”. No son todos, pero desgraciadamente son los que mueven la economía en la cabecera. (Informante nº 6, maestro de primaria en jubilado).

Por otra parte, el status quo dentro del municipio también tiende a mantenerse con la condescendencia, el paternalismo y la folclorización que hace otra parte de la población de la cabecera, que tampoco parecen llegar a apreciar las prácticas de los pueblos como fuente de conocimiento útil. El caso de las lenguas es llamativo. Aunque sí entienden que es importante conservarlas, no muestran interés por aprenderlas. “Creo que la UVI trabaja con las costumbres ¿no? Hay comunidades que tienen sus costumbres, Todos los Santos, Carnaval... es muy fuerte esas costumbres por acá y veo que la UVI se allega mucho con los curanderos, parteras, por ejemplo” (Informante nº 9, empleada en tienda de abarrotes).

Parece que el polisémico término de interculturalidad está siendo entendido por la mayoría de los ixhuatecos con un sentido funcional que sirve, paradójicamente, de mecanismo de control social, al permitir a la cultura dominante que se den relaciones de desigualdad, disfrazándolas de reconocimiento a las diferencias culturales (Walsh, 2010), relegando el valor de sus prácticas a lo meramente folclórico. La diversificación del conocimiento, impulsada a través del proyecto UVI aún no llega a superar la asimetría valorativa de tipo económico, político, social y cultural (Schmelkes, 2004).

Desde la perspectiva intercultural del programa de estudio que propone la UVI, se valora como un éxito el que un egresado pueda, además de optar por buscar trabajo para un tercero, generar el suyo propio (formando asociaciones u organizaciones y gestionando financiamientos) y/o fortalecer las actividades económicas que su familia o comunidad vienen desarrollando. Al respecto, llama la atención significativamente la queja de los ixhuatecos en relación a que los estudios ofrecidos por la UVI no responden a un perfil profesional consolidado en el país, que garantice mayores oportunidades de ingreso en el mundo laboral convencional.

Cuando se inauguró se habló muy bien, yo pensé que iba a tener trascendencia. Sin embargo, tal vez, los ciudadanos tenemos una opinión distinta al enfoque que tiene el proyecto de esa universidad. Cuando se enteraron que era una universidad con carreras sustentables en donde los que egresan tendrían que buscar su propio espacio para emplearse, la gente como que se retiró un poco. No hay un eco fuerte de esa universidad. Yo noto como que muy suelta esa universidad. (Informante nº7, regidor de la cabecera municipal).

Para mí el único negrito en el arroz es que no tienen bolsa de trabajo. O sea, tienen que estar bien conectados allá para ver en qué los emplean. Cuando salió la primera generación tenían la ilusión de que rápido iban a encontrar trabajo y eso es algo que yo creo que está fallando. No sé si meterle otras dos o tres carreras más. Pero que llamaran más la atención, carreras más comerciales. Medicina, robótica, creo que son las que tienen mucho auge ahorita. (Informante nº1, maestro de primaria jubilado).

A la luz de los datos de la SEP y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer bimestre del 2012 (sólo cuatro de cada diez profesionales encontraron un puesto de trabajo relacionado con su formación universitaria), inferimos que las dificultades para acceder al mercado laboral no son exclusivas de la formación superior intercultural, sino que se extienden a todas las universidades del territorio mexicano. Teniendo en cuenta esta situación de tremenda competencia, es significativo que la mayoría de los ixhuatecos entrevistados no interpreten la idea de autogestión por la que apuesta la UVI como un logro. Los vecinos entienden que los jóvenes desean desarrollarse profesionalmente y que para eso deben salir de sus comunidades. Se sigue suponiendo que unos tipos de prácticas y conocimientos son más válidos que otros, y se espera que las personas adopten los considerados mejores. No es corriente asociar el empoderamiento a través de la educación como algo valioso, que ayuda a frenar, entre otros fenómenos, el desarraigo forzoso, la adopción de formas de vida impuestas o los fenómenos de migración del entorno rural al urbano. Una mejor organización de las comunidades campesinas, el reconocimiento de los derechos indígenas y de un patrimonio del que se declara su autoría y al que se le conceden los créditos correspondientes, o la apuesta por métodos respetuosos con el medio ambiente produce tensiones interpretativas en los propios ixhuatecos, que opinan sobre un proyecto intercultural desde una mirada todavía colonial.

En cuanto a la vinculación de la UVI con la cabecera, la percepción general de los ixhuatecos es que es necesario fortalecerla, ya que es mucho menor que al comienzo del proyecto. Tienen un gran desconocimiento de las actividades que lleva a cabo la universidad y han perdido la sensación de estar invitados a tales eventos.

Casi no tienen roce directo con el pueblo. He visto que la UVI sola se aísla. Porque se le ha invitado a participar con la cabecera municipal en varios eventos que tenemos; desfiles, programas cívicos sociales... y no ha participado porque son jóvenes que ya tienen sus ideas. Pero se les ha brindado apoyo para mostrar lo de Todos los Santos o el Carnavalito, por ejemplo. Nosotros como pueblo estamos aquí. Si tú llegas nuevo y no me saludas, es tu caso. Quiero decir, si tú me saludas ya te estoy dando esa confianza de acercamiento. La UVI tiene que dar la confianza para que sea una bomba y que todo el mundo sepa de la universidad que tiene Ixhuatlán de Madero. (Informante nº 3, persona asociada al área de cultura).

Salen a flote las rígidas jerarquías sociales que imperan en el municipio. El yo llegué primero se justifica siempre. En este sentido, resulta llamativo que la UVI, considerada por la mayoría de los ixhuetcos la “universidad para indios”, y por tanto de las personas que viven en estas tierras Huastecas desde mucho antes de la consolidación de una clase social dominante mestiza, deba ser la responsable de dar el primer paso en la vinculación con las instituciones, y no al contrario. Los ixhuatecos reconocen una formalidad insalvable de acercamiento de los “recién llegados” hacia los que ostentan el poder en la cabecera. Aunque normalizar las relaciones entre la UVI y la cabecera pasa, según los vecinos, por aceptar modos paternalistas y protectores, que sirvan de evidencia de que sin las instituciones municipales el trabajo de la UVI no tiene apenas impacto, desde un modelo intercultural sería incongruente querer vencer las asimetrías sociales aceptando y perpetuando el papel subordinado a la clase dominante.

En el caso de México, la presencia de estudiantes procedentes de pueblos originarios en instituciones de educación superior se reduce a tan sólo el 1% (Schmelkes, 2004), de tal manera que con la creación de las UVIs se ha posibilitado que jóvenes excluidos de la educación superior mexicana transiten ahora por escenarios históricamente acotados a otro perfil de participantes más privilegiados. No es de extrañar que la unanimidad entre los entrevistados al asociar el proyecto UVI a una iniciativa para el desarrollo de sectores de la población afectados por la pobreza, la discriminación y la falta de acceso a las mismas oportunidades.

Algunas personas, sobre todo los de economía, miran con desprecio esa escuela porque a lo mejor piensan que ahí están los focos de muchachos que se van a preparar como lo hacían en las normales. Esas escuelas albergaban a muchachos completamente humildes y la mayoría de extracción campesina. Piensan que allí se están formando los chamacos que el día de mañana van a ser revolucionarios. Esa es la principal preocupación. ¿Has oído hablar del problema de Ayotzinapa? Esa es una escuela de las normales rurales que hay. Al gobierno no le conviene que la gente se prepare. Entonces es pura propaganda que están impulsando la educación y que las reformas y todo eso. Es lo que pasa aquí, que muchas personas piensan, “los campesinos o los compas se van a preparar y al rato no vamos a tener ni peones”. (Informante nº 1, maestro de primaria jubilado).

Estructuralmente relegados al trabajo subordinado en condiciones precarias y sin perspectiva de mejoras, estos jóvenes se apropian de espacios y funciones novedosas diferentes a las que se les tenía previamente asignadas, donde los mestizos no tienen el mismo margen de influencia, provocando que haya tensiones y controversia. Además de actores comunitarios, investigadores críticos y mediadores entre su pueblo y la academia, estos universitarios emergen como figuras generadoras de nuevas relaciones de convivencia bajo unas reglas distintas que “rompen con la dinámica de la población mestiza (y adinerada) acostumbrada a menospreciar a la población de origen indígena” (Araujo, 2013).

La gente de la UVI se dedica a defender lo que nosotros somos. El rico siempre va a ser rico, pero nosotros tenemos que aprender a defendernos, más que nada. Ellos de indio no bajan a uno. Ellos van a decir que a la UVI sólo va pura gente ignorante y menosprecian la enseñanza de la UVI. La meta es de darle auge a la gente de campo. Que la gente de campo aprenda a manejar su tierra y a defenderse. Para nosotros representa mucho en el sentido de que se están recobrando los primeros principios que teníamos de cómo cuidar la tierra, cómo sembrar, cómo cultivar. (Informante nº5, guarda de seguridad).

Distintas investigaciones han demostrado que los objetivos marcados por la SEP en relación al logro de los objetivos educativos nacionales, tales como el bilingüismo pleno, el conocimiento y la valoración de sus culturas e identidades, se están consiguiendo para con la población indígena. Desde la UVI se han generado iniciativas educativas que han supuesto un importante fortalecimiento identitario de sus estudiantes, y han ayudado a compensar en buena medida las deficiencias en el acceso a la educación superior de las juventudes indígenas.

A partir del presente trabajo se pudo constatar que faltan logros por obtener en relación con la población mestiza. Se puede apreciar cómo la tendencia generalizada sigue siendo la de interpretar los deseos de los pueblos originarios de la Huasteca desde un punto de vista capitalista y colonial. La narrativa estatal del respeto a la diversidad está influyendo sólo relativamente entre los habitantes de estos espacios de vigorosa convivencia, ya que la interculturalidad es asociada siempre a lo indígena y no como un modelo pensado para todos. Parece no ser suficiente con la visualización de la diversidad, y es que con ella se han fortalecido actitudes condescendientes y paternalistas por parte de los sectores dominantes de la población. Ixhuatlán de Madero sigue en el lento proceso de entendimiento de la interculturalidad con una función crítica que “enfrente y transforme las estructuras e instituciones que diferencialmente posicionan grupos, prácticas y pensamientos dentro de un orden y lógica que, a la vez y todavía, es racial, moderno-occidental y colonial” (Walsh, opus cit., p. 20).

El transformador proyecto de la UVI puede ayudar a transversalizar el modelo intercultural a cualquier tipo de vinculaciones y relaciones. Más allá del impacto en el enriquecimiento del conocimiento que supone fortalecer el vínculo ciencia-tradición, la utilidad de estas nuevas relaciones renovadas es la clave para superar las discriminaciones por motivos étnicos, culturales y de clase que se dan en el municipio. Provocar la mudanza ideológica entre los habitantes de Ixhuatlán de Madero pasa por esforzarnos en desvincular la noción de interculturalidad a indigenismo, generando activamente espacios de controversia que posibiliten el trabajo conjunto y el convencimiento por parte de la población mestiza de la validez de los distintos saberes, haceres y pensares que allí confluyen, así como la necesidad de diálogo entre ellos. Si la interculturalidad poco tiene que ver con el afán compensatorio de integrar aquellos que se conciben como “alejados de la norma”, Ixhuatlán de Madero significa un escenario privilegiado para que se den relaciones dialógicas y construir un ambiente progresista, abierto y solidario a la diversidad en su sentido cultural, étnico y epistémico.

 

INTRODUCCIÓN

1. Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.

 

2. Etapa comprendida entre 1876 y 1911 que hace referencia a la dictadura militar bajo el control de Porfirio Díaz. Fue un periodo de gran crecimiento económico a expensas, en buena medida, de la explotación de los trabajadores campesinos del país.

 

La educación intercultural en México

 

3. Secretaria de Educación Pública de México.

El proyecto UVI sede Huasteca

4. Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

 

5. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación.

 

6. Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

 

Relaciones sociales en Ixhuatlán de Madero

 

Metodología

Resultados

La interculturalidad vivida como ajena

La autogestión y las perspectivas laborales

La vinculación entre la UVI y las instituciones

Universitarios indígenas

Conclusiones

Aguado, T. (2010). El enfoque intercultural como métafora de la diversidad en educación. En Aguado, T. y Del Olmo, M. (eds.), Educación intercultural. Perspectivas y propuestas (pp. 13 -25). Madrid: Ed. Ramón Areces.

Argueta, A. & Dietz, G. (2013). Los estudios Interculturales ante el Diálogo de saberes en México en G. Alatorre & Y. Jiménez. (Coords.), Construyendo la interculturalidad en Veracruz: miradas, experiencias y retos. Xalapa: Universidad Veracruzana.

Araujo, H. (2013). Universidad Intercultural y comunidad anfitriona. Vínculos, relaciones y perspectivas en torno a la Universidad Veracruzana Intercultural sede Huasteca. México: Universidad Veracruzana, Xalapa. (Tesis de maestría).

Baronnet, B. (2013). Racismo y discriminaciones en el sistema educativo mexicano en G. Ascencio (coord.), Teoría y práctica de la educación intercultural en Chiapas, PROIMMSE-IIA-UNAM, 2013, pp. 63-79.

Bourdieu, P. (1990). Algunas propiedades de los campos en Sociología y cultura. México: Conalculta

Dietz, G. & Mateos, L (2010). La etnografía reflexiva en el acompañamiento de los procesos de interculturalidad educativa: un ejemplo veracruzanao en Cuicuilco. Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, 48(17). México: ENAH.

Lomnitz, C. (1995). Las salidas del laberinto. México, Editorial Planeta.

Mata, P (2011). Ciudadanía ética, crítica, participativa y transformadora: propuestas educativas desde el enfoque intercultural. España: Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid (Tesis doctoral).

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Referencias Bibliográficas

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La crisis de los desplazados internos de Timor Oriental en 2006: una aproximación antropológica.

La crisis de los desplazados internos de Timor Oriental en 2006: una aproximación antropológica.

The 2006 IDPs crisis in East Timor. An anthropological approach.

Este artículo analiza la crisis que originó el problema de los desplazados internos de los años 2006-2008 en Timor Oriental. Para ello ubico el conflicto dentro del marco histórico, político, social y cultural en que tuvo lugar. Posteriormente realizo un análisis de algunos de los problemas que han enfrentado las intervenciones de emergencia al tratar de resolver la crisis. El objetivo del presente artículo consiste en explicar de manera aproximada cómo determinados fallos, habidos en la elaboración de políticas orientadas a la solución del fenómeno, fueron causados por no haber contemplado el escenario cultural y las dimensiones locales en las que había surgido o incluso la habían causado. Como conclusión propongo que tener más en cuenta los contextos locales puede resultar beneficioso para mejorar el diseño de políticas de intervención humanitaria.

Palabras clave: Timor Oriental; desplazados internos; divisiones étnicas; crisis política; ayuda humanitaria; antropología aplicada.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 14 DE JUNIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 16 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

This paper analyzes the 2006-2008 IDPs the crisis occurred in Timor. For this, I explore the conflict in its historical, social, cultural and political context. After that, I examine some of the problems that the intervention of humanitarian aid faced while trying to solve the crisis. The aim of the paper is to explain in a roughly way how some of the problems with the policy designed to solve the crisis were caused for not considering the socio-cultural context and local dimensions in which the crisis took place and, in some cases, triggered it. As I conclusion I propose that taking the local context more in consideration could give some good insights for the design of humanitarian interventions.

Keywords: East Timor; IDPs; ethnical divisions; humanitarian aid; applied anthropology.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

RESUMEN

ABSTRACT

Alberto Fidalgo Castro

Arthropology Lab. Creative Social Sciences for Development. España

fidalguia@gmail.com

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IDPs son las siglas en inglés de Internally Displaced Person, que se ha traducido al español como ‘desplazados internos’ (ACNUR 2016). Aunque la definición del concepto mismo de IDPs se ha discutido ampliamente (Global IDP Project & Norwegian Refugee Council 2002), se consideran como tales a aquellas personas o grupos de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares o lugares de residencia habitual como resultado o para huir de los efectos de conflictos armados, situaciones de violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos o desastres naturales o causados por el hombre y que no han cruzado (al contrario que los refugiados) ninguna frontera estatal reconocida (Global Protection Cluster Working Group 2007, 6).

Aunque fue poco conocido debido al nulo eco que tuvo en los medios de difusión de masas, entre 2006 y 2008 ocurrió una crisis política que llevó a buena parte de la población timorense a convertirse en IDPs, que sólo se solucionó después de que el intento de asesinato del presidente de la república sirviese como catalizador para poner fin al conflicto. El objeto de este artículo, resultado de la investigación de campo que realicé en Timor Oriental entre marzo y agosto de 2007 y junio y septiembre de 2008, es dar a conocer la existencia de este problema haciendo un claro énfasis en las dificultades en materia de cooperación en ayuda humanitaria que he observado durante mi estancia en algunos campos de refugiados internos en la capital, Dili. El presente artículo se aproxima al tema de los desplazados internos desde una perspectiva aplicada y debe enmarcarse dentro del campo de estudios de la antropología de los refugiados y la ayuda humanitaria (Harrell-Bond, Voutira, y Leopold 1992; Harrell-Bond 1986; Malkki 2015; Malkki 1995; Malkki 2013; Malkki 1996)1.

Para esta investigación se realizaron un total de 109 entrevistas (estructuradas, semiestructuradas y abiertas) a desplazados residentes en los siguientes campos: Hospital Nacional Guido Valadares, Escola Sagrado Coração de Jesus en Becora, exteriores del cuartel de las F-FDTL en Metinaro, Sional Lecidere, Centro de Treinamento Dom Bosco. Asimismo, se realizaron varios períodos de observación participante, que se extendieron durante un total de cuatro meses, en los siguientes campos: Centro de Treinamento Dom Bosco, Aeroporto Comoro y cuartel de las F-FDTL en Metinaro. Finalmente y para complementar la información obtenida en los propios campos, se realizaron un total de catorce entrevistas semiestructuradas a los gestores de la ayuda humanitaria, tanto a nivel gubernamental como de instituciones internacionales y ONGs2.

Para llevar a cabo el objetivo de este artículo, he dividido el texto en dos grandes bloques. El primero de ellos abordo el contexto de la situación timorense del momento de la crisis desde una perspectiva histórica y algunos de sus aspectos sociales. En el segundo bloque analiza el papel de la intervención internacional, centrándome en el impacto que causa la ayuda humanitaria y los problemas que se encuentra en la gestión de la crisis de los IDPs.

Timor Oriental fue desde principio del siglo XVI (1512) hasta 1975 colonia portuguesa. En 1974, tras la Revolución de los Claveles, el nacionalismo timorense tuvo el momento para mostrar su oposición al control colonial. Así se crean los principales partidos políticos del momento el FRETILIN (Frente Revolucionaria de Timor Leste Independente, de corte marxista y que apuesta por la independencia); la UDT, (União Democrática Timorense, que apuesta por convertirse en un protectorado portugués) y APODETI (Associação Popular Democratica Timorense, partidario de la integración con Indonesia). (Saldanha 2008; Beuman 2016).

Después de un conflicto civil entre los partidos, el 28 de noviembre de 1975 el FRETILIN proclama la independencia de la República Democrática de Timor Leste. Sólo nueve días después de la proclamación se produce la invasión por parte de la Indonesia del dictador Suharto (el 7 de diciembre de 1975). Se utiliza como justificación para la invasión la petición de ayuda enviada a Indonesia por el partido APODETI. El control de Timor se hace en tiempo record e Indonesia lo anexiona convirtiéndolo en su 27ª provincia bajo el nombre de Timor Timur (Gunn 2007). La etapa indonesia dejó tras de sí uno de los más penosos momentos de la reciente historia mundial. Durante los 24 años de ocupación se produjo la muerte de entre 102.800 y 183.000 personas sobre una población total de 850.00 según estimaciones de la Comissão de Acolhimento, Verdade e Reconciliação de Timor Leste (Post-CAVR Technical Secretariat 2013).

La dictadura de Suharto llega a su fin en 1998, tras una crisis a nivel político y económico. La situación interna de Indonesia, junto con un aumento de la presión internacional para terminar con la crisis de Timor llevan a que Indonesia junto con Portugal, acuerden un referéndum organizado que el 30 de agosto de 1999 termina con la victoria de los independentistas. Las milicias pro-indonesias, compuestas en su mayoría por timorenses que apoyaban la anexión, reaccionan llevando a cabo una fuerte represión sobre la población civil.

Tras una fase en la que las Naciones Unidas toman el control del país, en 2002 se produce la devolución de la soberanía los timorenses mediante las primeras elecciones democráticas. Como resultado de las mismas se elige presidente de la república a Xanana Gusmão (uno de los héroes de la resistencia) y el partido ganador de las elecciones legislativas es el FRETILIN, siendo elegido primer ministro Mari Alkatiri, que había sido uno de los miembros de la resistencia en el exilio.

Alkatiri se convierte así en el hombre fuerte de la política timorense, lo cual provoca reacciones internacionales divergentes entre los países con mayores intereses en Timor: Australia, Portugal, Estados Unidos y el Vaticano. Sus intentos de crear un estado laico chocan con los de la Iglesia Católica, que ve en Timor (junto con Filipinas) uno de los puentes en Asia para entrar en China. En 2005 Alkatiri intentó crear un currículum escolar laico, lo cual provocó que la Iglesia reaccionase sacando a sus partidarios a la calle como demostración de fuerza, reivindicando que la enseñanza de religión fuese obligatoria en las escuelas públicas, lo cual finalmente consiguió. Por otra parte, Alkatiri, hizo ver su intención de renegociar los acuerdos de explotación del petróleo del mar de Timor con la potencia vecina, Australia; cuyos intereses comerciales se podían ver afectados (Gárate Castro 2007). Con este escenario entramos en el año 2006, clave en la reciente crisis timorense y causa principal de la existencia de los IDPs.

Antes de abordar las causas directas de la crisis, se hace necesario exponer un aspecto que subyace en el conflicto: el enfrentamiento entre personas de loromonu que son aquellas cuyo origen está en los distritos del Oeste del país y las de lorosa’e, aquellas que son de los distritos del Este. No es mi objetivo hacer una genealogía del problema loromonu versus lorosa’e (Seixas 2004), sino precisar que ambos estaban actuando fuertemente como imágenes sociales “del otro” y fueron elementos intrínsecos del conflicto, como se deja ver por ejemplo en el uso despectivo de los apelativos firaku y kaladi (lorosa’e y loromonu respectivamente) que son muy usados cuando uno de los grupos habla del otro.

La división de la sociedad timorense en dos identidades enfrentadas implica un gravísimo problema para la construcción de una identidad nacional. Timor Oriental es un país en el que la construcción identitaria gira en torno al uso de la lengua tétum como unificadora de la gran diversidad lingüística (cerca de una treintena de lenguas en un territorio con una superficie de 14.874 km²) y el apelativo genérico timoroan (hijo de Timor) como unificador de todos los nacidos en Timor (Seixas 2004). Los elementos identitarios loromonu y lorosa’e son muy antiguos, y aunque Babo Soares señala como antecedentes del conflicto las luchas entre comerciantes de Bobonaro y Ermera (Oeste) frente a los de los distritos de Baucau y Viqueque (Este) por el control del mercado interior (Babo-Soares 2003, 267-300), nunca antes se había vivido en clave de conflicto social total; que es lo que se produce en 2006. Ésta división afecta a la capacidad de los timorenses para imaginarse como pertenecientes a una misma comunidad nacional3, y por ello, la estabilidad política puede verse seriamente perjudicada.

Ante esto, la pregunta que nos aborda es ¿cómo es posible que este tipo de enfrentamiento pueda producirse en uno de los estados más jóvenes del mundo? Para ello veremos cómo la cuestión de los firaku y los kaladi afectó en tres niveles: el de imágenes sociales, el de su distribución espacial en los barrios de Dili y en su presencia en las bases territoriales de los partidos políticos.

Hay dos imágenes sociales creadas que son de extrema importancia para comprender el porqué de esta crisis. La primera está extendida entre gente de lorosa’e y es aquella según la cual fueron ellos los que, durante la invasión de Indonesia, resistieron en las montañas con la guerrilla, y con ello, ganaron la guerra; mientras que la gente de loromonu fue la que primero se rindió ante la invasión, llegando muchas veces a identificárseles a todos como colaboracionistas con la ocupación. La otra imagen social viene de la parte loromonu y es aquella según la cual, desde que el FRETILIN ha entrado en el gobierno en 2002, la gente de lorosa’e esgrimiendo el argumento de haber sido ellos los que “más lucharon” y los que “más sufrieron” durante ocupación indonesia, están copando la mayoría de los puestos de importancia en aparato del Estado.

Dili, la capital, está situado en la parte loromonu del país y la mayoría de sus habitantes son, por ello, oriundos de los distritos del Oeste. Ha habido varios momentos de crecimiento demográfico de la capital (tras la II Guerra Mundial o durante la ocupación indonesia), pero el gran aumento en su población se produjo tras el referéndum de independencia de 1999 e hizo llegar una gran afluencia de personas de los distritos, muchas de las cuales eran lorosa’e (Babo-Soares 2003, 2), a una zona loromonu del país.

Los nuevos habitantes de Dili se van estableciendo de las más diversas maneras en los distintos barrios de la ciudad. La pauta general que nos encontramos en el asentamiento de estos “nuevos vecinos” es la de la ocupación de aquellas casas que han sido abandonadas, temporal o definitivamente, por sus propietarios indonesios o timorenses para huir del país (como aquéllos que formaban las milicias pro indonesias) o porque se encuentran refugiados en Indonesia.

Como mecanismo heurístico de análisis, esbozaré una tipología de los barrios de Dili, para posteriormente ilustrar mejor el conflicto. Estableceré cuatro tipos de barrio4, siguiendo como criterios la mayor presencia de uno u otro grupo y el tiempo que éstos grupos llevan conviviendo como vecinos antes de ocurrir la crisis:

a. Barrios que están compuestos en su mayoría por personas oriundas de loromonu.

b. Barrios que están compuestos en su mayoría por personas oriundas de lorosa’e.

c. Barrios mixtos que lo son desde hace mucho tiempo y cuyos vecinos han establecido relaciones duraderas y redes sociales de colaboración.

d. Barrios mixtos de nueva creación cuyos vecinos apenas se conocen y no han establecido redes de colaboración, los cuales tienen se originan principalmente tras la independencia.

Una vez visto esto, se hace necesario señalar otro elemento fundamental en el conflicto: el de la potenciación del enfrentamiento en clave étnica desde la clase política. En Timor, como se demuestra haciendo una revisión de los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas de 2007 (McWilliam y Bexley 2008), los partidos políticos tienen unas bases territoriales muy marcadas5. En el caso del partido FRETILIN, sus apoyos están mayoritariamente localizados en los distritos del lorosa’e que hacen que se produzca una identificación social a modo de sinécdoque que identifica a personas de lorosa’e como simpatizantes del partido FRETILIN y a loromonu como simpatizantes de otros partidos contrarios al FRETILIN.

En marzo de 2006, 594 soldados de las F-FDTL (Falintil-Forças de Defensa de Timor Leste) fueron expulsados por ‘reajustes’. Prácticamente todos ellos eran de la parte loromonu del país. Éstos, acompañados por civiles que secundaban su causa, comenzaron cuatro días de manifestaciones (del 24 al 28 de abril) reclamando que cesasen unas discriminaciones salariales y en las oportunidades de promoción hacia los militares de loromonu por parte de la jerarquía, que en su mayoría eran de la parte lorosa’e del país. Este era el caso de los tres cargos más elevados de la institución en 2007: el comandante en jefe, Taur Matan Ruak, es de Baucau; el segundo comandante, Lere Anan Timor es de Lautem y el tercero, Falur Rate Laek, es de Viqueque (los tres distritos que formarían el espacio lorosa’e) (Trinidade y Castro 2007, 13).

Las manifestaciones fueron derivando en grandes disturbios en la capital, llegando este grupo de militares a amenazar con un conflicto civil. El 4 de mayo deserta el mayor de la Policía Militar timorense Alfredo Reinado, acompañado por veinte miembros de su pelotón y llevándose consigo armas y municiones para unirse a los soldados rebeldes. Un gran brote de violencia generalizada surge en los barrios. Grupos de personas atacan a vecinos loromonu que viven en ellos. Incendian sus casas, comienzan a perseguirlos y éstos buscan amparo mayoritariamente en edificios religiosos. A partir de aquí se desencadenan todos los sucesos: las aldeas de mayoría loromonu expulsan a los lorosa’e y viceversa. Los barrios mixtos de creación más reciente registran el mayor número de conflictos y representan el principal escenario de la lucha por ganar el terreno entre los dos grupos. Toda esta violencia hace que gran parte de la población huya de los lugares en los cuales residía en la capital. Se estima que a finales de 2006 unas 150.000 habían abandonado sus hogares en Dili 6 para refugiarse en aquellos otros distritos de los que eran originarios (Gunn 2011, 67)7, o en casas de familiares en la propia capital. El miedo a una guerra civil, de la que ya había antecedentes en 1975 y 1999 hace que Dili se convierta en una ciudad fantasma. Con ello empieza la crisis de los desplazados internos.

El Gobierno de Timor pide ayuda internacional para frenar una crisis que, poco a poco, va acercándose al conflicto civil (NNUU 2006), y se crea una nueva misión de la ONU, la Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor Oriental. Se produce la caída del gobierno del FRETILIN y se crea un gobierno transitorio hasta las elecciones de 2007, que ganan José Ramos-Horta como presidente de la República y Xanana Gusmão como primer ministro y dejan fuera al FRETILIN de Alkatiri del gobierno.

En este primer momento de configuración espacial de los campos de IDPs y aunque las variables son enormes, podemos establecer que las personas deciden irse a uno u otro campo por tres razones principales:

a. Proximidad. En este caso la huida suele ser in extremis ante la inminencia o simultaneidad de un ataque al lugar en que la persona se encuentra.

b. Seguridad que, desde el punto de vista del refugiado, le ofrece el enclave elegido. Como ejemplo, podemos poner el caso del campo de Metinaro, que se crea en los alrededores de una base de las F-FDTL (el ejército) y en la que encontramos casi exclusivamente personas de los distritos de lorosa’e (recordemos, que tras la expulsión de los 594 soldados la práctica totalidad del ejército es de lorosa’e).

c. Conectada con la anterior, muchos deciden buscar refugio en lugares en los que haya un mayor número de personas que compartan su mismo origen, lugares en los que haya un mayor número de personas con las que tenga relaciones de parentesco.

Tras la primera fase de asentamiento, nos encontramos con un serio problema de necesidad de ayuda humanitaria inmediata. Los alimentos en Dili, que se encuentra desabastecida, comienzan a escasear y en este contexto se producen asaltos a almacenes gubernamentales de arroz. Asimismo, muchos de los lugares elegidos por los IDPs carecen de saneamiento de agua o su capacidad es netamente insuficiente ante la gran avalancha de personas que a ellos acude. La gestión de la crisis es complejísima y el gobierno, ayudado por los gobiernos de otros Estados, instituciones internacionales, agencias de cooperación y ONG, consigue finalmente hacer frente a las necesidades más urgentes mediante la ayuda humanitaria: comida y agua, alojamiento (se reparten miles de tiendas de campaña y lonas plásticas), utensilios, etc. Una vez atajada la ayuda humanitaria de emergencia la situación, aunque tensa, vuelve paulatinamente a ser más estable. Los campos de desplazados están ya abastecidos, y aunque hay enfrentamientos puntuales, la vida en ellos se “normaliza”.

Los gestores de la resolución de la crisis se encontraron con el hecho de que, una vez se pacificó la situación, los IDPs se negaban a abandonar los campos y volver a sus casas. No sólo eso, sino que el número de IDPs de Dili aumentaron en lugar de decrecer. En muchos casos, esto se debía a que no tenían lugar alguno al que volver porque sus casas habían sido quemadas o asaltadas durante la crisis. En otros, aunque sus casas se encontraban en condiciones de albergarlos, habían sido ocupadas por otras personas después de su huida. Muchos son los casos en que, aunque sus casas no habían sido ni ocupadas ni destruidas, se resistían a volver porque temían que la situación en su barrio siguiese siendo insegura para ellos debido a su origen, ya fuesen lorosa’e y el barrio fuese de mayoría loromonu o, a la inversa, loromonu en uno de mayoría lorosa’e.

Sin embargo, junto con este tipo de IDPs, encontramos otras personas en los campos a los que podríamos denominar “pícaros”. Son los que nos cuentan que no han sufrido pérdida de tipo alguno: ni su casa ha sido asaltada o quemada, ni han sufrido amenazas o ataques por parte de vecinos, ni tienen miedo de volver a sus residencias. La pregunta que inmediatamente nos hacemos es ¿por qué, en ese caso, se han ido a los campos y qué es lo que hace que continúen viviendo en ellos? Podemos señalar varias causas, que desarrollaremos más adelante:

En primer lugar, la ayuda internacional se convierte en una nueva forma coyuntural de satisfacción de necesidades (alimentos, utensilios y alojamiento). Esto conlleva lo que podríamos definir como “efecto llamada”. Los agentes de la ayuda humanitaria, al entregar masivamente este tipo de bienes de manera gratuita, hacen que muchas personas se censen en los campos para obtenerlos, aunque no residan allí.

Pongamos un ejemplo etnográfico. En una de las múltiples entrevistas que realicé durante mi estancia en los campos, me encontré con que en una tienda de campaña en la que constaban censadas seis personas (una familia nuclear: padre, madre y cuatro hijos) solamente una de ellas era un residente permanente en el campo: el padre/marido, mientras el resto de los miembros de la familia había vuelto a su distrito de origen al comienzo de la crisis, en donde permanecía en casas de personas de su familia. Esta familia en la que de hecho uno solo estaba viviendo permanentemente en el campo, recibía ayuda humanitaria para los seis miembros de la familia al mismo tiempo que, en el distrito, recibían de nuevo ayuda humanitaria para los cinco que allá permanecían.

Este caso sugiere la necesidad de enfrentar uno de los problemas, a mi juicio estructurales, que enfrenta la gestión de la ayuda humanitaria. Me estoy refiriendo a la consideración del concepto de familia que desde los elaboradores de políticas de ayuda humanitaria se aplica. La familia en Timor es del tipo extenso y funciona en el nivel de la economía doméstica como garantizadora de las necesidades de todos sus miembros. El problema de la ayuda humanitaria en este aspecto es que ésta se reparte en función del concepto occidental de familia: la familia nuclear. No quiere esto decir que la familia nuclear no exista en Timor, afirmación que sería una falsedad. La familia nuclear existe (uma-kain), pero está comprendida dentro del marco da extensa, y de ese modo, es poco común encontrar unidades domésticas de residencia socialmente normalizadas en las cuales sus únicos integrantes sean los miembros de la familia nuclear (sobre todo si las unidades analizadas se encuentran en la capital, centro de migraciones internas). Es, en cambio, muy frecuente encontrarnos con unidades domésticas en las que residen, junto con la unidad nuclear, personas con grados de parentesco muy variados (siendo la cifra media de personas que viven en la casa entre siete y ocho individuos). Respecto a los campos de IDPs, sin embargo, la ayuda se distribuye en función de la familia nuclear, lo cual genera que, en ellos, la familia extensa pierda la lógica económico-social que tenía: garantizador de la continuidad de la institución mediante la satisfacción de las necesidades de sus miembros que pasan a cubrirse mediante un sistema de satisfacción de necesidades exógeno a la economía local timorense: la ayuda humanitaria.

El efecto del mantenimiento de una política de este tipo a medio y largo plazo puede generar la desintegración de la lógica socio-económica de la familia tradicional timorense y la sustitución de la misma por un modelo occidental de familia nuclear. Los efectos que esto puede traer consigo, fruto del conflicto entre dos sistemas familiares enfrentados, pueden ser desastrosos: la desintegración de esa red familiar de “seguridad social” basada en los derechos y deberes que actualmente se consignan como intrínsecos a los roles de parentesco; y con ello, la necesidad de encontrar nuevas estrategias de supervivencia que requieren unas condiciones sociales, culturales y económicas concretas que Timor Oriental no está en disposición de ofrecer.

Por otra parte, el “efecto llamada” de la ayuda humanitaria propicia un abandono masivo del campo. La distribución de ayuda humanitaria es mucho más potente en Dili que en el resto del país. Esto genera que el “efecto llamada”, cuyo epicentro se encuentra en la capital, lleve a un progresivo abandono del mundo campesino. Pero el problema es aún más grave, ya que la franja de edad que abandona mayoritariamente el campo es la de los jóvenes que están preparados para formar parte de los sectores productivos de las comunidades rurales. Muchos de estos jóvenes deciden migrar a la ciudad aprovechando las “facilidades” que la presencia de los campos de IDPs les ofrecen: los campos garantizan alojamiento y manutención y les otorgan una mayor “libertad” porque dejan de ser dependientes de la familia para ser “independientes” (al menos durante el plazo en que continúen existiendo los campos de IDPs). Así, esa fuerza de trabajo que se desplaza del campo a la ciudad, deja de ser población potencialmente activa para convertirse en sujetos pasivos dependientes de la ayuda.

El impacto de “efecto llamada” tiene, también, implicaciones económicas fruto de la entrega masiva de alimentos. Se produce una pérdida de interés en los diferentes cultivos que se producen localmente debido a que la obtención gratuita de los mismos requiere menos esfuerzo que su cultivo. Con todo lo dicho, el sistema de producción campesino pierde importancia relativa como principal suministrador de alimentos en el país y las necesidades básicas pasan de ser satisfechas por una economía campesina a serlo por una de mercado. Así, se sientan las bases para la creación de un serio problema de seguridad alimenticia que, muy probablemente, se quiera resolver a través del paso de un sistema de producción de base campesina a un sistema de producción del tipo capitalista.

Expondré otro caso de algunos de los usos que recibe la ayuda humanitaria entre los IDPs. Uno de los intérpretes que colaboraron conmigo en los campos de desplazados era, él mismo, un IDP. Se trataba de un estudiante de la UNTL (Universidade Nacional de Timor-lorosa’e) y figuraba censado en una tienda con otros cuatro compañeros de facultad, de los cuales sólo uno residía a tiempo completo en el campo. Aunque mi intérprete había sido IDP al comienzo de la crisis y había pasado por varios campos, se estableció finalmente en el más cercano a la universidad. Cuando colaboró conmigo no residía ya en él, y salvo en algunas situaciones puntuales, nunca dormía nunca allí sino en una de las casas que su familia (extensa) tenía en un barrio de la ciudad (residía desde hacía más de 15 años en Dili, en la casa del hermano menor de su padre). Al preguntarle por el uso que le daba a la ayuda humanitaria que recibía en calidad de IDP y me contestó que ésta se quedaba en el campo, en la tienda en la que figuraban todos censados, y que era consumida por ellos a la hora de la comida. Al salir de clases, él y sus compañeros, debido a que sus casas se encontraban lejos del campus, iban al campo de IDPs a comer, ahorrando de ese modo el tiempo y dinero de los desplazamientos. Era frecuente que se les uniese algún otro amigo de la universidad, siempre y cuando fuese lorosa’e porque siendo loromonu el acceso al campo le era vetado para evitar la posibilidad de algún enfrentamiento con otros residentes del campo.

Estos dos casos citados, el de la familia censada en una tienda en la cual sólo vivía uno sus miembros y el de los estudiantes universitarios, tienen un elemento común: todos, aunque no vivan allí, están inscritos en el censo del campo. Una de las mayores dificultades para la correcta gestión del problema es saber con fiabilidad cual es el número real de IDPs. Esta es una de las mayores incógnitas que hay hoy en día en Timor, ninguno de los agentes que se dedican a la gestión de la ayuda sabe con certeza cuál es el número real ni quién está realmente necesitado y quién no.

Esto se había originado antes de la llegada de la ayuda internacional, los propios IDPs se habían organizado entre sí para protegerse y abastecerse. Cuando finalmente la ayuda humanitaria llegó, se encontró con que ya habían sido designados responsables de los campos y fue con ellos con quienes el gobierno y los agentes de cooperación en ayuda humanitaria trataron. A estas personas, ellos mismos IDPs, se les otorgaron las tareas de censo y distribución de la ayuda (entre otras). El hecho de que hayan sido los propios afectados quienes se convirtieron en juez y parte ha dado lugar a grandes distorsiones en la cuantificación del cómputo total de desplazados internos. Como hemos visto en el primer caso, era común que se censaran a personas que nunca habían residido allí. Del mismo modo, muchas de las personas que habiendo estado refugiadas al principio del conflicto abandonaron posteriormente los campos (como vimos en el caso del estudiante), no fueron dadas de baja del censo porque, entre otras causas, les supondría a los coordinadores un conflicto causado porque cesarían de percibir la ayuda en forma de alimentos. Así, con distorsiones como estas y otras de muy diversa índole, la cifra de IDPs que se barajaba oficialmente es muy poco fiable, y generalmente, desmesurada8. A pesar de ello es la referencia desde la cual se establece el volumen de la ayuda humanitaria necesaria.

Además, como señalamos anteriormente, una de las funciones de los coordinadores de los IDPs es la de la distribución de los alimentos, lo cual provoca que éste pueda “jugar” con la ayuda humanitaria que reciben en función de sus propios intereses (entregar más o menos alimentos a los diferentes IDPs si votan o demuestran públicamente apoyo a determinado partido político9; de la cercanía de parentesco entre el receptor y el coordinador o algunos de los miembros afines, etc.). Asistir y analizar un reparto de la ayuda humanitaria dentro de un campo de desplazados internos es todo un todo ejercicio de hermenéutica antropológica en el que en el que elementos como la pertenencia a asociaciones políticas, la estratificación social o el parentesco determinan la cantidad, calidad, espera en la recepción o, incluso, la exclusión del beneficiario del reparto de la ayuda. Así, por ejemplo, un IDP de nacionalidad timorense que haya demostrado públicamente su filiación política al partido por el que los núcleos de poder de ese lugar muestran mayores simpatías, que además sea una elite social y cuyo linaje sea cercano o idéntico al de aquellos que forman esos núcleos de poder; recibirá mayor, mejor y más rápidamente el arroz que un IDP de nacionalidad indonesia y casado con una timorense, que no pertenece a ninguna elite social y carece de linaje. Ocultando nombres, por motivos obvios, éste es el caso de un reparto al que asistí durante mi trabajo de campo entre los IDPs. El indonesio al que me refiero fue la última persona de todo el campo en recibir la ayuda. Para ello tuvo que esperar en el puesto de reparto (zona central del campo y lugar para la exhibición pública), de pie y solo, durante más de ocho horas siendo el hazmerreír de los que pasaban por el lugar, hasta que finalmente le fue entregada una mínima parte de lo que realmente le correspondería siguiendo los estándares estipulados por los emisores de la ayuda.

Casos como éste, que no son tomados en cuenta para la comprensión de la problemática y el posterior diseño de políticas de intervención humanitaria hacen que la gran complejidad y riqueza de matices que presenta el fenómeno se pierdan. A mi juicio, la complejidad de los campos que la visión del antropólogo desvela supone un duro correctivo a la visión simplista de aquellos que los presentan como un todo homogéneo, mero objeto de estadísticas y en el que los aspectos cualitativos brillan por su ausencia. En este sentido, comparto plenamente el papel que Harrell-Bond y Voutira le dan al antropólogo: «Lo que ha quedado establecido son cuestiones acerca de la conveniencia de las políticas y la efectividad de los programas de ayuda, áreas en las que se necesita urgentemente que la antropología y los antropólogos ‘interfieran’» (Harrell-Bond y Voutira 2008, 7)10.

A lo largo de este texto hemos visto algunos de los elementos que han repercutido sobre el serio problema de la existencia de desplazados internos de Timor Oriental. He intentado exponer ciertos aspectos de las políticas en relación a la ayuda humanitaria que a mi juicio han dificultado una solución en la crisis de los IDPs y/o pueden suponer nuevos problemas en el futuro. Lo he realizado desde la perspectiva que entiendo más apropiada: la de lo local, el enfoque micro que ofrece el conocimiento de la antropología aplicada. Entiendo que las herramientas metodológicas que nuestra disciplina maneja (como, por ejemplo, la observación participante) aportan un punto de vista privilegiado para la solución de problemas concretos espacial y temporalmente situados, de entre los cuales la crisis de los desplazados internos en Timor no es el menor. A mi parecer, señalando algunos de los elementos que no han tenido el efecto previsto, se pueden minimizar los aspectos negativos que el impacto de la ayuda acarrea consigo, y al mismo tiempo, mejorar la eficacia y ahorrar costes en misma.

Lo que en definitiva se produce dentro de los campos es el proceso del cambio social a través del diálogo entre diversas cosmovisiones (locales y exteriores), cuyos efectos son difíciles de prever. Sin embargo y con la vista puesta en una mejor efectividad de la ayuda humanitaria desde una perspectiva aplicada, un mayor conocimiento en áreas como la estructura de la autoridad en la sociedad timorense, así como las estrategias de supervivencia que están vinculadas al parentesco pueden evitar que la ayuda humanitaria tenga algunos efectos perversos sobre los beneficiarios de la ayuda. El impacto que la ayuda humanitaria pueda tener sobre la economía timorense y sobre su estructura social y política son elementos más que suficientes para hacer un llamamiento a una elaboración de políticas de ayuda sensibles al contexto local en el que se llevarán a cabo; evitando o minimizando el serio daño que pueden ocasionar a la viabilidad de Timor Oriental como Estado y evitando, también, la paradoja de perjudicar a través de una intervención humanitaria a una población a la que se pretende auxiliar.

INTRODUCCIÓN

1. Para una revisión teórica de la antropología de los refugiados y las migraciones forzadas, véanse por ejemplo, Colson (2003), Harrell-Bond y Voutira (Harrell-Bond y Voutira 2008), o Chatty (2014).

 

2. Se entrevistaron a responsables en Timor Oriental de las siguientes instituciones: ACNUR, Organización Internacional para las Migraciones (OIM), World Food Programme (WFP), UNICEF, Plan Internacional, Norweigan Refugee Council, Care Internacional, OXFAM y el Ministério do Trabalho e Solidariedade Social.

Timor Oriental: apuntes históricos y aspectos socio-culturales

 

Identidades étnicas: loromonu y lorosa’e.

 

Imágenes sociales.

Distribución espacial de los elementos loromonu y lorosa’e en los barrios de Dili.

 

3. Anderson (2001) sugiere que la incapacidad de los indonesios para imaginar a los timorenses como parte de su nación fue uno de los elementos clave que impidió la unificación efectiva de Timor en Indonesia.

 

4. Algunos de los barrios de la capital son tremendamente complejos y ciertamente requeriría demorarse más en su análisis, pero por falta de espacio no puedo hacer un análisis más pormenorizado de los mismos.

 

 

Bases territoriales de los partidos políticos.

 

La crisis de 2006

5. En 2012 se celebraron unos nuevos comicios electorales, en los que Taur Matan Ruak fue elegido Presidente de la República y Xanana Gusmão resultó reelegido Primer Ministro. Con pequeñas variaciones, esta tendencia continuó estando presente en los resultados de las elecciones de 2012 (Leach 2013, 160).

 

6. Dili tenía una población de 212.469 personas en el momento de la crisis (Direcção Nacional de Estatística (DNS) 2009, 12)

 

7. Coincido con Myrttinen (2016, 114, nota 8), ya que al igual que en su caso, también muchos de mis informantes apuntaban que las cifras estaban infladas con el objetivo de obtener un mayor volumen de ayuda humanitaria.

 

Papel de la intervención internacional en la gestión de la ayuda humanitaria para resolución de la crisis.

8. En 2008, año del presente etnográfico de este artículo, el número oficial de IDPs en Timor era de alrededor de 100.000 (30.000 de ellos en la capital) (International Crisis Group 2008).

 

9. La divergencia política dentro de los lugares de desplazados internos es mínima, llegando a resultar su presencia prácticamente despreciable desde el punto de vista estadístico.

 

Conclusiones

10. Cf. «What is clearly left open are questions of appropriateness of policies and the effectiveness of assistance programmes, areas in which anthropology and anthropologists are urgently needed to ‘interfere’»

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Referencias Bibliográficas

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Medioambientalismo e interculturalidad en zona de disglosia convivencial. Caso SOS Panadeira y “la muerte del patrón”

Los privilegios de unos sobre otros conviviendo en un mismo territorio pueden ser superados a través de la práctica medioambientalista entendida y diseñada con un enfoque intercultural. La diglosia lingüística, término acuñado para referirse a situaciones políticas y sociales que privilegian una lengua sobre otra en un mismo territorio, la hemos luxado hacia la convivencia bajo el término diglosia convivencial. En este artículo ofrecemos un trabajo de investigación participante en la Plataforma ciudadana SOS PANADEIRA durante tres años. La metodología etnográfica ha vertebrado la investigación, como forma de trabajo, en el campo. La Plataforma emergió de la diglosia convivencial que define, en este caso, los privilegios de unos ciudadanos/as sobre otros/as en cuanto al acceso al espacio público en Sanxenxo -Rías Baixas- referente turístico de la provincia de Pontevedra (Galicia, España). La “muerte del patrón” la entendemos como metáfora sobre la capacidad de los/as ciudadanos/as de engendrar convivencia simétrica a través del escrutinio y la participación. El patrón recurrente como modelo acrítico de relaciones de poder económico y político diglósico ha sido disputado sobre el “espacio- playa” entre patrones y ciudadanos/as. La playa reificada, la naturaleza como objeto el acceso privado contra la playa espacio natural sujeto de derechos, que permite el acceso público.

PALABRAS CLAVE: Enfoque intercultural; Práctica medioambientalista; Escrutinio; Privilegios; Plataforma ciudadana.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

The privileges of people from different cultural and ethnic backgrounds coexisting in the same territory can be overcome through practical environmentalism understood and designed with an intercultural approach. The convivial diglossia; diglossia- extrapolation of linguistics- a term selected to refer to political and social situations that favor one language over another in the same territory- and have strained towards coexistence. In this article, we offer a participatory research regarding the Civic Platform SOS PANADEIRA covering a period of three years. Ethnographic research methodology was structured as a form of fieldwork. The platform emerged from the convivial diglossia that defines, in this case, the privileges of some citizens over others in accessing public space in Sanxenxo Rías Baixas- concerning tourism in the province of Pontevedra. The “death pattern” is understood as a metaphor for the capacity of citizens to engender symmetrical coexistence through scrutiny. The recurring pattern of an uncritical relations diglossic economic model and political power has been played on in the “space-beach” interface between pattern and citizens. Reified beach, with its private access to natural beach area and its subject of rights which allows public access.

KEYWORDS: Intercultural Approach; Practical environmentalism; Scrutiny; Privileges; Civic platform.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Medioambientalismo e interculturalidad en zona de disglosia convivencial. Caso SOS Panadeira y “la muerte del patrón”

Environmentalism and interculturality in an area of coexisting disglosia. SOS Panadeira case and “the death of the boss”

ARTÍCULO RECIBIDO: 14 DE JUNIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 8 DE NOVIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

RESUMEN

ABSTRACT

Guadalupe Gómez Abeledo

Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Ecuador

guadadeza@hotmail.com

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La metáfora intercultural analizada desde el grupo Inter- imbricado en el Máster en Educación Intercultural Euro-latinoamericano coordinado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) desde 2007- nos familiariza con una mirada multifocal, confirmando que en la realidad social tardamos en entender que la silueta identitaria es acotada intelectualmente por el etnocentrismo.

La presentación del Master1 define que “el Grupo INTER está integrado por profesoras y estudiantes de diversos departamentos e instituciones, españoles y extranjeros”. Tras el primer año estudiando interculturalidad, nos vamos despensando con lentes que desvían la luz como en la obra de Peacock y Menezo (2005), con luz fuerte y enfoque suave por lugares antes ignorados. Cada uno/a de nosotros/as ilumina los conocimientos que ha construido en sus itinerarios educativos y personales siendo los resultados reflejos convergentes pero de amplio espectro. Toda definición encierra control del conocimiento, algo que choca con una interculturalidad entendida como apertura. La definición-como determinación de duda- queda cordialmente invitada a ser postpuesta para recibir toda propuesta que ayude a la nitidez. Catherine Walsh (2010:2) ofrece la suya como “proyecto político de descolonización, transformación y creación.”

El “trato” como la capacidad relacional imbricada con la convivencia de la que no se puede desprender la ética, pues desde ahí podemos definir el buen y el mal trato. La partícula “con” antepuesta o postpuesta a “trato” nos invita a ampliar el término. El “con-trato” ; “trato- con” la comunidad, la “con- vivencia”, están basados en relaciones de “con-fianza” que desarrollan un producto social de “re-conocimiento del otro” o “con el otro”, aunque las valoraciones de los mismos por la comunidad puedan ser no éticas sino que pueden ser producto incluso de complejas relaciones de dominación en el que el reconocimiento sólo se produzca entre quienes tienen poder, dejando al margen a los más débiles, que no tienen capacidad de contratar o de ser reconocidos. (Cortina, 2001:219).

Así la interculturalidad precisa para ser práctica y no utópica de la alianza entre el buen trato y el reconocimiento del otro en la comunidad. El “nosotros” intercultural implica también “otros”. Por lo tanto nuestra autoridad de enunciación de la otredad es siempre una mediación o cuando menos un diálogo no exento de discusión en sí mismo. En ese sentido Gabriela Veronelli (2015.15) discute la posibilidad de que el término diálogo sea suficiente dada su posible colonización (cfr. Appadurai, 2009). Una intrusión lumínica que como contaminante aquí pierde su sentido negativo para hacer y ser crítica con el poder que defiende sólo sus intereses.

La interculturalidad crítica parte del problema del poder, su patrón de racialización y la diferencia que ha sido construida en función de ello. El interculturalismo funcional responde a y parte de los intereses y necesidades de las instituciones sociales dominantes; la interculturalidad crítica, en cambio, es una construcción de y desde la gente que ha sufrido un histórico sometimiento y subalternización (Walsh, 2010:12).

Se hace necesario en ese sentido un “diálogo de saberes” que Boaventura de Sousa Santos propone como pluralidad: “la pluralidad epistemológica del mundo y, con ella, el reconocimiento de saberes rivales dotados de diferentes criterios de validez hacen visibles y creíbles espectros mucho más amplios de acciones y agentes sociales” (de Sousa y Meneses, 2014:4). El diálogo de saberes sitúa la posibilidad de cambiar de opinión gracias a la incorporación de los nuevos y de lo nuevo, de este modo nos despensamos como un modo de volver al origen. Hablar, conversar con otros, no implica reconocimiento mientras que dialogar requiere esfuerzo de entrelazado y es por ello que interesa el término diglosia, acuñado por Ferguson en 1959 y utilizado por Fishman o Kaye Andamian para referirse a situaciones políticas y sociales que privilegian una lengua sobre otra en un mismo territorio. En ese sentido Pilar González (2009:119) nos insta a una reflexión con la que no concordamos “la nota distintiva del fenómeno individual frente al fenómeno social se nos desdibuja a veces, pues no está debidamente justificada”. Defendemos, por el contrario, el carácter social de la diglosia puesto para que exista el poder político y económico ha de hacer valer su fuerza en beneficio de una lengua sobre otra, por tanto se trata de una asimetría social. Mientras que el bilingüismo, por su parte, requiere de la habilidad del hablante sin interferencias de los grupos sociales hegemónicos.

Pero más allá de lo lingüístico existe una “diglosia convivencial”, que se da en todas aquellas convivencias que no respetan el diálogo en simetría de todos los interlocutores. La consideración diglósica en el “trato” de saberes impide que se encuentren en simetría el plano teórico y el práctico; el saber experto y el “de calle”; los patrones y los trabajadores; los usuarios de playas y de yates, etc. Parafraseando a Bourdieu, si el mercado legitima la libre competencia también la lengua puede ser un valor para el que busca diferenciar a un capital lingüístico hegemónico de otro subalterno atendiendo a los intereses (Bourdieu, 2008, p. 35). La convivencia diglósica es el patrón repetido y exitoso de la separación decretada desde el discurso en la práctica para la contraconvivencia a la que de Sousa Santos nos lleva con la metáfora de los lados de la línea del ser y del no-ser:

Las zonas civilizadas son las zonas del contrato social que se ven a sí mismas más y más amenazadas por las zonas salvajes. Con el objetivo de defenderse, se convierten en castillos neofeudales, enclaves fortificados que son característicos de las nuevas formas de segregación urbana (ciudades privadas, propiedades cerradas, comunidades bloqueadas, como mencioné anteriormente) (de Sousa, 2014:45).

Playas privadas…Quizás este artículo es una faceta más de la diglosia, la “autotraducción” que se da cuando las lenguas conviven en la persona pero no se reflejan del mismo modo en el acceso al poder político y económico. Al traducir a la Academia lo que hemos producido en la calle, ¿estamos realizando una autotraducción?

¿No será la antropología social, a pesar de su menosprecio por la historia, una especie de historiografía? Para contestar esta pregunta, nada mejor que observar lo que en realidad hace el antropólogo. Vive durante algunos meses o años entre un pueblo primitivo, y lo hace tan íntimamente como puede, llegando a hablar su lengua, pensar de acuerdo con sus categorías conceptuales y a Juzgar can sus valores. Al mismo tiempo revive las experiencias crítica e interpretativamente de acuerdo con las categorías y valores de su propia cultura y con el cuerpo general de conocimientos de su disciplina. En otras palabras, traduce una cultura a otra (Pritchard, 1990:15).

Tras tres años (Abril 2013- Abril 2016) de etnografía en el “Campo” que nace de la emoción negativa sentida por el discurso de la no alternativa, que germina en las almas bajo la mentira útil de “por el bien ajeno”. Me apoyo en el interés profesional y en el pensar y despensar “la no alternativa”. Como observadora y activista en una Plataforma vecinal que emerge desde el terreno, en Sanxenxo -Rías Baixas, Galicia, España- decidimos que mi compromiso investigador puede y debe ser una herramienta para recoger el conocimiento que en “la calle” hemos generado y que se ha de abrir el diálogo para que el absolutismo de la no alternativa sea al menos discutido a través del activismo.

Contribuir a describir y explicar cómo estos particulares actores sociales han conseguido organizar e integrar sus experiencias, sus saberes adquiridos, sus convencimientos, certezas y creencias, sus emociones y sentimientos, en fin, sus mundos morales, tanto así como sus redes de sociabilidad configuradas merced a esas valoraciones, para generar modalidades particulares de activismo y protesta. (Pita, 2010:3).

La investigación sirve de evaluación externa a la Plataforma SOS PANADEIRA, y a la formación propia, como investigadora, en el “campo”. Con la etnografía como guía de trabajo he de observar la realidad como un todo, pero cambiante en cada mirada; no se trata de una foto fija que escrutamos con detalle, ni de una mera descripción (Del Olmo y Osuna, 2014:22).

La observación participante, como herramienta etnográfica, que trata de socializar la experiencia y de cómo la hemos “sentido”, no está exenta de discusión: “algunos investigadores cualitativos creen que uno no puede ser objetivo y subjetivo al mismo tiempo, mientras que otros creen que los dos aspectos pueden coexistir, que la subjetividad de uno puede facilitar la comprensión del mundo de los otros” (Kawulich, 2005, p. 6).

Asimismo, en la investigación el relativismo cultural ejerce un papel de control sobre el investigador/a. Disciplina la imaginación, invitándonos a observar cuidadosamente mientras evitamos la tentación de dar por sentado más de la cuenta. (Brown, 2010, p. 51). Nos sumamos a Orlando Andrade cuando citando a Clifford Geertz señala que “más que una fatalidad, el relativismo representa una posibilidad para llevar más allá de su estado actual el conocimiento y la ciencia” (Geertz, 1996, p. 369). Es desde ese compromiso desde el que presentamos el estudio de caso SOS Panadeira.

El trabajo de la Plataforma SOS PANADEIRA no es posible que se traduzca sin traicionarlo (tradutore, tradittore), pues las dudas éticas nos asaltan desde el primer momento. Pero confesar las frustraciones, fracasos o discrepancias internas en un movimiento social, por ejemplo, no tiene necesariamente que ser un impulso destructivo o una traición (Oslender, 2013:370). Nuestra traducción quizás no tenga nombres, la razón principal es no perder el objetivo entre telarañas de personas y organismos, es decir, rescatar la creatividad entre estructura y sujetos, entre instituciones y actores.

El cine retrató con Bertolucci en la película Novecento (1976) la “muerte del patrón”, el cual vivía la bohemia con los recursos que los/as trabajadores/as generan, de espaldas a la lucha de clases. “Pero eso ya ha acabado, el patrón ha muerto, el patrón ya no existe”, se dice en el film, siendo esta frase una percutante salida del terreno. Así, las Plataformas ciudadanas luchan el espacio-playa a los patrones de los barcos que viven de espaldas a las necesidades de sostenibilidad geoeconómica y geoecológica, como el caso que aquí presentamos.

Las Plataformas ciudadanas son una emergencia “a observar” desde la Academia, puesto que su autogestión económica y la libertad de acción les permite una “simetría” en el “trato” que sólo se da en esta forma de hacer política. Rompen la “diglosia convivencial”, en ese sentido.

Partimos de la “idea”- como conocimiento- de que un problema de discriminación es asumido en forma de prejuicio, aun reconociendo que “a pesar de su connotación peyorativa, los prejuicios son los materiales a partir de los cuales se establecen las relaciones sociales y sin su existencia el proceso de comunicación sería imposible” (Del Olmo, 2009, p. 147).

El prejuicio innoculado ha de ser discutido a modo de juicio y no admitido desde el activismo. “Todo necio confunde valor y precio” decía Machado. Entendemos valor como un sistema compartido, como la necesidad de que nos-otros, -“nos” como humanos/cultura y “otros” como naturaleza- tengamos una significación única. El debate se da entre los que defienden una racionalidad de tipo comunitaria frente a los que defienden una racionalidad individual (homo economicus) en la definición de los valores (Lomas,2014, p. 14).

La Plataforma SOS PANADEIRA defiende que la “diglosia convivencial” naturaleza/sociedad ha de ser superada a modo de decolonización del antropocentrismo que entendemos como dejar de ser hombres sólo y alcanzar la humanidad dado que el hombre puede ver a la Naturaleza como objeto, sin embargo el hombre humano sabe del derecho de la misma. El dilema cristalizado no es tal, si desreificamos la Naturaleza. Pensar desde la naturaleza la sociedad y no al contrario. En efecto, el desarrollo se ha sustentado en una perspectiva antropocéntrica e instrumental de la naturaleza (Brand y Wissen 2013, p. 16).

La entrada en “el campo” parte del activismo ético, que en esta ocasión no permitimos dejar pasar, como silentes, mansos. Porque dadas ciertas condiciones y relaciones materiales en el orden social decretar la máxima libertad económica puede conllevar situaciones de verdadera tiranía (Polo, 2015: 85) al permitir como ciudadanos/as la privatización del espacio público (playa y su acceso). Frente a esto se trata de emerger con una propuesta participativa de interculturalidad crítica, de acción ciudadana en el contexto de la playa Panadeira y su aneja Iriña que con marea baja son la misma y ocupan el corazón urbano del pueblo de Sanxenxo como unidades de acción, de antropización.

Figura 2. Convocatoria de concentración de SOS PANADEIRA contra la privatización de las playas Panadeira e Iriña. (ANEXOS)

El status de “playa urbana” significa, además de derechos de acceso y adaptación contemplados en el POL, (Plan de Orenación del Litoral), la constatación del acervo que encripta. Las playas urbanas por su ubicación central en los pueblos son testigo, soporte y plataforma de cultura, como Kluckhorn en sus múltiples formas de definir cultura no tuvo a bien incluir: la de cultura como “todo lo que ocurre en el entorno y centro de una playa urbana en un pueblo costero”. Nos permitimos proponerlo para una “Antropología en chanclas” o como una antropología co-pe-no-chao (Scheper-Hughes, 1997), que nos deja y en la que dejamos huella. Sin embargo el ecologismo y el mediambientalismo no están exentos de discusión: “los ecologistas se han empeñado en difundir la idea según la cual los seres humanos en general son los responsables del deterioro ambiental, generando una visión simplificada de la realidad y un discurso superficial” (Paredes, 2015, p. 5).

La emergencia de la Plataforma SOS PANADEIRA puede verse como un modo de emergencia por saturación con el fin de no permitir silentes la luxación social de la “Naturaleza sujeto”. Desde esta perspectiva se podría hablar de «individuos antropocéntricos» que valoran el ambiente natural por la contribución de éste a la calidad de la vida humana y de «individuos ecocéntricos» que valoran la naturaleza per se (Tapia; Cuervo-Arango; Triguero; & Canarelli, 2005, p. 258).

Como Ortega y Gasset dice “Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo”. Hemos visto que hacemos política no haciéndola. Como apunta Oro Tapia citando a Weber “política es todo. Es un concepto extraordinariamente amplio y abarca cualquier género de actividad directiva autónoma” (Oro, 1959, p. 4). Así la participación política va a depender de cómo veamos el paisaje de la participación. Participación e implicación, fundamentalmente a través del auge del asociacionismo y el voluntariado. (Mata, 2009:6). Como una realidad dada desde nosotros con los con los otros (nos-otros) o como una inevitable realidad que Adela Cortina discute en tanto que objeto de juicio: “por eso conviene experimentar la realidad cotidiana, informarse, recurrir a las aportaciones de distintos saberes ya existentes y echar mano de la experiencia ajena…Una mente abierta a los problemas y a las propuestas de solución ya existentes es esencial para una persona moralmente educada” (Cortina, 2001, p. 521).

Figura 3. Rueda de prensa.(ANEXOS)

En función de los saberes de cada uno/a de los/as que decidimos participar se reparten los roles. Durante el primer año pudimos ir mapeando los movimientos de apoyos, sediciones y traiciones propios de un grupo humano bajo una gran presión. La participación simétrica se mostró como un trabajo farragoso pero a la vez gozoso en las pírricas conquistas.

Las decisiones asamblearias no son dificultosas como se suele argumentar. Comienzan a ser titánicas cuando los fracasos y obstáculos florecen con poca resistencia del grupo. El cansancio que el fracaso fragua se va cristalizando, los abandonos y traiciones no se ocultan. Se pierde la confianza. El miedo y en ocasiones la pérdida deliberada del objetivo confluyen hacia la permanencia de los/as componentes resilientes.

Cuando el motor emocional nos animó a la participación desconocíamos el alcance del tejido de poderes que había conseguido un proyecto único en Europa: “privatizar unas playas para el uso exclusivo de un grupo privilegiados”. Por eso el valor más importante de la Observación participante ha sido “contrastar y contextualizar” (Del Olmo, Osuna 201, p. 7).

La antropización desmedida es una consecuencia globalizada del Neoliberalismo. En el caso de SOS PANADEIRA la lógica Neoliberal se pergeñó del siguiente modo.

El organismo competente -Portos de Galicia- concede una licencia de explotación -al Real Club Náutico de Sanxenxo- de la lámina de agua que se halla bañando las playas de Iriña y Panadeira para la construcción de un Puerto dentro del ya existente de titularidad pública -gestionado por NAUTA-. Los ciudadanos deciden poner nombre al estupor (SOS PANADEIRA) cuando observan la invasión de pilotes -constructos de hierro cilíndricos cuyas dimensiones -de 15 metros de alto por 60 y 50 cm de diámetro- sobre el arenal, así como maquinaria pesada. Se configura la “diglosia convivencial” pre-pensada y avalada para privilegiar a “unos” sobre los “otros” desde la “práctica política pervertida”.

La realidad previa a la obra, no era idílica, ya estaba antropizada en exceso, aunque creemos que a diferencia de otras ocasiones en SOS PANADEIRA el enfoque intercultural y el medioambientalismo sustentan conocimiento práctico. Ejercer la creatividad social, producir las artesanías y productos para vivir saludablemente (Villasante2013:4)

En SOS PANADEIRA proponemos la creación de una “artesanía” para la contrahegemonía del patrón. Tras reflexión colectiva concretamos los puntos siguientes:

• No tenemos miedo -contra la cobardía que suele acompañar la ausencia de participación en los intereses generales y públicos- el conocimiento nos protege.

• Tenemos conciencia medioambiental; la Ecologia Humana nos da un marco.

• Estamos más formados e informados, las redes sociales son tejidos comunicativos con menos censura.

• La “diglosia convivencial” naturaleza/sociedad no es un destino; podemos y queremos diseñar el futuro.

• Hemos perdido la inocencia del progreso entendido con biofagismo; la tiranía no devorará el Medio del que somos parte.

• La superioridad del bien general sobre el privado empodera el objetivo y el proceso. Más que un planteamiento jurídico, un planteamiento moral.

• Quizás no tenemos nada que perder. La libertad absoluta del capital es la prisión absoluta de los capitalizados, los humanos llamados “capital humano”.

• Los seres y saberes compartidos, no compartimentan. Proyectan. La interculturalidad facilita la interfaz operativa de los componentes.

La Plataforma SOS PANADEIRA ha generado una propuesta de trabajo con y dentro del patrón para que ante las contradicciones cediese en el intento de silenciar lo evidente, la imposibilidad de uso cotidiano por parte de los ciudadanos/as de las playas: “Los “desbordes reversivos” no son reformas dentro del sistema, ni romper frontalmente con este sistema desde otro enfrentado. “Más bien es romper desde dentro del sistema, llevándolo a contradicciones con él mismo, desde la hipocresía de lo que dice que hace y no es capaz de hacer” (Villasante 2013, p. 4). Entre los objetivos de la Plataforma SOS PANADEIRA figuran: paralizar la obra y extraer los pilotes ya hincados; Llamar la atención de los medios para la divulgación del conflicto; implicar el máximo de ciudadanos posible. Con rondas informativas, actividades participativas y colaboraciones modelantes; Buscar el apoyo de las autoridades; sobrevivir gracias a la resiliencia de los componentes; Restaurar el Medio al momento anterior a obra.

Figura 3. Restaurando la playa. (ANEXOS)

Se realizan propuestas en tormenta de ideas, se van aceptando las que son consideradas: viables y óptimas. En mesa de deliberación durante las acciones se decidieron las siguientes propuestas ejecutadas, basándonos en la metodología según Villasante: “el que propone ejecuta”. 1. Reuniones con las administraciones: local, autonómica, nacional y U.E.; 2. Comunicación interna a través de un grupo de Wap sap; 3.Creación de logo, lema –Todos somos SOS PANADEIRA- y camisetas. Arte: cartelería, performances, canción propia basada en la adaptación de la canción cedida por SÉS (Tempestades de sal); 4. Intentar implicar e informar a la población a través de la recogida de firmas. (https://www.change.org/es/organizaciones/sos_panadeira); 5.Invasiones pacíficas, en espera de resolución judicial -medidas cautelares- de paralización de obra; 6. Manifestaciones, concentraciones y reuniones; 7. Carta al Rey-Juán Carlos I y más tarde Felipe VI era necesario preguntar por su “amistad” o posible implicación con el Presidente del Club Náutico; 8. Quedada en la playa en apoyo a la vela. (durante la regata más importante del año); 9. Asalto a la “Madama” para poner bandera. (estatua sita en el mar, monumento local, durante el paso de la vuelta ciclista a España en etapa de llegada a Sanxenxo); 10. Puesta de “casitas ecológicas” encima de los pilotes, para concienciación medioambiental. ( las casitas fueron construidas por los miembros con pericia a base de material reutilizado); 11. Cadena humana; 12. Vararnos para demostrar la falta de calado; 13. Festival rock; 14. Reacciones y detenciones; 15. Demandas al juzgado de lo contencioso-administrativo Nº2 de Pontevedra (Procedimiento Ordinario 230/2013); 17. Creación de un video para Youtoube y perfil en Facebook; 18. Escribimos sobre la arena; 19. Pancartas por donde pudimos y nos dejaron; 20. Fondos a cargo de los componentes y recaudación a través de la venta de lotería de navidad; 21. Difusión en prensa; 22. Lectura de Manifiesto; 23. Más de cien actividades con un foco intercultural.

Desde la Interculturalidad podemos profundizar en la democracia del saber –entre todos/as sabemos más- pero necesitamos de la convivencia. Como afirman los autores. Los ciudadanos necesitamos reconocernos a nosotros mismos y a los demás, necesitamos, en definitiva, un tiempo común que funcione a modo de argamasa que permita que la sociedad no se disuelva. (Blázquez y Piñeiro 2014, p. 42)

Se hizo precisa una “acción situada” que requería del enfoque intercultural y de un medioambientalismo ético para que se pueda revertir la “consecuencia práctica” de ser la primera playa privatizada de Europa. La “diglosia convivencial” es el caso de la privatización de las playas, el resultado práctico que legitima la discriminación de los derechos de acceso de “los unos sobre los otros”.

La Plataforma SOS PANADEIRA ya tiene un crédito social como defensora del bien general, sin embargo las bajas se suceden: denuncias y testigos falsos, agresiones, nepotismo, prevaricación y un periplo de delitos contra los ciudadanos/as. La generación de un discurso institucional que pretende acusar de “antisistema” es acompañado de visitas a los hogares de los componentes de la Plataforma. La idea de sistema como un «todo orgánico» tiene una tradición histórica muy larga, aunque bajo nuestro punto intercultural de partida compartimos que “el Antisistema, al oponerse a una Totalidad Sistemática que forma parte de una Totalidad Sistática mayor, en realidad no busca subvertir, cambiar o aniquilar el «Orden Establecido», sino más bien aprovecharse de él para sacar provecho (Armesilla, 2007, p. 24).

Los meses que nos esperan precisan del conocimiento legítimo de los que observamos/participamos de las emergencias desde la Academia, pues

la universidad es vista, no sólo como el lugar donde se produce el conocimiento que conduce al progreso moral o material de la sociedad, sino como el núcleo vigilante de esa legitimidad. En ambos modelos, la universidad funciona más o menos como el panóptico de Foucault, porque es concebida como una institución que establece las fronteras entre el conocimiento útil y el inútil, entre la doxa y la episteme, entre el conocimiento legítimo (es decir, el que goza de “validez científica”) y el conocimiento ilegítimo. (Gómez-Castro, 2007, p. 97)

El activismo mediambientalista es una práctica “ajustada” de efecto local y consecuencias globales. La geografía alternativa del paisaje que propone la Plataforma SOS PANADEIRA choca con la geografía del robo del horizonte y el acceso. Oscar Sambrano explica que la estrategia civil era la única vía para tomar partido en las cuestiones importantes. Llevar adelante una ciclopea tarea no podía sino tropezar con obstáculos de índole muy variada, incluyendo la carga que echaba sobre sus hombros y ante la historia al enfrentar la regulación legal de la “libertad” (Jaksic, 2001, p. 7)

A pesar de “la pasión por el orden” de Andrés Bello para él éste no es más que un desiderátum de libertad organizativa en simetría, que sintoniza con el empeño de la ciudadanía comprometida. Entendemos en ese sentido a SOS PANADEIRA como una desviación que pretende desestabilizar el orden social diglósico convivencial para un equilibrio de acceso.

¿Supone un “lujo especulativo”? (Díaz, 2007:153) el acceso al espacio ¿Quién se plantea el derecho a poder disfrutar el horizonte? El patrón dice que la privatización se contemple en las constituciones “Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia” en la española en el punto 1 del artículo 33. Pero ¿Podemos privatizar todo? ¿Debemos? Tal vez desde una perspectiva filosófica nos queda un poco más claro. En otras palabras, expresa el tránsito de lo privado a lo público, camino donde el individuo pierde su libertad porque construye una instancia colectiva en la cual se niega y aliena (Carrión, 2004).

Entroncando la necesidad del espacio público con la interculturalidad argumentamos su ineludible existencia puesto que como a Carrión nos parece que.

el espacio público, es una forma de representación de la colectividad y también un elemento que define la vida colectiva. En esa perspectiva, el espacio público es el espacio de la pedagogía de la alteridad por posibilitar el encuentro de las manifestaciones heterogenias, de potenciar el contacto social y de generar identidad, por tanto, es un espacio histórico, un espacio que tiene historia. (Carrión, 2004, p. 9).

Es así que provocamos el “conflicto social” para la rotura del patrón diglósico: “lo que es importante para nosotros es la idea de que el conflicto (que Sorel llama violencia, usando el término en un sentido muy especial) evita la osificación del sistema social forzando la innovación y la creatividad. En conflicto como dinamizador” (Coser, 1970, p. 3).

Figura 4. Combustión del “patrón”.(ANEXOS)

Uno de los argumentos más manidos para la perpetuación de la “diglosia convivencial” es que el conflicto genera caos y que éste es improductivo. Perpetuarse precisa de un manejo oportunista del discurso. Por el contrario sostenemos que “el conflicto” es oportunidad. “La consideración negativa del conflicto, entendido como el punto álgido de una lucha entre intereses contrarios abocada a la prevalencia de unos sobre otros, se sustituye desde el enfoque intercultural por una visión positiva del conflicto como oportunidad para el cambio y la mejora” (Mata, 2005, p. 39).

De este modo desde el compromiso de la interculturalidad y el medioambientalismo reconocemos estar ante un “todavía no”, o una sociología de las emergencias. Argumenta Boaventura (Boaventura, 2014, p. 76)

Se puede partir de una emoción para la acción o partir de una investigación para despertar emoción y ésta la acción. La salud social depende de un poder que se reinvente desde una ética de la “auctoritas romana” entendida como una garantía de valor y crédito. La importancia del poder es hacerlo participativo, el sentido ético de la política en su despliegue democrático, es lograr un desiderátum que haga posible hacer del poder un acto colectivo dialógico” (Fernández, 2001, p. 8)

La convivencia diglósica convierte el aire en polvo y las ventanas en ojos tras los visillos. Convierte a cada silente en cómplice, en un “zombie ciudadano”, le quita el alma. Para los llamados silentes de la opresión ya no hay excusas, ahora son cómplices. La reconquista del “alma social”- la que da vida al ser humano con los otros- “el homo intercultural” es de imperiosa necesidad.

Mientras la participación, la interculturalidad, la ecología siguen siendo materias de malla curricular “la calle” revierte procesos intelectualizados. La calle está interculturalizando, dialoga con la naturaleza y genera un nuevo contrato socioeconómico-ambiental.

El patrón se ha apropiado del discurso, del control ideológico, pero existen alternativas y a ellas llegaremos si estamos moralmente educados. Escrutar posibilidades leer con inteligencia la realidad y despensar las líneas- leer ente ellas- con fina ética.

Como en la película Novecento de Bertolucci unos dirán “el Patrón no ha muerto” pero nosotros decimos “El Patrón sin escrutino no morirá”. Como en Juego de Tronos Sanxenxo no ha de ser “Desembarco del Rey”, ciudad de codicia y codiciada.

SOS Panadeira suscribe un contrato socioeconómico-ambiental firmado a través del diálogo intercultural. Haciendo política en chanclas.

INTRODUCCIÓN

La definición de la verdad por la utilidad es la definición de la mentira,

Ortega y Gasset

1. MÁSTER UNIVERSITARIO EURO-LATINOAMERICANO EN EDUCACIÓN INTERCULTURAL Recuperado 17 de octubre de 2016, a partir de http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,24271216&_dad=portal&_schema=PORTAL

Grupo INTER | Investigación en Educación Intercultural. (s. f.). Recuperado 17 de octubre de 2016, a partir de http://www2.uned.es/grupointer/master-oficial-edu-inter.html

 

I. Metodología

 

Sos Panadeira

Moralmente educados/as: Los primeros 12 meses, el embrión de SOS PANADEIRA.

Acciones

Socialmente educados/as y educando: Los 24 meses siguientes

 

Conclusiones

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Referencias Bibliográficas

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Figura 1. Día uno de activismo directo en el campo.

Fuente: SOS PANADEIRA

Figura 2. Convocatoria de concentración de SOS PANADEIRA contra la privatización de las playas Panadeira e Iriña.

Fuente: SOS PANADEIRA

Figura 3. Rueda de prensa

Fuente: SOS PANADEIRA

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ANEXOS

Figura 3. Restaurando la playa.

Fuente: SOS PANADEIRA

Figura 4. Combustión del “patrón”.

Fuente: SOS PANADEIRA

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ANEXOS

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De Rodó a Retamar, recorriendo los nombres que hemos tomado hablando el lenguaje del otro

De Rodó a Retamar, recorriendo los nombres que hemos tomado hablando el lenguaje del otro

From Rodo a Retamar, roaming the names we have assumed in the other´s language

En el proceso de subalternización de América Latina y de sus habitantes, la explotación económica resultó inseparable de la dominación simbólica ejercida a través de la imposición de modelos de conocimiento y clasificación. Así la descolonización precisa de una toma de posición que desde el interior del lenguaje impuesto, subvierta el orden establecido, va generando las condiciones de posibilidad para nuevos procesos de identificación. Este trabajo se propone pensar a través de la lectura de tres textos culturales, paradigmáticos, por su contextos de producción y circulación, la manera en que la identidad latinoamericana ha sido nombrada y representada, analizando el modo en que producen sentido en una lucha por la definición de los signos y por su posibilidad de transformación.

Palabras clave: América Latina; colonialismo; descolonización; ensayos culturales; identidad

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

In the process of subalternization of Latin America and its inhabitants, economic exploitation was attached to symbolic domination exerted through the imposition of knowledge and classification models. Thus decolonization requires a power position from inside the impost language that subverts the established order, creating the conditions of possibility for new identification processes. The purpose of this paper is to analyze through the reading of three cultural paradigmatic texts, by their contexts of production and circulation, the way Latin American identity has been named and represented, analyzing how they produce meaning in a struggle by defining the signs and their possible transformation.

Keywords: Colonialism; cultural essays; decolonization; identity; Latin America

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 15 DE FEBRERO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 22 DE JULIO DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

RESUMEN

ABSTRACT

Dana Rosenzvit

Universidad de Buenos Aires. Argentina

danarosenzvit@hotmail.com

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En la “Dialéctica del Amo y el Esclavo” Hegel evidencia el movimiento perpetuo que realiza la conciencia atravesando la negación para generar la universalidad. Es en el devenir relacional que genera la autoconciencia y la afirmación del ser en sí. “Yo es el contenido de la relación y el relacionar mismo; yo es él mismo respecto a otro, pero agarra a la vez a ese otro, invade a la vez a ese otro, se extiende a la vez sobre ese otro” (Hegel, 2006: 276). La necesidad del otro para la fundación del sí mismo, ha sido aceptada, repetida y reformulada incontables veces desde su incorporación y establecimiento teórico en la “Fenomenología del Espíritu” en 1807. En este largo recorrido en torno al yo, el pasajero acompañante no es jamás bajado del carro, aún al atravesar el desterritorializado paisaje en el que los letreros anuncian la muerte del sujeto, son dos los que siguen viajando, o juntos, o haciéndose luces para pasarse, prontos a chocar, o haciendo dedo con cargas pesadas el uno al otro, o el otro al uno, o trabajando al costado construyendo la ruta por la que uno viaja y el otro trabaja, el otro permanece presente, o ausente significativamente.

En nuestro continente marcado por la colonización, Franz Fanon establece en torno a la dialéctica hegeliana “tropiezo y el otro, por gestos actitudes, miradas me fija. (...) Toda ontología se vuelve irrealizable en una sociedad colonizada y civilizada” (Fanon, 2009: 111).

Grüner argumenta que es en vistas de la revolución haitiana, que trastoca las raíces del sistema mundo colonial y de las ideas que éste presupone, reproduce e impone, que Hegel escribe la “Dialéctica del Amo y el Esclavo”. Diremos entonces y no es la última vez que lo diremos en este ensayo, que la constitución de América Latina como espacio para extracción de materia prima no se dio solo en lo material, sino que en un movimiento de doble determinación que se desarrolló en el plano celestial de las ideas, donde un nuevo otro permitió la conformación de un sí mismo universal. Es al interior de la dialéctica hegeliana que se entiende el proceso por el cual Europa surge como realidad, centro hegemónico del colonialismo a través de la dominación y objetivación violenta de sus otros colonizados.

El proceso por el cual a través del colonialismo se desarrolló el moderno-sistema mundial capitalista en el cual las colonias pasaron a ocupar posiciones periféricas y dependientes, “precisó de la creación e imposición de una estructura definida de relaciones de dominación” (Cardoso y Falleto, 2011: 22). Estas fueron posibles a través de una red de intereses y coacciones (Cardoso y Falleto, 2011:161). La situación colonial desde su marco estructural como desde su completo superestructural es inseparable de la capacidad europea de presentar la propia narrativa histórica como el conocimiento objetivo, científico y universal que se convertiría en el sentido común de la sociedad moderna (Lander, 2000:13). De acuerdo con Grüner (2010), la lógica de la modernidad es la de una época dividida contra sí misma, que ha bregado por desplazar esa división, por ocultar que su apariencia homogénea sólo es posible por la fractura que está en su origen. El autor explica que el pensamiento eurocéntrico ha operado un simultáneo doble movimiento en el que por un lado ha deglutido las historicidades diferenciales de las otras culturas, al postular su particularismo como universalismo, al pretenderse el Todo de la Civilización, de la Razón, de la Historia mientras con el mismo gesto, ha admitido la diferencia del otro postulándola como absoluta radical alteridad, construyendo alrededor de ella una completa exterioridad. Este proceso de diferenciación radical del otro se produce a partir de la imposición de representaciones binarias entre el otro, y el sí mismo europeo, que funcionan en una relación recíproca de antagonismo, como si fuesen esenciales naturales y absolutas (Hardt y Negri, 2006: 127).

América es en sí misma una palabra europea, es nombrada fundacional y performativamente por un otro que la habla, un otro que ha logrado ser un sí mismo, pero que como al Amo que todo lo puede perder, toda cosa se le puede escapar, cualquier palabra dicha en su mismo idioma puede venir a subvertirlo desde el interior, cualquier deformación con intensidad revolucionaria puede ganar la palabra y transformar su sentido. Lander explica que el poder mismo trabaja conjuntamente con la historia, siendo necesario estudiar los silencios inherentes a ésta en la que cada evento entra faltante de su parte constitutiva (Lander 2000: 29). En la historia de los vencedores todo silencio es una huella de los vencidos, será entonces cuestión de comenzar a leer entre líneas y letras. Antes bien, unas consideraciones teóricas para leer posicionalmente a Europa desde nuestra América Latina y Caribeña. Tomaremos, de acuerdo a lo ya desarrollado, el concepto de identidad del jamaiquino Stuart Hall (2003), concepto no esencialista sino estratégico y posicional que acepta que las identidades nunca se unifican, nunca son singulares, sino construidas de múltiples maneras a través de discursos, prácticas y posiciones diferentes, a menudo cruzados y antagónicos:

Sujetas a una historización radical, y en un constante proceso de cambio y transformación, las identidades tienen que ver con las cuestiones referidas al uso de los recursos de la historia, la lengua y la cultura en el proceso de devenir y no de ser; no responden al «quiénes somos» o «de dónde venimos» sino en qué podríamos convertirnos, cómo nos han representado y cómo atañe ello al modo como podríamos representarnos (…) De tal modo, las identidades son puntos de adhesión temporaria a las posiciones subjetivas que nos construyen las prácticas discursivas (Hall, 2003, pp. 16-18; 20).

Ahora sí vamos por esos discursos que producen subjetividad, que construyen sujetos contingentemente decibles, realizaremos una lectura que de acuerdo con Batjin o Voloshinov, tenga en cuenta que las significaciones de una sociedad están configuradas siempre por discursos socioculturales que luchan por la definición en cada signo, siendo este último unidad de identidad y diferencia. Entendiendo que el papel de los textos culturales, y en esta categoría de los que analicemos en este ensayo, no es el de representar o reflejar la realidad sino el de escenificar los conflictos sociales inherentes a la lucha por el signo, que a su vez representa y comprime puntos de vista sobre el mundo, formas de conceptualizar las experiencias sociales. Desarrollaremos nuestra lectura inscribiéndonos en lo que Hall propone como “política de la ubicación”, comprometidos en acto y en pensamiento con el espacio y punto de vista latinoamericano y caribeño, al interior de las tramas de discurso poder y sentido dominantes.

“La tempestad” fue escrita por Shakespeare durante 1611. En ella Próspero, un duque traicionado y exiliado de su reino, naufraga con su hija en una isla paradisíaca en donde encuentra dos seres desconocidos en su universo natal. Ambos serán tomados como servidores: Ariel, genio del aire, actuará en pos de su amo durante toda la obra bajo la promesa de su pronta liberación; Calibán hijo de la anterior habitante de la Isla, la mítica Sycorax, será (mal) tratado como esclavo, significado como no-humano o monstruo, y ocupará su tiempo en la obra planeando y ejecutando su frustrada revolución. El relato narra la venganza de Próspero en la que durante una tempestad, ayudado por Ariel, recupera su lugar en el ducado de Milán a través del casamiento de su hija con el heredero al trono, logrando el reconocimiento del rey y de sus nobles súbditos.

Dando por sentado el lugar emblemático y paradigmático que ocupa Shakespeare en la moderna literatura inglesa y en consecuencia en la modernidad literaria de todo Europa, así como la capacidad que sus escritos tuvieron como modeladores del imaginario social tanto en la Europa del SXVII como posteriormente, nos proponemos leer más allá de la línea narrativa cuáles fueron los conceptos, hechos, o percepciones con las que el autor nombraba a sus personajes. Esta lectura sería vana si no tuviéramos en cuenta que “el ejercicio teórico en sus diferentes formas discursivas puede o no, ignorar u ocultar su horizonte de sentido, el sistema de relaciones sociales del cual emergió (Roig, 199, p. 101). Entendiendo, siguiendo a Williams (1980, pp. 226-227):

que toda versión de una autonomía individual debe reconocer las condiciones sociales inherentes a toda individualidad práctica, tanto para el acto de escritura como para el de lectura consiguiente. (..) Así la profesión de autor vista en su verdadera dimensión da cuenta de lo genuinamente reproductivo, a través de las articulaciones relacionales y sociales inherentes a la obra.

Roberto Fernández Retamar, escribe en su obra “ Todo Calibán” (1971) que el Calibán shakespeareano es un anagrama entre nuestro Caribe, presente en el imaginario europeo del siglo XVII a partir de las noticias que los colonizadores repetían y deformaban; y la palabra caníbal, con la cual éstos mismos nombraban a los habitantes de las tierras que era preciso combatir y civilizar. El proceso por el cual el europeo se convierte en el hombre de las luces y la civilización, es el mismo que convierte a los habitantes precolombinos de América y el Caribe en caníbales, antropofágicos, bárbaros prontos matar o educar a imagen y (de) semejanza. A través de la colonización europea los países colonizadores ocuparon el lugar de enunciación de la nueva meta narrativa universal, subsumiendo las identidades y los tiempos “otros” en un modelo imperial de conocimiento basado en la clasificación etnocéntrica, racial y patriarcal, a partir del control diferencial de los medios de producción histórica (Lander 2000). En el símbolo que Shakespeare crea podemos ver el proceso por el cual las identidades latinoamericanas y caribeñas fueron deformadas y moldeadas, convertidas todas en un solo otro, que no es para sí mismo sino para una Europa que se pretende autoconsciente, pero que en este movimiento precisa siempre a América. En palabras del autor inglés a través de Próspero, el esclavista: “no podemos sin él, es quien nos hace el fuego, va a buscarnos la leña, nos sirve en menesteres que nos son provechosos. “¡Esclavo! ¡Hey, tú, Calibán! ¡Tú, tierra, tú! ¡Contesta!” (Shakespeare, 2006, p. 61). Así nombra Shakespeare desde y para Europa a Calibán, el caribe y el caníbal, explotado y nombrado con un nombre ajeno, obligado a contestar en el lenguaje del colonizador que somete en el habla. El autor, consciente del proceso performativo del reconocimiento, le hace decir a Próspero sobre el heredero del rey: “crees que no hay más figuras como esa, porque no has visto a nadie más que a él y a Calibán. ¡Niña tonta! Para otros muchos éste es Calibán y para él, ellos son como ángeles.” (Shakespeare, 2006, p. 72). Dime frente a quién estás, con quién estás siendo comparado y te diré cómo te llamas. Escuchamos hablar a los nombres europeos a través de la palabra de América Latina.

Con este sentido y como objetivo principal del trabajo realizaremos una lectura a contrapelo de los ensayos latinoamericanos “Ariel” y “Todo Calibán”, escritos por Rodó y Retamar. En ambos los personajes del drama de Shakespeare serán traídos de vuelta a la tierra en la que imaginariamente nacieron para desde acá hablar desde su identidad latinoamericana. A través de un lenguaje impuesto y en perpetua pugna, nuestros autores se reapropiarán de sus nombres importados para generar un discurso sobre la propia identidad. Bajo el nombre de Ariel o Calibán escucharemos a América Latina tomar su lugar en el discurso y en el mundo que éste construye, permitiéndose nombrar no solo a sí misma sino al otro, parte inseparable de su propia identidad fracturada.

Para comenzar una lectura de las obras de ensayística latinoamericana nos remitiremos primero a lo teorizado por Grüner:

Las obra de ficción o de ensayística literaria-cultural son hechos del lenguaje, que deben evitar ser leídas como un puro flotamiento de significantes vacíos deshisotrizados e incontaminados por el barro y la sangre de la violencia política y cultural (…) Los personajes de Shakespeare en sus oposiciones dialécticas-dialógicas cumplen la función de hipótesis ficcionales para interpretar la historia del Caribe y la de toda Latinoamérica, y por qué no la del colonialismo y la dominación imperial. (…) En este sentido la oposición metafórica o incluso alegórica entre Próspero y Calibán es la representación del conflicto del que surge la identidad latinoamericana, y de las asimetrías de poder que determinan su resultado (Grüner, 2010, pp. 421; 490; 484).

Junto con el autor sostenemos que Rodó y Retamar actúan como el alegorista benjaminiano, “transformando en ruinas los congelados sentidos previos y construyendo creativamente nuevos sentidos, o señalando la necesidad social de aquella construcción” (Grüner, 2010, p. 478), los alegoristas latinoamericanos construyen entonces, aquel vacío inherente a la colonización, evidenciando las relaciones de poder al interior de las cuales los sentidos previos han sido construidos e impuestos como hegemónicos. En palabras de Grimson (2012, p. 89) “es necesario comprender cómo funciona contextualmente el poder clasificatorio de una hegemonía y cómo puede contribuirse a socavarlo. Ampliando los espacios donde sea posible identificar, identificarse (...) de modos no sedimentados por el lenguaje y el poder”

El “Ariel” de José Enrique Rodó, obra fundacional del pensamiento latinoamericano, fue escrito en 1900 en Uruguay. A través de él (no perdamos de vista esta intertextualidad) el autor le escribe a la juventud americana; en él Próspero invocando al mago Ariel, les da consejos a sus jóvenes discípulos antes de despedirse. Rodó le escribe a la juventud y le pide, atravesando la cuestión de la identidad latinoamericana, que se valore y que actúe valerosamente, que se constituya como sujeto y construya la sociedad en la que tal sujeto genera sus condiciones de posibilidad. En la obra, en la que se reproduce el discurso a la juventud, y en este sentido el discurso que se hace lugar en el porvenir, es Próspero quien habla y realza las virtudes del Ariel genio del aire: la razón, la inteligencia y el gusto por lo hermoso, resultantes de la síntesis del cristianismo y la cultura clásica como piezas fundacionales de nuestra identidad. Frente a Ariel, y en continua contaminación y articulación al interior de cada hombre se encuentra Calibán símbolo de sensualidad y torpeza, representando en el mundo de Rodó el utilitarismo y la competencia que lleva a la mediocridad. En la obra, Rodó propone a Ariel, heredero del pensamiento y la tradición Latina Europea, como la meta de la juventud, en contra a un Calibán que no es identificado con nuestro Caribe sino con la Norteamérica de 1900, ya ambiciosa de nuestras tierras y materias primas. En boca de Próspero, Rodó nos presenta la oposición Ariel/Calibán que implica la necesidad de la elección de un camino a seguir para América Latina, el de nuestros anteriores señores, o el de nuestros próximos explotadores. Para ser justo con Rodó debemos leerlo desde el contexto de producción de su obra, entendiendo a Grüner cuando dice que “la filosofía Latinoamericana ha sido siempre un pensamiento en situación. (o) una filosofía necesariamente política o una teoría constitutivamente crítica” (Grüner, 2010, p. 517). El “Ariel” fue escrito en vistas de las guerras de la independencia cubanas en las que Estados Unidos luchó contra España, del lado de los cubanos a quienes pronto sometería a la nueva independencia poscolonial. En este marco Rodó fue de los primeros en entender y denunciar en la literatura latinoamericana la intervención de Norteamérica en un asunto “de familia” en palabras del propio autor. A través del “Ariel”, Rodó realiza una llamada crítica en contra de aquellos latinoamericanos que miraban admirados el mercantilismo corruptor del país del norte, crítica que permanece actual aún hoy en día. Quizás lo hizo sin romper los lazos que nos ataban culturalmente a la Colonia, pero sí utilizando sus marcos de significación para al interior de la obra de Shakespeare, hablar a los latinoamericanos en pos de la defensa de nuestra región, subvirtiendo a los personajes de “La Tempestad” para hacerlos decir lo que la Latinoamérica del siglo XX precisaba que dijeran, custodiando una imitación que sería intromisión, Rodó realiza un llamado fundacional a nuestra propia identidad, tarea de la juventud que debe renovarla y constituirla como tal. En palabras del autor “no veo la gloria, ni el propósito de desnaturalizar el carácter de los pueblos, su genio personal, para imponerles la identificación con un modelo extraño al que ellos sacrifiquen la originalidad irremplazable de su espíritu” (Rodó, 2006, p. 69).

En “Orientalismo” (2004), Edward Said denuncia los mecanismos a través de los cuales Europa ha representado a Oriente saturando a la sociedad civil europea de significaciones, produciendo definiciones según la estructura de poder universal, análogamente Arturo Escobar da cuenta de la invención de las categorías “Tercer Mundo” y “desarrollo” como regímenes de representación producidos al interior de las dinámicas de discurso y poder durante los años cincuenta (Escobar, 2007, p. 12). En el mismo sentido Fanon (1983, p. 31) explica que es el colono el que ha hecho y sigue haciendo al colonizado, produciendo sus verdades del sistema colonial. De esta manera el colono hace la historia, y sabe que la hace, más no la del país al que despoja sino la de su nación que piratea, viola y hambrea (Fanon, 1983: 45). Para hacer frente a esta dominación en el plano de las ideas, y a sus efectos performativos en cuanto modeladora de relaciones de producción y sometimiento, surgen desde las latitudes decoloniales autores que invitan a narrar la propia historia, a generar e imponer representaciones propias para explicar nuestra identidad desde nuestra posición (Castro Goméz y Mendieta 1998, Fanon 1983, Said 1983, Spivak 20). En este sentido entendemos a las obras de Rodó y Retamar, que a través de sus personajes, Ariel, Próspero y Calibán, dibujan el juego de identidades del que Latinoamérica es causa y efecto, “abandonando activamente las formas de conocer que sujetan y modelan nuestras subjetividades en las fantasìas de las ficciones modernas” (Mignolo, 2014:7). Retomando otra vez la figura del alegorista benjaminiano, podremos decir que nuestros autores, transforman en ruinas los sentidos previos congelados y adormecidos volviéndolos contra sí mismos para representar sus nuevas y actualizadas condiciones de enunciación en su carácter político y social.

Rodó a través del Ariel, bajo el nombre de Próspero, le da una misión a la juventud americana:

Llevar en América las condiciones de la vida intelectual, desde la insipiencia en que las tenemos ahora, a la categoría de un verdadero interés social y a una cumbre que de veras domine. Solo somos capaces del progreso en cuanto somos de adaptar nuestros actos a condiciones cada vez más distantes de nosotros, en el espacio y en el tiempo (Rodó, 2006, pp. 89- 90).

En un diálogo a través de la historia latinoamericana será Retamar, bajo el nombre de Calibán, quien cumplirá tal misión al interior de la Revolución Cubana que adaptó el espacio y el tiempo mundial a nuestras propias condiciones. De acuerdo con González “los textos son un diálogo extendido en el tiempo, aludiendo a invariantes morales e intelectuales que hincan su fuerza en el intento de revelar lo oculto, en el texto y en el mundo histórico del cual hablan “(González, 2006, p. 134).

Tras cinco siglos al interior de un sistema-mundo desigual y combinado, que en constante mutación, del imperialismo al imperio, se reproduce siempre relacionalmente, construyéndose a costas de un otro, o tantos otros, que incorpora y excluye, que define y fija, y que sin embargo siempre por algún lado se escapa; la Revolución Cubana establece una transformación del lugar imaginario y simbólico que se le otorga a América Latina desde el centro hegemónico mundial, así como del lugar en que se inscribe ésta a sí misma en su carácter subalterno.

En su libro “Todo Calibán”, Fernández Retamar responde a la pregunta por existencia de la cultura latinoamericana, escribiendo en busca de nuestra identidad. Retomando el personaje de Calibán (el esclavo, no humano, el otro por antonomasia) realiza el análisis del proceso, del cual él mismo forma parte, en que la cultura latinoamericana borrada violentamente por el significante europeo, logra dialécticamente superar la negatividad y asumirla orgullosamente, proceso que llama “La dialéctica de Calibán”. En el marco de la Revolución Cubana que modificará la propia identidad latinoamericana, Retamar afirma que la supuesta barbarie de nuestros pueblos ha sido inventada por quienes daban el nombre de civilización a su estado actual, los mismos inventan hoy “el mundo libre” al que también violentamente intentan englobarnos (Retamar, 2004, p. 45; 61). En una lectura que desnuda el proceso violento y performativo del cual nuestra identidad fue resultado, el autor apuesta por la proliferación de todos los otros que forman nuestro nosotros en pos de una identidad realmente latinoamericana.

Asumir nuestra condición de Calibán implica repensar nuestra historia desde el otro lado, desde el otro protagonista. El otro protagonista de “La tempestad” no es Ariel, sino Próspero. No hay verdadera polaridad Ariel- Calibán, ambos son siervos en manos de Próspero, el hechicero extranjero, solo que Calibán es el inconquistable dueño de la isla, mientras que Ariel también oriundo de allí cumple el papel del intelectual que puede optar por unirse a la lucha de Calibán o permanecer leal a Próspero (Retamar, 2004, p. 37).

En un ejercicio dialéctico y dialógico con la obra de Shakespeare, al interior de una modernidad hegemónica europea, y con la obra de Rodó, que aún crítica y socialmente funciona al interior de la lógica civilizatoria de matriz europea, Retamar hace hablar performativamente a Calibán, construyendo nuestra identidad latinoamericana desde el esclavo nativo, el otro sometido que va en busca de su liberación.

A la hora de hablar expresamente de la obra de Rodó, Retamar destaca su inestimable valor para nuestra cultura, dejando claro que aun habiéndose equivocado de signo (cuestión solo decible e inteligible desde el lugar de Retamar, pero no desde el lugar de Rodó dado que la obra debe leerse desde su lugar político de enunciación), Rodó acertó al mostrar de dónde venía el peligro, peligro que cuando Retamar escribía, su propia Cuba enfrentaba exitosamente, haciéndolo decir que nuestra cultura precisa de nuestra existencia, la cual ha sido negada y debe ser ganada contra el poder de los opresores, para escribir por fin nuestra historia fundante (Retamar, 2004). Rodó y Retamar intentan hacerlo, desde el intelectual y el esclavo, y aun cambiando el nombre del cual el suyo es oposición, se enfrentan al mismo enemigo, a la hora en que habla Ariel puede que todavía no seamos conscientes de nuestro propio lugar en el sistema mundial, pero es claro que a la hora de la acción el esclavo es quien tomó la palabra, palabra aprendida del lenguaje impuesto por el dominante pero tomada del discurso del intelectual que rompiendo con sus lazos coloniales y de clase escribía para la revolución.

Volviendo, aun sin haberlo abandonado a Hall, y pensando siempre en nuestros autores y en la cuestión identitaria latinoamericana diremos que las identidades resultan “no del presunto retorno a las raíces sino de una aceptación de nuestros «derroteros», surgen de la narrativización del yo, pero la naturaleza necesariamente ficcional de este proceso no socava en modo alguno su efectividad discursiva, material o política” (Hall, 2003:18). En este sentido los conceptos, metáforas o personajes conceptuales que utilizan nuestros autores, para desde ellos hablar y narrar la identidad latinoamericana, dan cuenta de la fractura inherente a nuestro propio yo, fundado en razón de un otro violento que somete y excluye, es desde esta derrota fundacional que Retamar y Rodó se inscriben para transformar el no-yo europeo en un sí-nosotros latinoamericanos.

En el mismo sentido otros subalternos no europeos, pero sí-nosotros descolonizados, escriben y comparten una lucha que es global pero nunca deslocalizada, Said insiste en que el discurso es una parte del esfuerzo revisionista postcolonial de reclamar tradiciones, historias y culturas al imperialismo y es también un modo de introducir los diferentes discursos del mundo sobre condiciones de igualdad (Said, 1993, p. 48). Bhabha llama a la periferia a reinscribirse desde la contingencia y la contradictoriedad para asumir el derecho a significar, reescenificando el pasado desde la diferencia cultural, interviniendo así en el aquí y el ahora (Bhabha, 2002: 19; 23). Fanon (2009), desde más acá, invita a escribir la propia historia en primera persona, desde la experiencia vivida a partir de la relación con el otro-colonizador, sin dejar que sea su voz la dominante sino el propio pensamiento y la reflexión. A este llamado responden aun desde el pasado nuestros autores, tomando el lenguaje europeo de España, y la obra inglesa “La tempestad”, para subvertirlos desde el interior, asumiendo a través de los nombres impuestos una posición revolucionaria y creadora en una lucha por nuestra identidad, que aún inseparable de otro, poderoso y performador, no precisa de la síntesis sino de la propia diferencia. Más cerca de la analéctica de Dussel (1983) que de la dialéctica de Hegel, los autores van en busca de la propia particularidad no totalizable, lanzándose a la praxis por el oprimido. Reinscriben así la historia desde sus silencios y violencias, retomando la memoria y haciendo balbucear al pensamiento dominante en honor a quienes, por “balbucear” (hablar un lenguaje no europeo) fueron llamados bárbaros. El discurso de Próspero a Calibán “Cuando no sabías salvaje, ni lo que tú querías, y cacareabas como un bruto, doté tu intención de palabras para hacerte entender” (Shakespeare, 2006:64) es respondido en Shakespeare por un Calibán que solo aprendió a maldecir; cuatrocientos años después y aun antes, Calibán ya no tartamudea sino que hace tartamudear al mismo pensamiento, sigue maldiciendo, pero aparte, actúa, lucha, dice y valora. En una última relectura de “La tempestad” de Shakespeare (2006:169), su final: “En una pequeña isla, nosotros (nos encontramos) a nosotros mismos cuando nadie era sí mismo.”

INTRODUCCIÓN

Sabia e ingeniosa explicación, a fe mía, la de Gabio Basso, en su tratado “Del origen de los vocablos”, de la palabra persona, máscara. Cree que este vocablo toma origen del verbo personare, retener. He aquí cómo explica su opinión: “No teniendo la máscara que cubre por completo el rostro más que una abertura en el sitio de la boca, la voz, en vez de derramarse en todas direcciones, se estrecha para escapar por una sola salida, y adquiere por ello sonido más penetrante y fuerte. Así, pues, porque la máscara hace la voz humana más sonora y vibrante, se le ha dado el nombre de persona, y por consecuencia de la forma de esta palabra es larga la letra O en ella.”

 

AULIO GELIO, Noches áticas. “Cortázar, en Rayuela, 1963.

El signo

La re-producción con marca propia

 

La subversión

 

Conclusiones

 

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Castro Goméz, S. y E. Mendieta (comp., 1998). Teorías sin disciplina. Latinoamericanismo, poscolonialidad y globalización en debate. México D. F: Miguel Ángel Porrúa.

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Referencias Bibliográficas

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Factores de competitividad orientados a la pequeña y mediana empresa (PYME) en Latinoamérica: Revisión de la literatura

El objetivo principal de este trabajo es identificar cuáles son los factores que determinan la competitividad de las empresas en Latinoamérica revisando diferentes investigaciones sobre el tema. De acuerdo a diversos autores, la globalización es el fenómeno por el cual se amplía la interdependencia de los países originando una amplia gama de opciones para la selección de los consumidores. El proceso actual de la globalización está ocasionando que las empresas, independientemente del tamaño y los mercados que abastezcan, se integren a la competencia internacional. Encontramos que, en términos generales, los principales factores que determinan la competitividad en las empresas en Latinoamérica son: la innovación, la productividad, la calidad, el desarrollo del capital humano, la inversión en I+D (investigación y desarrollo), y finalmente, la gestión financiera.

Palabras clave: Latinoamérica; competitividad empresarial; globalización; ventaja competitiva; estrategias.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

The main objective of this article is to identify the factors that determine the competitiveness of a company in Latin America reviewing different research on the subject. According to various authors, globalization is a phenomenon by which the interdependence of countries results in a wide range of options for expanded consumer choice. The current process of globalization causes any company, regardless of its size and its customers, to enter international competition. We found that the main factors that determine the competitiveness of Latin American companies are: innovation, productivity, quality, human capital development, investment in R&D (research and development), and finally, financial management.

Keywords: Latin America; business competitiveness; globalization; competitive advantage; strategies.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Factores de competitividad orientados a la pequeña y mediana empresa (PYME) en Latinoamérica: revisión de la literatura

Competitiveness factors for small and medium-sized enterprises (SMEs) in Latin America: review of literature

 

ARTÍCULO RECIBIDO: 28 DE JULIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 23 DE AGOSTO DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

Daniel Eduardo Molina Ycaza

Universidad de Espíritu Santo. Ecuador

demolina@uees.edu.ec

RESUMEN

ABSTRACT

Angélica María Sánchez-Riofrío

Universidad de Espíritu Santo. Ecuador

amsanche@uees.edu.ec

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Introducción

La competitividad empresarial ha sido un tópico relevante investigado de manera cuantiosa por la literatura académica. Actualmente, es una preocupación central de los países en vías de desarrollo y desarrollados dentro de una economía mundial cada vez más abierta e integrada (Porter, Ketels, & Delgado, 2006). La importancia del presente artículo se debe a que sintetiza la concepción de competitividad específicamente en América Latina por lo cual la misma puede servir de herramienta teórica para futuras y más complejas investigaciones de la temática.

En este artículo se adopta una metodología cualitativa tomando como herramienta el análisis del discurso a través de una revisión de diferentes fuentes bibliográficas que incluyen artículos científicos, documentos y libros relacionados al tema. Este trabajo aborda a los principales autores que han trabajado sobre la competitividad empresarial como Porter (2000), Morales & Pech (2000), Estrada, García, & Sánchez (2009), Hitt, Ireland, & Hoskisson (2015), entre otros. Tomando en consideración otros artículos que realizan revisiones cualitativas (Ronda & Guerras, 2011; Sánchez, Guerras, & Forcadell, 2015), los trabajos revisados aquí han sido elegidos basándose en tres criterios: primero, que se encuentren en base de datos reconocidas a nivel mundial como Scopus e ISI Web of Science. Segundo, por su actualidad; y tercero, por su relevancia dentro del tema estudiado medido a través del número de citas recibidas.

Debido a la importancia que poseen las empresas a nivel mundial, y su problemática para subsistir y competir en un mercado cada vez más exigente, se pone de manifiesto la necesidad de realizar un análisis sobre los determinantes de su competitividad. Por dicho motivo, el objetivo principal de este trabajo es analizar cuáles son los factores que determinan la competitividad de una empresa en América Latina.

El presente artículo se estructura de la siguiente manera. El apartado II define los aspectos conceptuales para el estudio de la competitividad empresarial. El apartado III plantea los factores que determinan la competitividad empresarial según la literatura científica; asimismo se muestra las principales características de competitividad en América Latina. Finalmente, el apartado IV contiene las conclusiones del artículo.

El concepto de competitividad no es reciente (Solleiro & Castañón, 2012), sus inicios se remontan más de tres siglos atrás junto con las teorías de comercio. A pesar de ello, actualmente no existe un consenso sobre su definición y, por ende, una forma de medirla (CEPAL, 2010a; López, Contreras, & Espinoza, 2012). Morales & Pech (2000) distinguen que la competitividad se establece a distintos niveles de agregación: país, industria y empresa. Este estudio se enfoca en el nivel empresarial entendido como la capacidad para operar rentablemente en un mercado determinado (Industry Canada, 1995).

El fenómeno de la globalización es el principal ente de cambio para los países en vías de desarrollo debido a su acelerado ritmo e importancia para la administración estratégica. Stiglitz (2006:198) asevera que “la globalización, tal como ha sido manejada y modulada hasta ahora, no ha alcanzado su potencial de ayuda a los países en desarrollo y en no pocos casos los ha debilitado aún más”. De la misma manera como la globalización ha provocado la pérdida de competitividad en empresas tradicionales (principalmente de economías emergentes), también ha dado lugar a una nueva fuente de competitividad basada en innovación, creatividad e ideas para el crecimiento de las empresas (Pereira & Correia, 2012; Gómez & Garrido, 2011)

Krugman (1994) expone un error recurrente al señalar que las personas utilizan el término competitividad sin pensarlo dos veces. Para ellos, la analogía entre un país y una empresa es razonable, y no es diferente en principio si se los comparan. No obstante, en la realidad sí es diferente la comparación de competitividad para cada uno de los niveles de agregación. Desde el punto de vista de la gestión empresarial y con un enfoque macroeconómico López, Méndez, & Dones (2009) afirman que no existen países competitivos sino empresas competitivas; esto se debe principalmente a que la riqueza se genera a nivel micro y no a nivel macro. Dentro de la economía de un país, la competitividad de sus empresas establece las capacidades del mismo para desarrollar una actividad comercial favorable, originar un crecimiento económico e incrementar las plazas de trabajo. En la tabla 1 se muestran diversas definiciones para conceptualizar la competitividad empresarial.

Tabla 1. Definiciones de competitividad empresarial.(ANEXOS)

En Latinoamérica existe una mayor cantidad de microempresas, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), esenciales para el desarrollo económico de un país. Esto se debe principalmente a su relación con la generación de empleo, creación de riqueza, además de ser una fuente sustancial de suministro y abastecimiento de servicios para las grandes empresas (Estrada, García, & Sánchez, 2009). De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2001:21) “las PYMES funcionan y operan con criterios de acumulación y buscan un desarrollo empresarial; las microempresas, en cambio, son en su mayoría unidades económicas de subsistencia”. Además, las utilidades de las PYMES en medida se orientan al ahorro e inversión mientras que las microempresas se destinan simplemente a cubrir las necesidades básicas por lo que es difícil desarrollar planes financieros (López, Contreras, & Espinoza, 2012).

Desde el inicio de sus operaciones hasta el momento actual en el que se encuentre, una empresa debe pasar por una serie de factores y estrategias cuya combinación logra que esta se vuelva competitiva en su sector de mercado. Ante esta situación, en la tabla 2 se recopilan los principales factores de competitividad por parte de diversos autores.

Tabla 2. Factores principales para la competitividad empresarial. (ANEXOS)

En la tabla anterior se presentan diversos factores por los cuales una empresa se vuelve competitiva. La literatura científica otorga un énfasis a la innovación y al capital humano como sus determinantes más trascendentales. Sin embargo, esta investigación pretende esclarecer los principales factores de competitividad empresarial en América Latina. Para lograrlo, se analizan las características principales proporcionadas por la CEPAL en seis reportes siguiendo la tónica de los estudios empíricos que se encuentran resumidos en la tabla 2.

Tabla 3. Factores principales para la competitividad empresarial en américa latina basado en reportes de la CEPAL. (ANEXOS)

Conforme a los reportes analizados de la CEPAL se observó un número limitado de factores que determinan la competitividad a nivel de empresas en América Latina. En la elaboración de la tabla anterior se optó por escoger como factores a nivel micro los propuestos en el reporte de la CEPAL (2001) sobre la competitividad sistémica. Mediante la elaboración de un análisis empírico se encontró que ciertas características son compartidas por el resto de muestras en consideración siendo los principales determinantes de competitividad: la constante innovación; la productividad en las operaciones de la empresa; la calidad del bien o servicio; el énfasis para el desarrollo del capital humano; la implementación tecnológica en los procesos junto a las actividades de investigación y desarrollo (I+D); y la correcta gestión financiera para evitar potenciales quiebras.

Los países de América Latina tienen un gran potencial para generar competitividad y bienestar a través de la creación de nuevas empresas; sin embargo, generalmente han sido incapaces de consolidar la dinámica empresarial (Amorós, Fernández, & Tapia, 2012). De acuerdo a Molina (2014), esto es debido a que el mercado financiero latinoamericano no ofrece gran cantidad de alternativas de financiamiento. Por otro lado, el Banco Mundial (2014), señala distintos motivos posibles por los cuales muchas empresas de América Latina crecen a un ritmo tan lento como lo hacen, algunos de ellos son: la falta de innovación, el poco interés de expandir las operaciones a otros países del mundo, y la poca inversión en I+D y en marketing.

La competitividad es una condición que toma cada vez mayor relevancia en el sector empresarial, lo cual se deriva de las exigencias del entorno económico actual enmarcado en el proceso de la globalización (Saavedra, 2012). El objetivo de la presente investigación fue analizar los factores que determinan la competitividad de una empresa en América Latina basándonos en diferentes artículos y reportes de investigación relacionados a la temática. De acuerdo a la evidencia presentada, se identifica que los principales factores son: la innovación, la productividad, la calidad, el desarrollo del capital humano, la tecnología e inversión en I+D, y finalmente, la gestión financiera.

Se podría concluir que si las empresas se desenvuelven en un entorno favorable, ya sea teniendo un capital humano propicio para satisfacer necesidades específicas, contando con una excelente infraestructura económica y optando por la innovación como eje en sus bienes o servicios, se logrará ser competitivos. Adicionalmente como lo indica Porter (2000), las empresas pueden ser más productivas en cualquier industria si emplean métodos sofisticados, utilizan tecnología avanzada, y ofrecen bienes y servicios únicos.

Cabe resaltar que el estado toma un papel predominante en impulsar la competitividad empresarial. Las diferentes normas y leyes que regulan el sector empresarial, pueden incentivar o perjudicar la competitividad de las empresas en sus respectivos sectores (Dima, Grabara, & Modrak, 2014), por esto, como lo señalan Saavedra & Hernández (2008) y Porter, Ketels, & Delgado (2006) se hace cada vez más indispensable generar políticas que permitan fomentar y proteger a este tipo de entidades económicas puesto que tienen una gran importancia económica y social.

Como toda investigación, el presente artículo tiene sus limitaciones. Primero, se analizó un número limitado de artículos científicos relacionados al tema. Segundo, la mayor cantidad de artículos y libros con los que se realizó este trabajo ha sido en español. Sin embargo, por el limitado espacio con el que se cuenta y la relevancia de los trabajos analizados, los esfuerzos se consideran válidos

Aspectos conceptuales

 

Factores que determinan la competitividad empresarial en América Latina

 

Conclusiones

 

Amorós, J., Fernández, C., & Tapia, J. (2012). Quantifying the relationship between entrepreneurship and competitiveness development stages in Latin America. International Entrepreneurship and Management Journal, N° 3, 249-270.

Aragón, A., & Rubio, A. (2005). Factores explicativos del éxito competitivo: El caso de las PYMES del estado de Veracruz. Contaduría y Administración, N° 216, 35-69.

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Referencias Bibliográficas

Tabla 2. Factores principales para la competitividad empresarial.

Fuente: Elaboración propia en base a estudios empíricos (2015)

Tabla 1. Definiciones de competitividad empresarial.

Fuente: Elaboración propia (2015)

Autores

Innovación

Financiación

Estrategia y globalización

Medio ambiente

Tecnología e I+D

Capital humano

Aragón & Rubio (2005)

X

X

 

 

X

X

Cantillo & Daza (2011)

 

 

 

 

 

X

Estrada, García, & Sánchez (2009)

X

 

X

 

X

X

García & García (2013)

 

X

 

X

 

 

López, Méndez, & Dones (2009)

X

X

 

 

X

X

Monteiro, Matias, Azevedo, & Oliveira (2013)

X

 

X

 

 

 

Rodeiro & López (2007)

X

X

 

X

 

 

Rubio & Aragón (2008)

X

 

 

 

X

X

Sarmiento (2008)

 

X

 

X

X

X

Vicente (2009)

X

X

X

 

X

X

Autor

Concepto

(Cantillo & Daza, 2011)

La competitividad empresarial es definida como la capacidad de las empresas para vender más bienes o servicios, y de aumentar su participación en el mercado sin la necesidad de sacrificar sus utilidades.

(Hitt, Ireland, & Hoskisson, 2015)

La competitividad estratégica se alcanza cuando la empresa formula una estrategia que crea valor y la implementa con éxito para lograr una ventaja competitiva.

(Morales & Pech, 2000)

La competitividad radica en la capacidad de las empresas para disponer de algunos atributos que le permitan un desempeño superior y otorguen cierta clase de ventaja sobre sus competidores, gracias a la creación de productos de valor.

Sarmiento (2008:19-20)

“La competitividad empresarial se entiende como la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas y competitivas que permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico”.

ANEXOS

 

Factores a nivel micro

Innovación

Productividad

Calidad

Capital humano

Tecnología e I+D

Gestión financiera

Capacidad de gestión

 

 

 

X

 

X

Estrategias empresariales

X

X

 

 

 

X

Gestión de la innovación

X

 

X

X

X

 

Mejores prácticas en el ciclo completo de producción

 

X

X

 

X

X

Integración en redes de cooperación tecnológicas

X

X

X

 

X

 

Logística empresarial

 

X

 

X

 

 

Interacción de proveedores y productores

 

 

 

X

 

 

Tabla 3. Factores principales para la competitividad empresarial en américa latina basado en reportes de la CEPAL.

Fuente: Fuente: Elaboración propia (2015) según los datos recogidos en CEPAL (CEPAL, 1993; CEPAL, 2001; CEPAL, 2007; CEPAL, 2010a; CEPAL, 2010b; CEPAL, 2013)

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América latina y el socialismo del siglo XXI

América latina y el socialismo del siglo XXI 1

Latin America and 21st Century Socialism

 

El acceso al poder y la reconfiguración de las constituciones de la mano del pueblo, ha permitido materializar un gran número de sus demandas en acuerdos, leyes, presupuestos, inversiones, reglamentos que han replanteado formas alternativas a las neoliberales de hacer Estado. Desde esta perspectiva, resulta trascendental seguir disputando el acceso al Estado, porque desde allí los gobiernos pueden apuntalar el proceso en construcción del socialismo del siglo XXI. No obstante, es importante tener presente que el corazón del cambio no depende únicamente del Estado, sino de la sociedad en su conjunto, esto implica contar a toda hora con la ciudadanía como parte protagónica del cambio.

Palabras clave: Estado; Ecuador; Socialismo, Gobierno progresista; hegemonía

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

The access to power and the reconfiguration of the constitutions of the hand of the people, has allowed to materialize a large number of their demands in agreements, laws, budgets, investments, regulations that have rethought alternative forms to the neoliberals to make State. From this perspective, it is transcendental to continue disputing the access to the State, because from there governments can underpin the process in the construction of 21st century socialism. However, it is important to keep in mind that the heart of change depends not only on the State, but on society as a whole, which implies that citizenship is a key part of change at all times.

Keywords: State; Ecuador; Socialism, Progressive Government; hegemony

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 19 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 19 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

1. Ponencia presentada en el Seminario Permanente de Pensamiento Crítico Latinoamericano Bolívar ECHEVERRÍA en CIESPAL, agosto 2016.

RESUMEN

ABSTRACT

Julio Peña y Lillo E.

Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina. Ecuador

juliopyle@yahoo.fr

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Introducción

Para poder explicar cómo surge el llamado proyecto político del socialismo del siglo XXI, es importante volver a peinar la historia a contrapelo como nos sugería Walter Benjamín, para reubicarnos en lo que fue esa América Latina de los años 80 y 90. Si bien nuestro continente latinoamericano tiene muchos factores en común, muchos elementos culturales compartidos, una relación dependiente con el mundo desde su inserción colonizada en los mercados globales, no obstante, no se trata de un continente idéntico o simétrico.

El objetivo del trabajo que presentamos a continuación, es poner la mirada sobre aquellos países que han transitado esta última década por una senda completamente diferente a aquella trazada por el neoliberalismo entre los años 80 y 90, décadas en la que este modelo económico y cultural se aplicó prácticamente en toda la región.

Desde esta perspectiva, el presente trabajo busca responder a los interrogantes siguientes: ¿cómo y por qué surgió en América latina esta propuesta llamada Socialismo del Siglo XXI? ¿Qué se plantea y a qué hace referencia este proyecto político? ¿Por qué tuvo, y en muchos casos sigue teniendo una gran aceptación entre ciudadanos y electores? ¿Contra quienes o contra qué se confronta? y ¿Cuáles son sus alcances y los retos pendientes para los próximos años?

Para dar respuesta a estos interrogantes, revisaremos en un primer momento el contexto previo a la llegada de los procesos denominados del socialismo del siglo XXI, en un segundo momento, nos adentraremos en el enfoque y las prioridades políticas de los proceso progresistas una vez llegados al poder, para cerrar en un tercer y último momento, con la revisión de algunos de los retos y desafíos que aún quedan pendientes.

Antecedentes a los procesos de transformación en América Latina

Si volvemos la mirada al pasado, recordaremos que los años 80 y 90 fueron tiempos del entusiasmo neoliberal, -que tanto cautivó a personajes como Reagan, Thacher o Pinochet-, tiempos cargados de proclamas propias del mundo de los negocios, del individualismo, tiempos de la supuesta “competencia perfecta”, de las soluciones para la sociedad a partir del “juego libre” del mercado, tiempo de la llamada seguridad jurídica que no obstruye a los empresarios, tiempos en donde se apostaba a la riqueza a partir de la precariedad del trabajo, o de esos eufemismos llamados flexibilidad laboral o terciarización (Serrano, 2015).

A pesar de que la teoría económica dominante, la neoclásica, puso todo su empeño en la esfera de lo mercantil, en lo cuantitativo, así como en la pretendida “neutralidad” de la tecnocracia, nuestros países con el neoliberalismo van a vivir uno de los momentos más desastrosos de su historia, tanto en lo económico como en lo político y social.

Desde Washington, desde donde se movían los hilos de este modelo, llegaban un sinnúmero de recetas conocidas como ajuste estructural (muy similar a lo que está viviendo Europa en estos días, azotada por las políticas de su “partenaire” Alemania), medidas que estaban orientadas a alcanzar (Serrano, 2015):

1) Una mayor disciplina fiscal, con restricción directa en la inversión pública, una reforma tributaria para el adelgazamiento y debilitamiento del Estado, en beneficio de las grandes fortunas;

2) Una gestión privada de los medios de producción;

3) Defensa del derecho de la propiedad privada por sobre los derechos sociales, colectivos y públicos;

4) Liberalización de la tasa de interés y desregulación de mercados financieros;

5) Y una inserción en el comercio mundial a partir de una apertura sin condiciones.

Todas estas medidas limitaron rotundamente el rol del Estado como regulador de la economía, dejándolo prácticamente como un mero promotor de las políticas funcionales al sector empresarial. La soberanía de nuestros países quedó reducida en favor de los intereses extranjeros, reproduciéndose de esta manera una cultura de inserción subordinada y desigual en el mundo (Serrano, 2015). El modelo primario exportador fue fortalecido en los llamados países de la periferia, los índices de des-industrialización llegaron a su máximo nivel, logrando lastimosamente que cualquier futuro intento de industrialización pase a ser casi imposible. La demanda interna pasó a ser satisfecha por una intensa política de importaciones, lo cual repercutió en un acrecentamiento de la dependencia a las empresas transnacionales, que pasaron rápidamente a convertirse en el proveedor principal de nuestra producción interna (Carvajal, 2011).

Todas estas medidas generaron una fuerte fragmentación social (en Ecuador cerca de 2 millones de ecuatorianos tuvieron que abandonar el país), una crisis económica generalizada en todos los países (en Ecuador se produjo la quiebra de 14 bancos privados), un incremento acelerado de la pobreza, acompañado de una fuerte exclusión social, desigualdad y desempleo, lo que derivó en una debacle de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población.

En el caso ecuatoriano tenemos entre uno de los hechos más dramáticos de los años 80, la famosa crisis de la “sucretización de la deuda externa”, con la cual el Banco Central en el gobierno de Hurtado (1981-1984) estatizó, es decir, hizo pública o de todos los ecuatorianos la deuda de la banca privada (Ochoa, 2011).

Los años noventa en Ecuador estuvieron marcados por las políticas de liberalización comercial y desregulación del mercado financiero. Con la llegada al gobierno de Sixto Durán (1992-1996) se van a promover políticas como: la Ley de Instituciones Financieras (1994), la cual permitió liberar completamente el mercado financiero priorizando el flujo de capitales extranjeros; la Ley de “Modernización” del Estado, Privatizaciones y Prestación de Servicios (1993), que debía privatizar las empresas públicas consideradas poco eficientes, la Ley de Hidrocarburos (1993), cuyo fin era incentivar la inversión extranjera en los recursos considerados estratégicos (Ochoa, 2011).

Este período en el Ecuador se cerró con un significativo empobrecimiento de la población. La proporción de la población que pertenecía a hogares cuyo consumo era inferior al valor de la canasta básica de bienes y servicios aumentó del 34% en 1995 al 56% en 1998. En el mismo período, la incidencia de la extrema pobreza de consumo subió del 12% al 20% en todo el país. La sociedad sufrió de esta manera, los efectos de un fuerte incremento de los niveles de pobreza (Carvajal, 2011).

Todas estas medidas económicas terminaron por minar la credibilidad en la política y en sus instituciones. En Ecuador la grave crisis nacional afectó directamente a las formas de representación política tradicional (crisis de los partidos, surge la llamada partidocracia), lo cual repercutió directamente en una constante inestabilidad democrática, inestabilidad que va a dar paso a la conformación de nuevos movimientos sociales (como es el caso de AP), encargados de canalizar las aspiraciones de los sectores sociales más afectados de nuestra sociedad.

Este escenario generalizado de malestar y crisis tanto en lo político como en lo económico, generó un contexto de fuerte efervescencia y movilización popular impulsada por la falta de horizontes de vida en las grandes mayorías de la población. En varios países de América Latina comenzaron a emerger proyectos de corte alternativo al paradigma neoliberal, lo que posteriormente permitió a gran parte de la región transitar hacia otro modelo de hacer la política, que vino de la mano de los presidentes: Hugo Chávez en Venezuela; Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, gobernantes que van asumir el poder apoyados en un histórico respaldo popular (Serrano, 2015).

Estos tres presidentes van proponer un pacto social para una democracia más real (ya no puramente formal), en el que las mayorías puedan participar y ser incluidas, dando cauce al surgimiento de nuevas Constituciones refrendadas ampliamente por el pueblo, con las que se plantearon hacer viable el proyecto de refundación de sus países. Estas nuevas constituciones van a ser las encargadas de trazar el camino o la ruta hacia ese llamado Socialismo del siglo XXI.

En el caso de los otros países de la región como son: Brasil, Argentina, Uruguay, y Paraguay, estos también se sumaron a esta fórmula, pero en una versión mucho más moderada, sin salirse o sin confrontar directamente con la estructura heredada, procurando desde su apretado margen de maniobra, generar el mayor número de transformaciones posibles dentro de su viejo marco constitucional.

Uno de los principales objetivos de estos gobiernos y de sus constituciones, va a ser el de desendeudar socialmente a gran parte de su población, esto quiere decir, trabajar en la búsqueda de una ampliación de los derechos sociales, poner fin a las décadas de redistribución regresiva del ingreso, así como a la dilapidación de los recursos nacionales, y el profundo endeudamiento social que dejó a la deriva a la gran mayoría de la población (Serrano, 2015). El proyecto de socialismo del siglo XXI, como nos recuerda Alfredo Serrano (2015) surge en gran medida, a partir de la necesidad imperativa de recuperar el rol del Estado, revalorizando su potencial como organizador de la vida política, sacándolo del relego al que lo sometió el neoliberalismo al presentarlo como ineficiente, incapaz y burocrático.

Sin embargo ya en la práctica, transformar el Estado después de haber alcanzado el poder, constituyó un ejercicio altamente complejo, sobre todo si consideramos que no sólo había que hacer al Estado más eficiente, sino que al mismo tiempo y sobre la marcha, se debían transformar las dramáticas condiciones de vida de la mayoría de las personas. La reconstrucción de un nuevo Estado implicó a su vez, el empoderamiento de amplias capas sociales antes marginadas. El primer gran hito de este proceso a nivel regional, fue la incorporación de los sectores subalternos a la vida política; los altos niveles de aprobación y apoyo popular que se traduce en inmensos caudales de votos, se explica en parte, porque se trata de fuerzas políticas que emergieron desde los márgenes de la institucionalidad partidaria tradicional, de sectores que emergieron al calor de las luchas sociales y en contra del empobrecimiento y la exclusión neoliberal (Ramírez, Franklin; 2011).

Entrado el siglo XXI, movimientos y organizaciones sociales de diversas identidades y estructuras organizativas se fueron articulando a ese novedoso tejido social y político. La re-incorporación de los sectores populares a la vida activa tanto política como económica generó no sólo una mayor inclusión social en términos económicos, sino también, una movilidad social positiva. Pasada una década de gobiernos progresistas en la región, se puede apreciar que prácticamente todos los indicadores sociales y económicos muestran resultados favorables en términos de la redistribución del ingreso, reducción de la pobreza y las desigualdades, lo cual impactó favorablemente en los sectores populares. No obstante, este impacto no ha favorecido únicamente a los sectores populares, la movilidad social ha producido a su vez, una importante ampliación de los sectores medios que vieron multiplicadas sus opciones de ascender socialmente (Serrano, 2015).

Hablamos entonces, como sostiene Serrano (2015), de una década ganada en la región, de considerable crecimiento económico acompañado de una importante creación de empleo, reducción de la pobreza y la indigencia, con políticas sociales orientadas a los sectores más marginados, lo cual repercutió directamente en una marcada reducción de la desigualdad, que fue posible únicamente gracias al impulso de proyectos políticos fuertemente respaldados por la mayoría de la población.

Ahora bien, como sostiene Bolívar Echeverría (2011), los procesos de transformación de la sociedad o las llamadas revoluciones, como son en este caso los ejemplos que hemos citado, no pueden y no deben ser comprendidas como un “mito”, como esa narración que nos habla de una supuesta conquista del paraíso, o entrada definitiva en la época de la felicidad, momento de eliminación de todas las contradicciones, o momento de la reconciliación total entre los seres humanos, momento en el que ya no existiría ningún sufrimiento, ni preocupación y donde ahora todo sería un puro disfrute.

Las revoluciones, nos dice Echeverría, deben ser comprendidas por fuera de este mito o ingenuidad, las transformaciones radicales son procesos complejos, que están apegados a las contradicciones de la realidad, no pueden desprenderse de ella, son intentos decididos a modificar las relaciones de convivencia, priorizando la emancipación de las relaciones sociales, así como el fomento y expansión de otro tipo de lógicas, más comunitarias, más públicas, como parte fundamente del nivel estructurante de la vida social en su conjunto.

Ser de izquierda, nos dice Echeverría (2000), vendría a ser entonces, la afirmación de un programa político que se plantea la construcción de una modernidad alternativa, como promesa de abundancia y emancipación para todos. En línea con muchas de las políticas públicas llevadas a cabo en la última década en la región, esto quiere decir, apostar por la construcción de sociedades incluyentes, en donde ya no se reproduzcan las comunidades excluidas (del conocimiento, de la vivienda, de la salud, de las jubilaciones, etc.) o los hacinamientos en guetos.

Es por ello que los movimientos sociales, movimientos que hablan de respeto, de reconocimiento, de libertad, de democracia, nos dice este pensador latinoamericano, sumaron y contribuyeron -a través de sus luchas y reivindicaciones en el tiempo-, en la elaboración y configuración de las agendas políticas y sociales de las Constituciones de los procesos políticos que llegaron al poder a inicios del siglo XXI. Desde esta perspectiva, como señala García Linera (2016), uno de los principales aportes del sociólogo marxista greco-francés Nicos Poulantzas, va ser repensar la importancia del Estado como un espacio o campo de condensación o procesamiento de las relaciones de fuerzas entre las diferentes clases al interior de la sociedad.

Retomar el Estado en países como Bolivia, Ecuador o Venezuela, hizo posible que los sectores olvidados pasen a constituir los nuevos poderes públicos, y que a partir de sus acciones, puedan recuperar la posibilidad de trazarse un porvenir distinto, transformando sus condiciones de existencia. El acceso al poder y a la reconfiguración de las constituciones de la mano del pueblo, hizo posible materializar sus demandas en acuerdos, leyes, presupuestos, inversiones, reglamentos que se vuelven materia de Estado. Es por ello que resulta trascendental disputar el acceso al Estado: porque desde allí los gobiernos pueden seguir apuntalando el socialismo del siglo XXI, abriendo paso para que la sociedad pueda decidir e intervenir en los asuntos que le competen, en la definición de lo público, lo común, lo colectivo, lo universal y lo privado (García Linera, 2016).

Si pensamos desde la izquierda, desde y para la sociedad, el Estado recupera su sentido, solamente si es capaz de producir en función de las luchas sociales, en función de la recuperación de los recursos pertenecientes a toda la sociedad, como son: la educación, la salud, la protección social. Por todo esto es fundamental dar la disputa por el control del Estado (García Linera, 2016).

Retomando a Gramsci, podemos decir que la construcción social del llamado Estado, es al mismo tiempo un proceso de formación de hegemonía, puesto que tiene que ver con la capacidad que tenga el bloque histórico dominante en el poder, de articular y sumar en su proyecto de sociedad, a los otros sectores y clases que no comparten ese proyecto o que representan su antítesis. “Cambiar el mundo sin tomar el poder”, es pensar que el poder es una propiedad y no una relación social, es pensar que el poder es una cosa externa a lo social y no un vínculo que nos atraviesa a todos. Si el Estado capitalista moderno, es a su vez una relación que atraviesa a toda la sociedad, entonces el socialismo, comprendido como transformación estructural de las relaciones de fuerzas, necesariamente tiene que atravesar al propio Estado.

Retomando a García Linera en esta lectura sobre el socialismo del Siglo XXI, podemos decir entonces, que las luchas populares desplegaron su intensidad al interior del Estado, modificando las relaciones de fuerza; transformando la materialidad de su legislación, alterando la manera de administrar los bienes comunes y modificando los esquemas morales y lógicos con los que las personas organizan su presencia en el mundo.

Hablamos entonces de una década en que las fuerzas populares que asumen el control del poder del Estado, sectores trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres, las llamadas clases subalternas, se tornan diputados, asambleístas, asumen con responsabilidad la gestión de la función pública, se movilizan, hacen retroceder la políticas neoliberales, modifican las políticas públicas.

En sentido contrario al mainstreem neoliberal, y a todas las políticas de ajuste y demás recetas de los gurús neoliberales, América Latina en esta última década ganada, logró limitar las desigualdades sociales como no se había visto antes en la historia contemporánea de nuestras repúblicas. Estamos hablando de gobiernos nacional-populares que permitieron al Estado llevar adelante procesos de nacionalización de empresas privadas, de creación de empresas públicas, de una mayor participación del Estado en la economía, con la cual ha sido posible generar reformas post-neoliberales que permitieron recuperar el mercado interno, así como la capacidad del Estado como distribuidor de la riqueza.

De igual manera, como sostiene Serrano (2015), gracias al compromiso de estos mandatarios en materia de política exterior, se recuperó el espíritu integracionista de la Patria Grande, se pudo constituir la CELAC, la UNASUR, el ALBA en pos de una integración propia de latinoamericanos, sin Estados Unidos, sin la necesidad de tutelajes, sin la necesidad de patrones. Tenemos que tener claro como latinoamericanos, que la integración política del Continente no es poca cosa. Hemos vivido prácticamente el momento más importante en materia de integración, de soberanía, de independencia que ha tenido nuestra región.

Si bien la llegada de estos gobiernos llamados del socialismo del siglo XXI trajo consigo grandes avances a la región en materia de reducción de pobreza, de las desigualdades, así como de una mayor inclusión social, no obstante, su proceso de construcción como proyecto socialista, mantiene aún algunos importantes campos pendientes:

Como señala René Ramírez (2016), estos procesos políticos a pesar de haber conseguido reducir la pobreza, no han logrado llevar a cabo el cambio en la transformación de las estructuras del poder real, que tiene que ver con los procesos productivos y de propiedad. En la praxis, nuestra región ha vivido (casi en su mayoría), un proceso de profundización de su estructura productiva primaria exportadora y de gran dependencia importadora. Nuestros países siguen generando muy poco valor agregado.

Otra deuda pendiente, es la que tiene que ver con el cambio cultural, o como diría Gramsci, con la revolución intelectual y moral. Si bien estos gobiernos han reducido la pobreza y ampliado las franjas de la clase media, mejorando la calidad de vida de la gente, no obstante, esto ha llevado a constituir sociedades de consumidores, y no sociedades de ciudadanos.

En nuestros países seguimos pensando que el progreso se ejerce a través del consumo, olvidando que la ciudadanía es el lazo, compromiso o responsabilidad que mantiene cada individuo con su comunidad o sociedad. En lugar de crearse sociedades solidarias, cooperativas, complementarias, en donde los ciudadanos se preocupan unos por otros, seguimos reproduciendo un modelo de sociedades de competencia, de individualismo y de egoísmo exacerbado (Ramírez, René, 2016).

Como procesos que buscan alcanzar el socialismo, queda la gran tarea pendiente de trastocar los valores culturales de nuestra sociedad, para construir ciudadanías solidarias, con las cuales sea posible seguir disputando la construcción de otro orden social.

En el campo de la comunicación, los medios de oposición que son la mayoría y que además cuentan con los mayores raitings, han promovido sistemáticamente campanas de terrorismo y de pesimismo económico y político, con el fin de bajar la autoconfianza de las personas en el devenir de estos países. Frente a ello, nuestros gobiernos deben tener la capacidad de dar la disputa de sentidos a través de la construcción de otras alternativas culturales, otras propuestas que requieren ser igualmente persuasivas, pedagógicas y pro sociedad, pro común.

Como proyectos socialistas, señala Ramírez (2016), para lograr una mayor sostenibilidad en este siglo que comienza, no podemos olvidar que el corazón del cambio no depende únicamente del Estado, sino de la sociedad en su conjunto. Es decir, Estado con Sociedad, esto implica contar a toda hora con la ciudadanía como parte protagónica del cambio. Queda pendiente a estos procesos trabajar entonces en el fortalecimiento de la participación social, ésta debe ser mucho más activa, más ciudadana, y su involucramiento y empoderamiento debe contribuir a fortalecer aún más el accionar público de las instituciones.

Hoy en día, todos los cañones de la oposición apuntan hacia lo que podemos considerar como la década ganada de América Latina. El trabajo a la oposición se les está haciendo relativamente fácil, porque nuestro proceso de irradiación y de expansión de propuestas se ha estancado.

Desde esa perspectiva, como sostiene García Linera, es imprescindible restablecer y recuperar la confianza de los sectores populares, obreros y campesinos a partir de la gestión económica, del desarrollo de la producción, de la distribución de la riqueza, del despliegue de iniciativas autónomas de campesinos, de obreros, de pequeños empresarios. Si no somos capaces de satisfacer las necesidades mínimas indispensables, si no hay empoderamiento del sector social, no hay discurso que se sostenga. Estos elementos son claves para poder transitar del post-neoliberalismo al socialismo.

No podemos olvidar, que todos estos gobiernos representan a las grandes mayorías, por ello no puede haber ningún tipo de política económica que deje de lado lo popular. Solo podremos neutralizar la llegada del neoliberalismo, cuando la oposición vea que lo popular esta fuerte y movilizado. Tenemos que tener claro (visto sobre todo la experiencia del bloque socialista del siglo XX), que el Estado no puede sustituir a los trabajadores. Podrá colaborar, podrá mejorar su situación, pero tarde o temprano tiene que ir creando mayores capacidades económicas, capacidades asociativas, capacidades productivas (García Linera, 2016).

Otra debilidad y quizás una de las más importantes y delicadas, es la tiene que ver con el grave problema que están presentando los gobiernos progresistas y revolucionarios en lo relacionado a su reforma ética y moral. Resulta imperativo que, así como damos ejemplo en los procesos de reconstrucción de nuestras republicas, no perdamos de vista que los recursos públicos, los bienes púbicos, como bienes de todos los ciudadanos, deben ser tratados con absoluto respeto, rigor y responsabilidad, tanto de cara al presente, como de cara al futuro, pensando sobretodo en una construcción intergeneracional sostenible en el tiempo. Si no aplicamos correctivos rigurosos e inmediatos en esta materia, tendremos mucha dificultad para dar continuidad a los procesos de transformación tan necesarios en nuestra región.

El caso ecuatoriano

Llegada de los procesos progresistas a la región, y rol del Estado en los proyectos socialistas del S.XXI.

El mito de la revolución

 

Estado y hegemonía

Retos, desafíos y amenazas a los procesos políticos de transformación en la región.

Carvajal, Fernando (2011): “Ecuador: La evolución de su economía 1950-2008”. En Estado del País, Informe cero, Ecuador 1950-2010.Edi. Otto Zambrano Mendoza. Quito.

Echeverría, Bolívar (2011): “El materialismo en Marx”. Edi. Itaca. México.

García Linera, Álvaro (2016): “Disertación en Sociales”. Nota tomada en agosto 2016 en: http://www.elloropolitico.com/lectures/88/disertacion-de-alvaro-garcia-linera-en-sociales/show

García Linera, Álvaro (2015): “El Estado y la vía democrática al socialismo”. Edi. Revista Nueva Sociedad. Argentina.

Ochoa, Nancy (2011): “Nueva Izquierda en Ecuador” Edi. IDEAZ. Quito.

Ramírez Gallegos, Franklin. (2011): “Fragmentación, reflujo y desconcierto. Movimientos sociales y cambio político en el Ecuador (2000-2010). En: Julián Rebon y Massimo Modonesi. (Eds.).Una década en movimiento: luchas populares en América Latina en el amanecer del siglo XXI. Clacso. Buenos Aires

Ramírez, René (2016): “Vienen con sed de venganza luego de 10 años” (I y II partes)”. Entrevista tomada en agosto 2016 de: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/vienen-con-sed-de-venganza-luego-de-10-anos

Serrano, Alfredo (2015): “América Latina en disputa”. Edi. IAEN. Ecuador.

 

Referencias Bibliográficas

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Análisis de las políticas para el turismo en Ecuador con énfasis en el turismo rural comunitario

La preocupación por un turismo sostenible en el mundo ha animado a los países a buscar modalidades de crecimiento económico sostenibles. En este sentido el turismo rural comunitario puede convertirse en una estrategia de desarrollo, la cual permite la participación de las comunidades en la actividad turística como un medio alternativo para generar ingresos y a su vez ser protagonistas de gestiones de desarrollo que aportan con la conservación del ambiente, el rescate y conservación de su propia identidad.

Sin embargo el TRC es un tipo de turismo incipiente tanto en el Ecuador como en la mayoría de países latinoamericanos, las organizaciones e instituciones que son llamadas a impulsar este tipo de actividad, más allá de impulsarlo dan prioridad a otros tipos de turismo, dejando vacíos que deben necesariamente ser analizados y corregidos para exista un fomento de la actividad turística de manera responsable y justa que los promocione a todos.

Esta investigación se obtuvo a través de la revisión bibliográfica mediante la cual se analizó el papel de las instituciones en el desarrollo del TRC; las políticas existentes, sus alcances y limitaciones, así como sus aciertos y áreas de oportunidad. El documento culmina con recomendaciones para el sector turístico basadas en el análisis de experiencias comunitarias documentadas.

Palabras clave: Comunidades; Ecuador; rural; sostenible; turismo.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 19 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 19 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

Análisis de las políticas para el turismo en Ecuador con énfasis en el turismo rural comunitario

Policy analysis for tourism in Ecuador with emphasis on rural community tourism

 

The concern for sustainable tourism in the world has encouraged countries to seek ways of sustainable economic growth, in this sense the Rural Community Tourism can become a development strategy, which allows the participation of communities in the tourism as an alternative means of generating income and in turn be protagonists of development efforts that contribute to environmental conservation, rescue and preserve their own identity.

However, the TRC is a type of tourism emerging both in Ecuador and in most Latin American countries, organizations and institutions are called to promote this type of activity, beyond propel give priority to other types of tourism, leaving gaps that must necessarily be analyzed and corrected for there is a promotion of tourism responsibly and fair that promotes all from their different characteristics.

This research was obtained through literature review in which the role of institutions is analyzed in the development of TRC; existing policies, their advantages and limitations, as well as their strengths and areas of opportunity. The research finished with recommendations with recommendations for the tourism sector based on the analysis of documented community experiences.

Keywords: State; Communities; Ecuador; rural; sustainable; tourism.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

RESUMEN

ABSTRACT

Fátima Monserrate Mendoza Ramos

Universidad Laica Eloy Álfaro de Manabí. Ecuador

fmendozar@catie.ac.cr

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Introducción

La preocupación por un turismo sostenible en el mundo ha animado a los países a buscar modalidades de crecimiento económico que desde el marco internacional -Estrategia Mundial para la Conservación, Comisión sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, Cumbre de la Tierra, Organización Mundial de Turismo- sean congruentes con la cultura y el medio ambiente. A su vez, la reducción de la pobreza, la desigualdad económica y el acceso a los servicios básicos de poblaciones vulnerables ha convertido al turismo en estrategia emergente para el desarrollo (Ruíz et al, 2008).

El Turismo rural comunitario- TRC está auspiciado por Estados, organizaciones internacionales para el desarrollo y pueblos indígenas, convirtiéndose en muchos países en una panacea del desarrollo turístico protagonizado por comunidades que habían sido tradicionalmente objetos antes que sujetos del desarrollo (Ruíz et al, 2008). El interés de las agencias, organizaciones internacionales y nacionales, así como el creciente mercado, y en definitiva las experiencias turísticas comunitarias, han convertido al turismo rural en una estrategia de desarrollo viable y exitoso para las comunidades.

El TRC es una actividad turística que se realiza en localidades rurales menores a los 2.000 habitantes en donde los visitantes están en contacto con la población, en un marco de respeto por el entorno y la cultura local (González, 2008).

La participación en el Turismo rural comunitario abre a las comunidades a lo íntimo-vivencial, al mercado y las regulaciones estatales; de una manera comunitaria, es decir, enfatizando una presencia activa del colectivo -principal recurso (Ruiz et al, 2008).

Al ser un concepto -y tipo de desarrollo local- reciente, la forma en que se desarrolla hace al TRC difuso y con muchas vertientes. Lo que si podemos resaltar es que más allá de tomar en cuenta la armonía entre medio ambiente y cultura –característica que comparte con el ecoturismo- el TRC se diferencia por su organización y gestión turística, es decir; es la comunidad en el turismo y no viceversa.

El concepto de comunidad aquí empleado se basa en una perspectiva social y antropológica, tomando a la comunidad más allá de los aspectos territoriales, definiéndola como el espacio geográfico, incluyendo a sus habitantes, las características propias de éstos, las relaciones y manifestaciones que se generen entre los habitantes de las mismas. Aspectos como las tradiciones, la gastronomía, el vestido, el idioma, así como el conjunto de valores, creencias, actitudes y aspectos similares también forman parte de la comunidad (Singh et al., 2003).

El presente documento analiza la política de turismo expresada en del Plan estratégico de desarrollo de turismo sostenible para Ecuador (PLANDETUR 2020), el Programa Nacional de Capacitación Turística (PNCT) y la Ley de Turismo con respecto al desarrollo del turismo rural comunitario en Ecuador.

En el documento se analiza el papel de las instituciones en el desarrollo del TRC; las políticas existentes, sus alcances y limitaciones, así como sus aciertos y áreas de oportunidad. El documento culmina con recomendaciones para el sector basadas en el análisis de experiencias comunitarias documentadas.

La población ecuatoriana cuenta con una diversidad étnica, con su propia cosmovisión y cultura aunada a una gran variedad de destinos turísticos reconocidos por la UNESCO como patrimonios culturales, y numerosos sitios de gran belleza natural, lo cual dio lugar a que en las últimas décadas, las comunidades comenzaran su participación en la actividad turística, desarrollando una propuesta propia: el turismo rural comunitario (Solís, 2007).

En el 2008 existían entre 60 y 100 comunidades indígenas y campesinas que ofertaban TRC, beneficiando directa e indirectamente a unas 15.000 personas (Ruiz, et al, 2008). Debido a que surgieron paralelamente el ecoturismo y el turismo rural comunitario; en el año 2000 se plantea la necesidad de regular, legalizar y diferenciar estos dos tipos de turismo que han tenido conflictos por competencia comercial. En el surgimiento del TRC se vieron implicados diferentes agentes externos relacionados con el ecoturismo (agencias de cooperación y ONG), esto ocasionó su formalización al incluirse en 2001 en el Reglamento de Ecoturismo y Sostenibilidad. Finalmente el TRC adquiere plena forma jurídica en la Ley de Turismo del Ecuador del 2002, en la que además se reconoce a la Federación Plurinacional de Turismo rural comunitario del Ecuador (FEPTCE) como interlocutor y regulador del TRC en el país, además de actor clave para su definición.

En el surgimiento y desarrollo del TRC ecuatoriano inciden factores como: el acceso, conservación y control de los recursos naturales, la reivindicación de los derechos a territorios ancestrales, la lucha contra la pobreza y por los derechos indígenas, el posicionamiento en el mercado con una propuesta distintiva, la capacidad organizativa y el papel de los agentes externos (Ruíz y Solís s/f).

En este apartado se analizan los instrumentos de política que el Ecuador tiene en el sector turístico. El análisis está enfocado en el número de apoyo e impulso que el estado da al desarrollo del TRC en el país. Las políticas para desarrollar un turismo sostenible en Ecuador se sustentan en la Ley de Turismo que se encuentran compilada en el Plan Estratégico de Turismo Sostenible del Ecuador PLANDETUR 2020. El Decreto Ejecutivo 1424, publicado en el Registro Oficial 309 de 19 de abril del 2001, declaró como Política Prioritaria de Estado el desarrollo del turismo en el país. Según el artículo 4 en el capítulo IV de la ley de turismo, la política estatal con relación al sector del turismo, debe cumplir los siguientes objetivos:

• Reconocer que la actividad turística corresponde a la iniciativa privada y comunitaria o de autogestión, y al estado en cuanto debe potencializar las actividades mediante el fomento y promoción de un producto turístico competitivo.

• Garantizar el uso racional de los recursos naturales, históricos, culturales y arqueológicos de la nación.

• Propiciar la coordinación de los diferentes estamentos del gobierno nacional, y de los gobiernos locales para la consecución de los objetivos turísticos.

• Promover la capacitación técnica y profesional.

• Promover internacionalmente al país y sus atractivos en conjunto con otros organismos del sector público y con el sector privado.

• Fomentar e incentivar el turismo interno.

En estos objetivos y en la ley misma de turismo (2002) se reconoce las operaciones turísticas comunitarias, pero no está clara la definición de este tipo de actividad. Asimismo dentro de sus objetivos acerca de incentivar el turismo interno no se contempla al TRC como destino para nacionales. Consideramos que si se realizará mayor promoción del TRC entre los ecuatorianos, se consolidaría la identidad y se valorizaría la riqueza cultural con la que se cuenta.

De acuerdo al diagnóstico llevado a cabo por el Ministerio de Turismo (MINTUR), la demanda internacional de turismo apuntala al desarrollo del turismo sostenible. En este sentido los planes y políticas del MINTUR han sido mayormente enfocados al marketing y la promoción del turismo convencional en el ámbito internacional. Por ejemplo de las 23 ferias internacionales durante el 2004 y 2007 en las que el Ecuador participó ninguna campaña, stand o promoción se refería al TRC.

Debido a la carencia de una base institucional que promoviera una adecuada gestión turística, el MINTUR planteó el PLANDETUR, un plan que integra política, instituciones, sociedad civil y otros actores, para potenciar en los próximos 13 años un desarrollo sostenible y humano mediante los siguientes objetivos:

a) Generar un proceso orientador que coordine los esfuerzos públicos privados y comunitarios para el desarrollo del turismo sostenible, basado en sus territorios y bajo los principios de alivio a la pobreza, equidad, sostenibilidad, competitividad y gestión descentralizada.

b) Crear las condiciones para que el turismo sostenible sea un eje dinamizador de la economía ecuatoriana que busca mejorar la calidad de vida de su población y la satisfacción de la demanda turística actual, aprovechando sus ventajas comparativas y elementos de unicidad del país.

c) Insertar al turismo sostenible en la política de estado y en la planificación nacional para potenciar el desarrollo integral y la racionalización de la inversión pública y privada.

Al analizar el PLANDETUR se puede apreciar que a pesar de no existir un discurso sobre el desarrollo comunitario, dicho plan si contempla esta vertiente en sus subprogramas - incluso existe un programa llamado “Turismo Comunitario” en el que su principal objetivo es fortalecer el desempeño operativo y administrativo de las operaciones turísticas comunitarias a través de la capacitación en competencias laborales, administración comunitaria e idiomas.

Desde 1992; el MINTUR ha desarrollado el sector turístico centrado en servicios como hotelería, restaurantes, operadoras turísticas, transporte comercial y turístico, e infraestructura de turismo. A diferencia, el turismo comunitario crece lento y las políticas y planes no han sido detonantes ni imprescindibles para la implementación y manejo del TRC en las comunidades del Ecuador.

Con base al análisis anterior podemos concluir que:

1. Aunque las políticas y programas sean diseñados para mejorar el turismo en Ecuador, el TRC no es una prioridad, sus programas y políticas no contemplan un concepto integral de comunidad.

2. La sistematización e incorporación de experiencias exitosas de TRC han sido pocas, de llevarse a cabo contribuiría a sentar las bases para que las instituciones creen políticas, planes, programas y apoyos acordes a las necesidades de este tipo de turismo.

3. Las estrategias de comunicación, difusión y marketing para impulsar el TRC de manera inclusiva siguen siendo escasas. Además los programas dirigidos al TRC en el PNCT deben ofrecer apoyo no sólo en el fortalecimiento y desarrollo de capacidades sino en temas que las experiencias exitosas de TRC.

4. El TRC se posiciona como una alternativa de desarrollo local emergente.

5. Las políticas de apoyo y promoción del Turismo deben contemplar de manera participativa e integral al TRC, reconociendo su particularidad y demandas.

Con base en las experiencias documentadas se plantean recomendaciones para generar políticas acorde a la dinámica y contexto del TRC:

1. Considerar que una comunidad tiene sus propias características y funcionamiento y que está inmersa en los procesos socio económicos del exterior. El marco normativo institucional y la demanda de este turismo son puntos importantes pero no suficientes para el desarrollo del TRC. Su desarrollo debe ser promovido a través del intercambio de experiencias de las comunidades en espacios de participación colectiva.

2. La sistematización experiencias en TRC permitiría a las instituciones y organizaciones externas comprender la dinámica, evolución y demanda del TRC no como un fenómeno aislado y “de moda” sino como parte de la vida y economía de las comunidades, así como del papel que han tenido en el desarrollo de este tipo de turismo. El TRC puede ser una vía para superar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y otros acuerdos internacionales al que Ecuador se comprometió.

3. Es así que los factores de éxito para este tipo de actividad turística son: 1) contar con la participación, empoderamiento sobre los recursos naturales y territorios de la comunidad, 2) transparencia y buena gestión y en el reparto colectivo, 3) contar con liderazgo que propicie una buena gobernanza y ésta a su vez una buena gobernabilidad acorde a las necesidades de las comunidades.

Turismo rural comunitario en Ecuador

Instrumentos de política para el sector turístico

Conclusiones y recomendaciones

 

Estrella D. M. (2007). “La incidencia jurídica en el turismo rural comunitario en Ecuador”. En Ruiz E. Y Solís D. s/f. Turismo rural comunitario en Ecuador. Desarrollo y sostenibilidad social Quito: Abya-Yala.

González M. (2008). Turismo Rural en Ecuador. Instituto Interamericano para la Cooperación para la Agricultura (IICA).

Solís C. D. (2007) “De la resistencia a la sostenibilidad. El proceso histórico del Turismo Comunitario en Ecuador y sus retos actuales”. En E. Ruiz y D. Solís Turismo Comunitario en Ecuador. Desarrollo y sostenibilidad social. Quito: Abya-Yala.

Ruiz E., Hernández M., Coca A., Cantero P., y Del Campo A. (2008). “Turismo rural comunitario en Ecuador. Comprendiendo el community-based tourism desde la comunidad”. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural PASOS Vol. 6 (3) 418 p. En línea www.pasosonline.org, consultado el 07 de diciembre de 2012.

Ruiz E. y Solís D. s/f. Turismo rural comunitario en Ecuador. Desarrollo y sostenibilidad social. Quito: Abya-Yala.

Ministerio de Turismo en el Ecuador (MINTUR). (2012). “PLANDETUR 2020” Disponible en línea: http://www.turismo.gob.ec/. Consultado el 08 diciembre de 2012.

Singh, S., Timothy, D. J. et al. (2003). Tourism in destination communities. Oxon CABI Publishing.

Referencias Bibliográficas

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Producción y divulgación de las editoriales universitarias del Ecuador. Estudio de caso: Mar Abierto de la ULEAM

Producción y divulgación de las editoriales universitarias del Ecuador. Estudio de caso: Mar Abierto de la ULEAM

Production and dissemination of the university publishers of Ecuador. Case study: Mar Abierto of ULEAM

 

Este trabajo analiza la importancia de la producción académica, investigativa y cultural de las editoriales universitarias ecuatorianas, en específico de Mar Abierto, el sello editorial de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Donde se da un fenómeno particular: una exposición y visibilización del conocimiento, no solo a partir de libros universitarios, sino también literarios. Un texto que reconoce el trabajo de una editorial universitaria, en un contexto condicionado por la medición de la producción de sus docentes.

Palabras clave: editoriales universitarias, investigación, publicación.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ARTÍCULO RECIBIDO: 1 DE JULIO DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 16 DE SEPTIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

This paper analyzes the importance of academic, research and cultural production of Ecuadorian university presses, specifically de Mar Open, the imprint of the Eloy Alfaro Lay University of Manabi. Where a particular phenomenon occurs: an exhibition and visibility of knowledge, not only from university books, but also literary. A text that recognizes the work of a university press, in a context conditioned by measuring the production of their teachers.

Keywords: university presses, research, publication.

Copyright © Revista San Gregorio 2016. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

RESUMEN

ABSTRACT

Carlos Gonzalo Matute Bravo

Universidad Laica Eloy Álfaro de Manabí. Ecuador

carlos.matute@uleam.edu.ec

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Introducción

La producción científica, investigativa y cultural de las instituciones de educación superior recae en sus departamentos, centros o unidades de publicaciones, encargados de visibilizar los aportes investigativos de sus docentes, resultando un proceso que muchas de las veces se evidencia mediante una marca editorial. Así, cuando se habla de una editorial universitaria se refiere a una empresa establecida, dedicada a producir y distribuir obras mediante las que se contribuye a la divulgación del conocimiento. (Castillo Méndez, 2004, p. 132)

En América Latina y el Caribe existen 554 editoriales universitarias, que constituyen 5.3% del total de editoriales de la región y aportan 10% de las novedades publicadas (Rama, Uribe, De Sagastizábal, 2006, p. 8). Editoriales cuyo objetivo es el de “producir documentos de información, conocimiento y aprendizaje que posibiliten las actividades claves de la institución universitaria: docencia e investigación, esto es, la producción y comunicación social del conocimiento, según planes académicos y profesionales”. (Nogueira, 2009, p. 121)

Por ello, las editoriales universitarias, “conocen muy bien que su actividad es la de orientar, buscar, obtener, evaluar, y seleccionar para su publicación y posterior difusión obras académicas válidas, de calidad y rigor científicos, previo al análisis de las necesidades del ámbito académico y cultural universitario y de la sociedad a la cual está adscrita para que respondan a las verdaderas inquietudes de estas.” (Arias, 2010, p. 45).

En este contexto, “las universidades ecuatorianas afrontan hace algunos años los desafíos de un modelo de convalidación de sus docentes e investigadores que, aparentemente, da cuenta de la calidad de sus trabajadores intelectuales y de los productos académicos que son producidos por ellos”. (Castilho, 2010, p. 96).

Este trabajo analiza, desde el estudio de caso del sello editorial universitario Mar Abierto, perteneciente a la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, el enfoque y la propuesta que ha llevado, en sus años de creación y producción, respecto a sus publicaciones. Así, esta investigación cuantitativa, busca reconocer cuál ha sido el alcance y aporte, de este sello universitario, desde su actividad editorial.

El Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) publicó, desde su página web, en el mes de septiembre de 2015, el Modelo de Evaluación Institucional de Universidades y Escuelas Politécnicas. Un texto que en su Indicador 1.4.2.3. Libros o capítulos de libros revisados por pares, correspondiente al 1.4. Criterio: Investigación, detalla que:

Los libros académicos y científicos, y los capítulos de libros forman parte de los resultados de la investigación y/o la sistematización de los conocimientos en un área específica del conocimiento y la experiencia docente del autor. Para garantizar y promover estándares mínimos de calidad en las publicaciones se consideran la publicación de libros especializados en un área específica del conocimiento, manuales técnicos (handbook) y libros texto (textbook). Su publicación debe estar antecedida de un proceso de revisión por pares o arbitraje. El proceso de arbitraje es un método utilizado para validar trabajos escritos y solicitudes de financiación con el fin de evaluar su calidad, originalidad, factibilidad y rigor científico antes de su publicación o aceptación. En este proceso, especialistas del área de conocimiento de la publicación, con trayectoria académica y científica igual o superior a la del autor, sugieren modificaciones o cambios a la versión previa del trabajo antes de su publicación. Se consideran los libros o capítulos en los que se reconozca la filiación del autor a la institución de educación superior. (CEAACES, 2015, p. 30)

Un año antes, el artículo titulado La evaluación y acreditación de la educación superior ecuatoriana y la producción editorial, informaba que:

(…) los libros que acreditan deben ser producidos por la misma universidad y estar debidamente respaldados con el propio código ISBN, excluyendo de la consideración la producción delegada a otras instancias o editoriales académicas (con otros ISBN). De esa manera, las universidades se ven enfrentadas al enorme desafío de montar verdaderas industrias editoriales autosuficientes para planificar, arbitrar, editar, producir, promover y distribuir su producción o, lo que ocurre con mayor frecuencia, a desistir, también en este caso, de la producción del libro arbitrado y replegarse sobre la producción de artículos indexados. (Álvarez, Juncosa, 2014, pp. 175-176)

Por lo tanto, el verdadero reto del futuro de las editoriales universitarias pasa fundamentalmente por su profesionalización, por la adopción de criterios profesionales editoriales, no solo en su gestión, sino también en la política editorial. (Miró, 2003, p. 104)

Entendiendo que “publicar en masa y de manera indiscriminada provoca la falencia del sistema de informaciones científicas y académicas” (Castilho, 2010, p. 98), por lo tanto, y para una correcta trasmisión del conocimiento producido en las mismas instituciones, debe existir un criterio de calidad donde no se olvide que la docencia, la investigación y la difusión de la cultura, son los tres campos básicos de la edición universitaria. (Hernández, 2010).

En este panorama, la presencia de sellos editoriales universitarios en Ecuador, es escasa. Apenas dos marcas se reconocen en el mercado nacional: Abya Yala, de la Universidad Politécnica Salesiana y Mar Abierto, de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí1. Lo que no ha sido un impedimento para que las universidades del país publiquen y evidencien su producción académica, tanto en revistas como libros2.

Así entre los periodos 2004-2008 y 2009-2013, las publicaciones universitarias -entre públicas y privadas- lograron una cifra de 5189 títulos (Álvarez, Juncosa, 2014, p. 171), mientras que para los años 2014 y 2015, las universidades públicas registraron 290 y 278 publicaciones, y las privadas 528 y 580, respectivamente (Cámara ecuatoriana del libro, 2015). Destacando a las de mayor producción a las universidades particulares.

Asimismo, las áreas de conocimiento con mayores publicaciones son las pertenecientes a las ciencias sociales. (Cámara ecuatoriana del libro, 2015)

La Editorial Mar Abierto se inaugura oficialmente en el mes de enero del año 2000 y así se anuncia en la primera solapa del sexto número de la revista-libro Cyberalfaro3 . Esta marca editorial, perteneciente a la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, institución educativa de Ecuador con sede en la ciudad costera de Manta, ha estado activa por más de quince años en el país. Se trata de un proyecto promovido por el escritor y docente universitario Ubaldo Gil Flores4 (Manta, 1965 – Guayaquil, 2013), quien vio la necesidad de apoyar a los autores mediante la creación de un sello editorial. Así, una marca gestada desde antes de contar con el respaldo de la ULEAM. (Gil, 2005) posee varias colecciones que integran su fondo bibliográfico, en el que destacan los libros de literatura, seguido de las obras en la categoría ensayos y educación (Tabla 1)(ANEXOS).

Esta multiplicidad de colecciones, en sus distintos géneros y especialidades, lograron darle un sitial dentro del ámbito de las editoriales, no solo universitarias, sino también comerciales. Así lo destaca su creador:

Las publicaciones editadas con el sello Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, hace mucho que dejaron de pertenecer únicamente a Manabí, porque ahora su panorama es nacional y cada vez más expansivo, generando múltiples lecturas, cuya finalidad es el análisis a fondo de las propuestas literarias y académicas. (Gil, 2011, p. 11).

Gil, por su gestión de crear y sostener el proyecto editorial Mar Abierto, fue nombrado director del Departamento de Edición y Publicación Universitaria (DEPU)5 que acogería al sello editorial. Así, sostenía que “las editoriales (…) se constituyen en un apoyo fundamental a todo el sistema educativo, puesto que no se puede hablar ni siquiera de mediana educación si los profesores no producen conocimientos y libros contextualizados a una realidad específica, geográfica y cultural” (Gil, 2005). Por ello sostenía que:

En temas de investigación científica apenas si estamos en la parte teórica, el recorrido práctico todavía será un proceso de años, por no decir décadas y tendrá validez en la medida en que esa teoría y práctica salgan a la luz y se enfrenten con otras tesis y para ello nuestra editorial es indispensable, porque ya hemos creado una marca y tenemos respetabilidad a nivel regional y nacional, con las distintas colecciones de filosofía, educación, medicina, historia, literatura… que hemos abierto y seguiremos abriendo y confrontando con la colectividad. (Gil, 2008, p. 95)

Y, aunque la naturaleza de toda editorial universitaria, sea la de apoyar a los docentes de su institución, con el objetivo de visibilizar la producción académica e investigativa, Mar Abierto, tenía y exponía otra mirada al tema:

(…) la producción de Mar Abierto, con más de cien títulos publicados, dejó de ser la editorial cuyo único nicho de lectores eran académicos. Ahora niños, adolescentes y público en general se van sumando a las distintas obras y sus géneros. Todo porque maduró en su proceso editorial para captar las propuestas de un autor y vincular las necesidades del lector. (Cuzme, 2014, p. 9)

Pero la categoría D en la que ubicó el CEAACES a la ULEAM 6, sumado al Modelo de Evaluación Institucional de Universidades y Escuelas Politécnicas del CEAACES, bastaron para redireccionar el enfoque editorial de Mar Abierto. Así las obras literarias pasaron a segundo plano, y se dio privilegio a las publicaciones de docentes: investigaciones, ensayos, libros de texto, libros compilados. (Tabla 2)(ANEXOS).

La tabla da cuenta de una mayor producción en la colección de educación Tiempos de aprender, donde todos los autores son docentes de la ULEAM. Así lo manifiesta su editor, quien asegura que “como editorial universitaria se ha privilegiado las publicaciones de docentes e investigadores”. (Cuzme, 2015, p. 24) De acuerdo a los registros de sus actividades, tanto en su blog como redes sociales, la actual política editorial se enfoca en sus docentes, para ello se han realizado dos convocatorias para recibir: 1) libros de texto, y, 2) libros compilados. Esto, en palabras de su editor, “permitirá evidenciar la producción investigativa y del interés que tienen los docentes de la ULEAM, en abordar, analizar y debatir las distintas problemáticas desde un contexto local”. (18/7/2016) Esto, aunque las publicaciones en soporte en físico no se hayan registrado, y solo se aprecie publicaciones digitales.

La producción académica e investigativa de las universidades, no solo se volvió la parte medular de sus objetivos, porque “es evidente que el concepto de calidad de la educación universitaria ha variado (…) muchos factores lo han afectado y esto significa una oportunidad para las universidades, y a la vez un reto, pues las que no sean capaces de orientarse y adecuarse a las nuevas exigencias sociales, sencillamente desaparecerán o se convertirán en fósiles” (Águila Cabrera, 2005). Sumado a ello que:

Quizás una de las ideas erróneas que no le hacen bien a las universidades es aquella que sostiene que las instituciones de educación superior pretenden tener desde sus publicaciones la solución a la problemática educativa, más allá de que el enfoque deje claro que se trata de centros dedicados al desarrollo humano en base al aprendizaje, la investigación y la difusión de la cultura (Figueroa, Cárdenas Méndez, Aguilar Valdez, 2000).

Todo el conocimiento producido, seleccionado, editado y posteriormente publicado, dentro de las editoriales universitarias, ciertamente intenta cumplir con su objetivo de servicio a la educación superior, lamentablemente este objetivo no siempre logra cumplirse a cabalidad, distintos factores, muchas veces no relacionados al contenido de lo publicado, lo evitan7.

El Artículo 350 de la Constitución del Estado, fomenta “la investigación científica y tecnológica; la innovación, promoción, desarrollo y difusión de los saberes y las culturas; la construcción de soluciones para los problemas del país, en relación con los objetivos del régimen de desarrollo”. Por ello el compromiso de las universidades con su aporte efectivo a la educación superior.

Editorial Mar Abierto, como propuesta editorial universitaria, no solo ha sido un proyecto de alcance local, puesto que se ha llegado a un contexto nacional e internacional (ferias de libros). Su línea editorial bifurcada por la academia y la literatura, sobre todo esta, visibilizó su labor como sello novedoso. Así lo sostenía su director:

Nuestra experiencia editorial como Mar Abierto la podemos reducir a las distintas lecturas que generan nuestros libros que van desde medicina, educación superior, investigación, folklore, economía, comercio exterior, comunicación, teatro, ética y filosofía, historia, política, arquitectura, es decir ciencia y arte, y por arte es que hemos privilegiado la literatura, no como el área más importante, sino porque es substancial a nuestra formación profesional y nuestra vocación innata (…)(Gil, 2013, pág. 24)

Mar Abierto, es un referente sui géneris, dentro de la clasificación de editorial universitaria. Ninguna otra universidad en Ecuador, como la ULEAM, ha sostenido un proyecto donde no solo los libros universitarios sean los protagonistas. Una producción que, si bien desarrolló en el campo del arte, también tuvo como contraparte, escases de libros académicos.

De esta forma se evidencia que “la ampliación de la cobertura educativa, asociada a su vez a un incremento de la cantidad de instituciones, a su regionalización (…) y a la violenta expansión disciplinaria, crea un escenario fértil para una reestructura editorial fuerte” (Rama, 2006, p. 21).

Producción y divulgación de las editoriales universitarias de Ecuador

1. Otras universidades del país, si bien no poseen marcas editoriales con nombres llamativos, sus nombres más bien dan cuenta de su procedencia, por ejemplo: Editorial Universitaria, de la Universidad Central del Ecuador; Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

 

2. Todas las publicaciones pertenecientes a las universidades del país, se reconocen porque llevan, en portada e interior, tanto logotipo como nombre institucional.

 

3. Primera publicación seriada de la ULEAM, bajo el sello Mar Abierto, de la cual se publicaron 26 números, actualmente fuera de circulación.

 

4. Otro de los méritos de Gil fue el haber convocado, reunido, creado y presidido la Red de Editores Universitarios y Escuelas Politécnicas del Ecuador (REUPDE), una red afiliada a la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC).

 

Editorial Mar Abierto de la ULEAM

 

5. Departamento fue creado oficialmente el 15 de febrero de 2012, mediante resolución de Consejo Universitario de la ULEAM, donde se designaba al docente universitario Ubaldo Gil Flores como Director del DEPU por un periodo de 5 años. Información facilitada por la secretaria del DEPU.

 

6. Actualmente se encuentra en proceso de acreditación.

Conclusiones

 

7. “Todo libro, previa publicación, debe pasar por su respectivo proceso de evaluación por pares académicos. Esto ayuda a mejorar las investigaciones y así con ello asegurar la calidad de todo cuanto se publica”, Alexis Cuzme, editor de Mar Abierto (18/7/2016)

Referencias Bibliográficas

Águila Cabrera, V. (2005). El concepto calidad en la educación universitaria: clave para el logro de la competitividad institucional, Revista Iberoamericana de Educación, 35, recuperado el 4 de diciembre de 2011 de http://www.rieoei.org/deloslectores/880Aguila.PDF

Álvarez Rodas, L. y Juncosa Blasco, J. (julio-diciembre, 2014), La evaluación y acreditación de la educación superior ecuatoriana y la producción editorial, Universitas, 21, 163-181.

Arias, R. (agosto, 2010). El trabajo editorial en el Ecuador, Cyberalfaro, 20, 41-49.

Castillo Méndez, M. (2004). Panorama actual de las editoriales universitarias, en AA.VV. (2004). Competitividad y demanda. Desafíos del oficio editorial, México: Fil Guadalajara / Editorial Universitaria.

Castilho, J. (2010). La editorial universitaria y los desafíos del presente: el libro digital y la difusión del conocimiento, Cyberalfaro, 20, 95-106.

Cámara ecuatoriana del libro (2015). El libro en Ecuador. Estadísticas y datos ISBN.

CEAACES (2015). Modelo de Evaluación Institucional de Universidades y Escuelas Politécnicas.

Constitución del Estado

Cuzme, A. (2015). Editar en un mar turbulento, Tendencia editorial, 8, 24-25.

Cuzme, A. (2014). Presentación en AA.VV., Catálogo 2000-2014, Manta, Ecuador: Mar Abierto.

Gil, U. Las editoriales y su aporte a la consolidación de la democracia y el desarrollo nacional, Séptimo Día, diario El Mercurio, domingo 4 de diciembre del 2005. Manta - Ecuador.

Gil, U. (agosto, 2008). El proceso de la Editorial Mar Abierto en la era de la globalización y el conocimiento, Cyberalfaro, 16, 91-96.

Gil, U. (mayo, 2011). El legado del conocimiento (editorial), Cyberalfaro, 21, 9-12.

Gil, U. (enero-julio, 2013). La edición universitaria desde la ULEAM, Cyberalfaro, 25, 17-28.

Hernández, H. (2010), Las lógicas del mundo académico y la transformación de la edición universitaria, recuperado el 13 de abril de 2011 de http://educa.upn.mx/index.php?view=article&catid=124%3Anum-05&id=347%3Alas-logicas-del-mundo-academico-&format=pdf&option=com_content&Itemid=28

Miró, L. (2003). La edición universitaria en España, en AA.VV. (2003). Pasajes de la edición: hablan los profesionales, México: Fil Guadalajara / Editorial Universitaria.

Nogueira Dobarro, Á. (2009). Universidad y edición, conocimiento y sociedad, Bogotá, Colombia: ASEUC.

Rama, C.; Uribe, R.; De Sagastizábal, L. (2006). Las editoriales universitarias en América Latina, Bogotá, Colombia: CERLALC / IESALC.

Rivas Figueroa, P.; Cárdenas Méndez, P.; Aguilar Valdez, A. (2000) Consideraciones filosófico-pedagógicas de la labor editorial universitaria, recuperado el 11 de abril de 2011 de http://redalyc.uaemex.mx/pdf/141/14107412.pdf

Tabla 1. Producción de la editorial Mar Abierto 2000 - 2014

Fuente: Elaboración de los autores a partir de información consultada en el Catálogo 2000 – 2014 de Editorial Mar Abierto, Manta, agosto de 2014.

Tabla 2. Producción de la editorial Mar Abierto 2015

Fuente: Elaboración de los autores a partir de información consultada en la cuenta de issuu de la Editorial Mar Abierto.

Colección

Cantidad de títulos

Colección de ensayos “Balsa Manteña”

9

Colección de comunicación “Cátedra Virtual”

2

Colección de política “Occidente – Oriente”

2

Colección de medicina “Hipócrates”

2

Colección de historia “Heródoto”

6

Serie “Diosa Umiña”

1

Colección de educación “Tiempos de aprender”

7

Serie “Pedagogía”

1

Serie “Vicerrectorado Académico”

8

Colección de filosofía “Aristóteles”

2

Colección de folclore “Amorfino”

3

Colección “Paraísos Artificiales”

1

Colección “Memoria Testimonio”

1

Colección de investigación “Galileo”

1

Colección de teología “Job”

1

Colección de dramaturgia “Bolívar Andrade”

2

Colección de literatura “Almuerzo Desnudo”

35

Serie de literatura juvenil

1

Colección de literatura infantil “Juan Marinero”

1

Fuera de colección

6

Cyberalfaro

25

Total publicaciones

121

Colección

Cantidad de títulos

Colección “Memoria Testimonio”

1

Colección de educación “Tiempos de aprender”

5

Colección de literatura “Almuerzo Desnudo”

2

Fuera de colección

2

Cyberalfaro

1

Total publicaciones

11

ANEXOS

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En recuerdo de Fermín Bouza

En recuerdo de Fermín Bouza

Él no era un académico al uso; era uno de esos pocos –escasísimos– que te hacían amar la investigación y la Academia, que te hacían sentir orgullosa de estar cerca de él; era una de esas personas que nunca debían desaparecer. Pero el 29 de octubre Fermín Bouza partió dejándonos un inmenso vacío cuyo legado no alcanza a llenar.

Fermín Bouza nació en Santiago de Compostela (España, 1946), pero la dictadura española le hizo huir en su etapa estudiantil –siendo como siempre fue un luchador por la libertad y la democracia– hacia un “exilio interior”. Tras su paso por Valencia, fue Madrid la ciudad en la que creció y se consolidó intelectualmente, siendo docente en distintas Facultades. Catedrático de Opinión Pública en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, se consagró en el área de Comunicación Política y en ella hizo aportes no menores. Sus principales investigaciones y contribuciones se dieron en el estudio de las agendas y del framing, donde tuvo una amplia producción teórica y empírica. En este campo dirigió, junto con el profesor Juan Jesús González (UNED), importantes proyectos de investigación con resultados fructíferos; algunos de estos trabajos contaron con el apoyo y financiación del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el principal instituto de investigación social de España. Juntos, Fermín Bouza y Juan Jesús González lideraban un grupo de investigación centrado en el estudio de la relación entre los medios de comunicación y la opinión pública, con especial énfasis en la arena electoral.

Su ímpetu por la rigurosidad científica no era obstáculo para sus creaciones literarias y lo acompañaba con la calidez humana que siempre transmitió a quienes le rodeaban. Una muerte inesperada quebró la alegría y la calma de su familia y sus amigos más cercanos, pero también sacudió a los muchos alumnos, compañeros y conocidos que alguna vez lo trataron y pudieron ver en él una humildad y generosidad sólo digna de los grandes maestros. Los muchos seguidores del blog de análisis político que alimentaba a diario dan buena cuenta de su capacidad para leer la realidad y canalizar los debates.

Cada una de sus intervenciones era una lección magistral, era imposible no sentirse maravillada cuando él tomaba la palabra, ya fuese en un aula, en una mesa o en un cruce de pasillo: escucharle era la mejor manera de invertir el tiempo. Su mirada transmitía la calma de quien ha vivido momentos históricos y ha sabido no sólo participar de ellos, sino obtener y compartir la lección precisa; acaso por eso supo enseñarnos, entre tantas otras lecciones, a identificar las cosas importantes de la vida. Quienes tuvimos la fortuna de tenerlo cerca tratamos ahora de seguir –como solía decir él– “pa’lante”, aunque nos cuesta creer que ya no está.

 

ARTÍCULO RECIBIDO: 6 DE DICIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 6 DE DICIEMBRE DE 2016

ARTÍCULO PUBLICADO: 30 DE DICIEMBRE DE 2016

Palmira Chavero

FLACSO-Ecuador y GIGAPP. Ecuador

pchavero@gmail.com

CONSIDERACIONES GENERALES

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Este apartado se refiere a recensiones, reseñas de libros o traducciones de interés científico en general y que provengan de libros publicados en los últimos 5 años. Su extensión será entre 1.000 y 1.500 palabras.

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- Títulos de figuras y tablas deben hacerse coincidir con la distancia horizontal del texto y aparecer en el cuerpo del texto. También deben ser enviadas en archivo adjunto como “archivo complementario” en la plataforma de la revista

 

 

B) Apartados

PRIMERA PÁGINA. Debe contener los siguientes apartados:

- TÍTULO. En español e inglés, Minúsculas. Justificación centrada. No exceder 15 palabras

- DATOS DEL AUTOR O AUTORES. Minúsculas. Justificación centrada. Debe aparecer: nombres y apellidos completos, filiación institucional (nombre completo, por ejemplo Universidad San Gregorio de Portoviejo) y correo electrónico.

- RESUMEN. Se redacta en un solo párrafo. No debe exceder las 200 palabras y se presenta en español e inglés (ABSTRACT). La cantidad de palabras del resumen y el abstract debe ser similar. Tiene que presentar tema objetivos, contexto temporal y espacial de la investigación, metodología utilizada, avance de hallazgos conclusiones, objetos y sujeto de estudio. Se recomienda evitar google translator o similares para el abstract.

- PALABRAS CLAVE. Cinco palabras o grupos de palabras, ordenadas alfabéticamente, la primera con mayúscula inicial, el resto en minúsculas, separadas por punto y coma (;), deben presentarse español e inglés (KEYWORDS). Han de ajustarse a los tesauros de la Unesco: http://vocabularies.unesco.org/browser/thesaurus/es/

-CUERPO DEL ARTÍCULO. Ha de contener los siguientes apartados, todos ellos justificados a la izquierda, en negrita y minúsculas:

- Introducción.- Debe dejar claros los antecedentes, justificación, objetivos y problemática tratada

- Metodología.- Debe estar presentada con suficiente claridad y detalle de tal forma que otro/a investigador/a pueda replicar el estudio (toma de datos y análisis). Se deben evitar detalles superfluos al tema

- Resultados.- Deben presentarse los datos de forma clara y sucinta. No debe existir redundancia entre el texto, las tablas y las figuras. El análisis debe ser coherente con el tipo de datos, los cuales han de estar bien ejecutados e interpretados. El lector (o revisor) debe tener claro tras leer esta sección cuál fue el aporte del trabajo.

- Discusión.- Los resultados han de estar ubicados con el marco de la investigación presentado en la introducción. Se debe manejar apropiadamente la literatura, siendo apropiadas y suficientes las citas

- Conclusiones.- Deben venir expresadas de forma clara y en relación con los objetivos, datos, interpretación y discusión.

- Referencias.- Debe corresponderse con las citas en el texto

FIGURAS Y TABLAS.- Deben aparecer en el cuerpo del artículo, colocando el título en la parte superior, centrado y en mayúsculas y la fuente en la parte inferior ajustado a la derecha con letra tamaño 10. En adjunto (Archivos complementarios) deben enviar en formato Word a página entera cada una de ellas. Las fotografías deben tener una resolución de 300 dpi en tamaño A4. Los títulos y fuentes deben ser claros y concisos; y la información debe ser necesario y ayudar a la lectura.

NOTAS AL PIE

En letra tamaño 10. Las notas aclaratorias no deben exceder de cinco líneas o 40 palabras, de lo contrario éstas deben ser incorporadas al cuerpo del texto. Se aconseja no excederse en notas al pie (máximo 5).

REFERENCIAS

Todas las obras citadas en el cuerpo del texto deben aparecer referenciadas en el apartado de referencias por orden alfabético. Se parte del estilo APA 6ª edición (http://normasapa.net/normas-apa-2016/). Debe contener al menos 15 referencias académicas actualizadas (últimos 5 años). Todas las referencias con url deben aparecer entre aspas (< >).

CITAS

- Menos de 40 palabras: se escribe inmersa en el texto, entre comillas y sin cursiva. Se escribe punto después de finalizar la cita y todos los datos.

- Más de 40 palabras: se escriben aparte del texto, con sangría, sin comillas y sin cursiva. Al final de la cita se coloca el punto antes de los datos -recuerde que en las citas con menos de 40 palabras el punto se pone después-. La organización de los datos puede variar según donde se ponga el énfasis (en el autor, en la obra, en el año, etc.).

ENVÍOS

La Revista San Gregorio está inserta en la Plataforma Open Journal System. Los textos para su evaluación deben ser postulados a dicha plataforma, entrando en www.revista.sangregorio.edu.ec

Para cualquier consulta referente a la revista, o para hacer seguimiento del texto enviado puede ponerse en contacto con revista@sangregorio.edu.ec

 

NORMAS DE REDACCIÓN PARA ARTÍCULOS Y COLABORACIONES

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NORMATIVAS DEL ARBITRAJE Y EVALUACIÓN EXTERNA DE LOS TRABAJOS

El Comité Científico remitirá los artículos sin el nombre del autor a DOS (2) evaluadores externos que funcionarán como pares ciegos, en caso de existir correcciones o sugerencias se devolverán a los autores para que consideren su incorporación, en un plazo no mayor de quince (15) días hábiles. Si hay dudas, el trabajo puede ser remitido a un tercer evaluador. El Comité Científico no podrá designar como evaluador de un artículo a quienes tengan nexos de hasta tercer grado de consanguinidad y hasta segundo grado de afinidad con el (los) autor(es).

El Comité Científico podrá hacer solicitudes de colaboración, las cuales deberán cumplir con los requerimientos que se señalan en las normas de publicación emanadas del Consejo Editorial, éste notificará por escrito a los autores, previa a la publicación de la Revista, la decisión de aceptación o no de la publicación de un artículo.

 

Las decisiones de los miembros del Comité Científico serán respetadas por el Consejo Editorial y por el autor o los autores, siempre y cuando, no pretendan cambiar la esencia expresada por el autor o autores. En este último caso, el autor o los autores deben comunicar su posición ante el Consejo Editorial con un informe razonado y válidamente sustentado. La decisión final sobre la publicación se sustentará en la opinión mayoritaria del Consejo Editorial.

 

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